Por qu¨¦ engancha tener parejas ¡®de reserva¡¯
Lo que ahora conocemos como ¡®cushioning¡¯, en realidad, hace tiempo que se estudia como el fen¨®meno de contar con ¡®parejas de reserva¡¯ por si la relaci¨®n actual falla.
¡°Llevaba un tiempo chateando con una chica y cuando le dec¨ªa de quedar siempre me daba largas, hasta que me dijo que ten¨ªa pareja. Pero me segu¨ªa escribiendo de vez en cuando por Instagram. ?Dice que su relaci¨®n es complicada, y no abre la puerta a que quedemos, pero tampoco da carpetazo a lo que sea que es nuestra relaci¨®n. Es como que me da una de cal y una de arena, como que no llega a nada, pero sigue manteniendo el contacto conmigo, y al final no s¨¦ muy bien por qu¨¦, yo sigo enganchado a seguir hablando con ella¡±. Este es el relato de Mart¨ªn, de 28 a?os, pero hay muchos parecidos al suyo. Personas que tienen pareja, pero que mantienen el v¨ªnculo en stand by con otras personas. Es lo que ha empezado a denominarse en el mundo anglosaj¨®n como cushioning.
¡°El concepto de cushion significa literalmente almohad¨®n, y referido a este fen¨®meno, el cushioning implica el tener ¡®parejas de reserva¡¯, por si la relaci¨®n de pareja actual falla, siendo cada una de estas ¡®reservas¡¯ un cushion (un almohad¨®n)¡±, explica Alberto ?lamo psic¨®logo y sex¨®logo.
Parejas de reserva
Lo que ahora conocemos como cushioning, en realidad, hace tiempo que se estudia como el fen¨®meno de contar con ¡°parejas de reserva¡±. Psycology Today public¨® un trabajo de los investigadores Jayson Dibble, Narissra Punyanunt-Carter y Michelle Drouin que desvelaba que un 56 por ciento de las personas que ten¨ªan un compromiso, aseguraba tener una pareja de reserva o de respaldo. En cuanto a c¨®mo manten¨ªan la misma, parec¨ªa que la mayor¨ªa se manten¨ªan en contacto por mensajes de texto, aunque tambi¨¦n se recurr¨ªa a las redes sociales y, en su momento, al correo electr¨®nico.
Si bien este trabajo no encontraba grandes diferencias por g¨¦neros, otra encuesta realizada por One Poll, una empresa de investigaci¨®n de mercados, aseguraba que, en una encuesta realizada a mil mujeres, la mitad contaba con una pareja de reserva en caso de que su relaci¨®n actual no funcionase. Y no se trataba precisamente de desconocidos. Una de cada cuatro mujeres confes¨® que su pareja actual conoc¨ªa a su ¡°hombre de reemplazo¡±.
A este respecto, el investigador David Buss aseguraba en uno de sus trabajos de psicolog¨ªa evolutiva para la Universidad de Texas que las mujeres est¨¢n programadas para contar con machos de reserva por si su pareja original enferma o muere.?Es decir, que prehist¨®ricamente hab¨ªa m¨¢s posibilidades de muerte y para asegurar la descendencia era necesario contar con una pareja de reserva por lo que pudiera pasar. Un argumento muy dif¨ªcil de aplicar actualmente.
C¨®mo saber si somos el almohad¨®n o si nuestra pareja busca almohada
Aunque al parecer practicar el cushioning es algo com¨²n, y casi hist¨®rico, saber identificarlo puede ser complejo. ?C¨®mo saber si realmente esa persona nos est¨¢ dejando en la reserva, es un tonteo sin m¨¢s o estamos confundiendo se?ales en una mera amistad? ?Y si es nuestra pareja la que anda por ah¨ª buscando almohadones?
?lamo aborda ambos supuestos. ¡°Si percibimos que existen promesas, verbalizaciones relativas al futuro o simplemente ambivalencia (sin motivo, a veces est¨¢ muy disponible, pero a veces es imposible hablar con ¨¦l o ella), esto puede suponer una se?al de que estamos siendo v¨ªctimas del cushioning de alguien que nos atrae¡±.
En esta l¨ªnea, la tambi¨¦n psic¨®loga y sex¨®loga Judith Viudes agrega que ¡°otra caracter¨ªstica es identificar un comportamiento intermitente en la persona interesada,¡±. Lo que de toda la vida ha sido un tira y afloja. El problema precisamente es que esto genera una sensaci¨®n de enganche. ¡°La otra persona vive en una incertidumbre constante de no saber qu¨¦ ocurre, pero a la vez se mantiene a la espera de ese inter¨¦s o atenci¨®n¡±. Es precisamente esto lo que puede acabar generando un estado de ansiedad en la persona ¡°almohada¡±.
Esta es la cuesti¨®n por la que es importante aprender a identificar un caso de cushioning. ¡°Si estamos sintiendo emociones desagradables, ansiedad, malestar, etc. con un v¨ªnculo, hay que parar y priorizarse. Si no existe responsabilidad mutua para desarrollar v¨ªnculos sanos, entonces es mejor marcar l¨ªmites o soltar¡±, reflexiona Viudes.
M¨¢s complicado parece el caso de que sea nuestra pareja la que est¨¢ llevando a cabo cushioning. ¡°Las p¨¦rdidas y recuperaci¨®n del inter¨¦s repentinas que no sean muy coherentes, as¨ª como cambios en el trato o el humor de esa persona, pueden suponer se?ales de que nuestra pareja puede estar llevando a cabo cushioning¡±, advierte por su parte ?lamo.
Si es el caso, Viudes recomienda preguntar por el tema directamente y de forma asertiva. Algo que parece f¨¢cil, pero no lo es. En todo caso, lo importante, seg¨²n la psic¨®loga, es que decidamos seguir o no adelante con la relaci¨®n, tenemos que tener claro que ¡°estas conductas son ¨²nicamente responsabilidad de quien las comete, no es culpa nuestra y desde luego no tiene nada que ver con nuestra validez¡±.
La pregunta del mill¨®n, entonces, ser¨ªa que lleva a alguien a realizar este tipo de pr¨¢ctica. Viudes advierte que la respuesta tambi¨¦n es compleja: ¡°Tener personas ¡®en la reserva¡¯ puede ser consecuencia de muchas variables, por ejemplo, en perfiles que sienten miedo a la soledad, miedo a enfrentarse a emociones dolorosas tras una ruptura o no saber gestionarlas, viven con inseguridad por el qu¨¦ dir¨¢n, existe una ausencia de conocimientos sobre lo que es o no una relaci¨®n sana, etc.¡± Aunque obviamente, tambi¨¦n se dan ¡°por ego¨ªsmo, por falta de responsabilidad, por una autoestima baja, etc.¡±.
?Un problema solo en las redes?
Como todas las nuevas ¡°tendencias¡± en relaciones, no se trata de una nueva forma de comportarse. Solo son una nueva manera de etiquetar algo que ya exist¨ªa. Aunque s¨ª es cierto que las redes sociales han ayudado a exponer todo este tipo de pr¨¢cticas. ¡°El cushioning no es algo novedoso. Simplemente, ahora se le ha puesto un nombre para as¨ª darle m¨¢s voz y visualizaci¨®n a este tipo de pr¨¢ctica, algo que tambi¨¦n ayuda en su identificaci¨®n¡±, reflexiona la psic¨®loga de nuevo. ?¡°Identificar conductas hirientes y t¨®xicas muy normalizadas, que ya estaban muy presentes en nuestra sociedad, sirve para poner m¨¢s atenci¨®n a c¨®mo nos tratan los dem¨¢s y c¨®mo eso afecta a nuestro bienestar emocional y nuestra salud mental¡±.
Y es que, aunque ahora tengamos una palabra en ingl¨¦s y tengamos m¨¢s probabilidades de encontrarnos a alguien as¨ª en los mundos de Tinder, esto siempre ha pasado. ¡°Qued¨¦ un par de veces con un chico, pero la cosa no termin¨® de funcionar. Pero como era el amigo de un amigo, no s¨¦, nos segu¨ªamos en las redes. Me enter¨¦ de que se hab¨ªa echado novia e incluso viv¨ªa con ella. Y aun as¨ª, un d¨ªa volvi¨® a escribirme por Whatsapp para tontear y decirme de quedar. Escrib¨ª a mi amigo para preguntar si hab¨ªa roto con su novia y me dijo que no, que segu¨ªa con ella. Me dio la sensaci¨®n de que hab¨ªa hablado conmigo por comprobar c¨®mo estaba su agenda de chicas o algo as¨ª¡±, explica a este respecto Ariadna, de 32 a?os.
Cuando hablamos de ghosting, breadcrumbing o ahora el cushioning parece que sentimos la sensaci¨®n de vivir un boom del desapego emocional. Como si, especialmente en los ¨²ltimos a?os, la responsabilidad afectiva brillase por su ausencia. Incluso parece que encontrar un v¨ªnculo o relaci¨®n sana, sea o no estable, se hace cada vez m¨¢s complicado. ¡°Trat¨¢ndose de cuestiones relativas a la responsabilidad afectiva, es inevitable que se pongan sobre la mesa cuestiones ¨¦ticas. Es decir, c¨®mo llevar una relaci¨®n de la forma m¨¢s ¨¦tica posible, sin que ello impida negarnos el acceso a actividades e interacciones que creemos firmemente que van con nuestra forma de estar en el mundo y de ser¡±, deja como ¨²ltima reflexi¨®n Alberto ?lamo.
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