Levantan el ¨¢nimo y reducen el estr¨¦s: el inesperado ¡®boom¡¯ de las flores en el confinamiento

?Durante el confinamiento he recibido muchos pedidos de ramos de flores. El encargo m¨¢s especial fue el de una nieta que envi¨® uno a su abuela de 97 a?os para celebrar que hab¨ªa superado la covid-19. Me lleg¨® muy dentro esa historia?. D¨¢maris G¨®mez, dise?adora floral al frente de la madrile?a Nice Bloom, celebraba el primer a?o de vida de su florister¨ªa poco antes de que la crisis sanitaria la obligara a echar el cierre temporal. Durante esas semanas en casa decidi¨® activar los pedidos a trav¨¦s de Instagram a falta de una p¨¢gina web en la que poder vender sus creaciones. No imagin¨® que la acogida ser¨ªa tan buena. ?La gente tiene muchas ganas de tener flores y plantas, ya que al pasar tanto tiempo en casa hace falta un poco de naturaleza. A pesar de que en Espa?a no hay esa cultura de comprar flores como s¨ª ocurre en otros pa¨ªses europeos, estos d¨ªas mucha gente se ha dado cuenta de que son, de alguna forma, necesarias. Incluso mejoran nuestro humor?, detalla.

La ciencia respalda su argumento. Numerosas investigaciones se?alan los beneficios de convivir con flores, desde reducir el estr¨¦s y aumentar la positividad, como apunta un estudio de la doctora Nancy Etcoff, de la Universidad de Harvard, a mejorar el bienestar y la creatividad, conclusi¨®n a la que lleg¨® el profesor Erin Largo-Wight de la Universidad de Florida del Norte. Por eso, quiz¨¢, durante la pandemia muchos han recurrido a las flores m¨¢s que nunca. Las b¨²squedas en Google de ?entrega de flores? se duplicaron en marzo de este a?o respecto al mismo mes de 2019, y en Pinterest el inter¨¦s por ?cajas de flores? ha experimentado un crecimiento interanual de un 408%. Desde Colvin, florister¨ªa espa?ola especialista en venta online confirman el ¨¦xito: ?La demanda de ramos se ha multiplicado por cuatro desde que empez¨® el confinamiento?.

Regalar o regalarse flores produce un cambio instant¨¢neo en el estado de ¨¢nimo. As¨ª lo demostr¨®?la?profesora Jeannette Haviland-Jones en 2005 cuando decidi¨® enviar tres tipos de regalo como agradecimiento a 147 pacientes que hab¨ªan participado en sus investigaciones. Los mensajeros, en realidad observadores que formaban parte del experimento, atendieron a la expresi¨®n facial que produc¨ªa en el receptor cada tipo de obsequio (velas, una cesta de frutas o un ramo de flores). La investigaci¨®n concluy¨® que todos los que recibieron las flores respondieron con la?sonrisa de Duchenne, bautizada as¨ª en honor al investigador franc¨¦s que la descubri¨®, y que se caracteriza por ser totalmente involuntaria y espont¨¢nea involucrando al m¨²sculo que rodea los ojos.

?Tener flores o plantas en casa es esencial, no s¨®lo por la parte est¨¦tica, si no por todos los beneficios psicol¨®gicos que nos aportan?, apunta Aina Salvad¨®, brand manager de Colvin. ?Durante este tiempo en el que no hemos podido visitar nuestros bosques ni el mar necesitamos sentir esa conexi¨®n con la naturaleza. Adem¨¢s, el confinamiento nos ha separado de nuestros seres queridos y regalarles flores es una manera de mantener el contacto y de superar las distancias?, sostiene Salvad¨®.

La dise?adora?Loreto Aycuens, al frente del estudio floral hom¨®nimo, corrobora como las flores se han convertido en nexo de uni¨®n y s¨ªmbolo de gratitud. ?Hay historias muy bonitas detr¨¢s de cada pedido. Algunos clientes me han hecho encargos, por ejemplo, para agradecer a sus vecinos que hayan cuidado de su padres estos d¨ªas?. Adem¨¢s el efecto domin¨® ha provocado que muchos de los receptores, sorprendidos por las coloridas combinaciones de jacintos, tulipanes o ran¨²nculos, hayan encargado, a su vez, otro ramo para regalar.

Seg¨²n explica Aycuens, el denominador com¨²n de las peticiones pasa por flores con mucho colorido, que den un toque optimista a la situaci¨®n. ?Al final las flores son vida y belleza, alegran la casa incluso si necesidad de comprar un superarreglo o gastarse mucho dinero. A m¨ª, por ejemplo, me encanta repartir por todos los rincones vasitos con flores que den una pincelada de color: la mesita de noche, el ba?o o la cocina?, confiesa. Desde Colvin y Nice Bloom coinciden en c¨®mo las llamativas flores de temporada, con especial protagonismo de peonias y tulipanes, monopolizan la demanda.

Estos d¨ªas de cuarentena tambi¨¦n han surgido en Espa?a iniciativas como Floreando, un proyecto que env¨ªa las flores del invernadero a casa para que el cliente pueda crear sus propios ramos o centros florales. Se trata de una empresa pensada para apoyar a un grupo de agricultores sevillanos y gaditanos, que debido a la crisis sanitaria no pod¨ªan vender sus flores. ?Sent¨ªamos gran frustraci¨®n al tener que deshacernos de ellas y una enorme preocupaci¨®n por todas las familias que viven de este sector. No hemos recibido ayuda alguna por parte de ninguna administraci¨®n?, cuentan a S Moda.

La buena acogida del proyecto les est¨¢ permitiendo dar salida online a sus lilium, margaritas o eucaliptos, tres de las tipolog¨ªas m¨¢s demandas en su web. Por un precio que var¨ªa entre los 20 y los 30 euros, env¨ªan cajas puestas a punto para que el receptor ejercite su creatividad. ?Recibimos, sobre todo, pedidos de Andaluc¨ªa, de donde son originarias nuestras flores, y tambi¨¦n muchos en Madrid. Desde el principio Floreando ha despertado mucho inter¨¦s y gracias al boca a boca y a la labor de difusi¨®n de algunas celebrities, cada vez m¨¢s. Muchos clientes nos mandan cantidad de fotos mostr¨¢ndonos ilusionados sus creaciones?.

D¨¢maris G¨®mez tambi¨¦n est¨¢ recibiendo una respuesta muy positiva. ?Me escriben para decirme que mis flores les han alegrado el d¨ªa y eso me hace feliz a m¨ª tambi¨¦n. Cuando alguien regala flores demuestra su cari?o hacia la otra persona, y yo tambi¨¦n pongo cari?o al crear el ramo, as¨ª que es muy bonito?. Aunque sigue atendiendo pedidos a trav¨¦s de Instagram, ya ha reabierto las puertas de su florister¨ªa en la madrile?a calle Blasco de Garay. ?Est¨¢ viniendo bastantes clientes con muchas ganas de flores y plantas para decorar la casa. Adem¨¢s percibo que la gente tiene ganas de ayudar a los peque?os comercios para que podamos seguir adelante?.?