Por qu¨¦ nos gusta contarle nuestra vida a un perfecto desconocido
Solemos reservar para nuestro c¨ªrculo m¨¢s cercano las confesiones m¨¢s ¨ªntimas, pero no es del todo extra?o escoger a un perfecto desconocido para confidencias personales.
Una de las cosas que el confinamiento y todos los meses de distanciamiento social se llevaron por delante fueron las interacciones con desconocidos. Esos peque?os intercambios, que son m¨¢s importantes de lo que parece, aunque suelen limitarse a algo estrictamente pragm¨¢tico (con la persona que te atiende en el s¨²per, por ejemplo) o a simples intercambios sobre el tiempo en el ascensor. Sin embargo, en ocasiones tambi¨¦n nos encontramos cont¨¢ndole detalles muy personales de nuestra vida a un perfecto desconocido. Quiz¨¢ a alguien a quien acabamos de conocer en un viaje y con quien acabamos hablando de nuestros miedos m¨¢s ¨ªntimos. O quiz¨¢ a una chica que se convierte en nuestra mejor amiga durante los cinco minutos que compartimos en el ba?o de un bar de copas bien entrada la noche.
necesito que una chica borracha me cuente su vida en el ba?o de una discoteca
— carmen luc¨ªa (@medasawa) September 5, 2021
Tendemos a pensar que lo habitual es reservar las confidencias para personas muy cercanas y con las que tenemos mucha confianza, pero tanto nuestra propia experiencia como algunos estudios muestran que no es as¨ª. Seg¨²n los resultados de una encuesta publicada en 2013, el 45% del c¨ªrculo con el que discutimos temas que consideramos importantes est¨¢ formado por personas no cercanas. A veces, son profesionales como m¨¦dicos o psic¨®logos o personas que consideramos que saben del tema en cuesti¨®n. En otras ocasiones, se convierten en confidentes ¨²nicamente por estar presentes en ese momento en el que necesitamos compartir algo. Pero tambi¨¦n hay momentos en los que precisamente ser un desconocido hace que sea lo que necesitamos.
¡°Un extra?o nos ve como somos, libre de idealizaciones y autoenga?os y eso es algo muy liberador para relacionarnos y poder expresarnos¡±, explica la psic¨®loga F¨¢tima Servi¨¢n Blanco, del Centro de Psicolog¨ªa Renacer. Para la experta, los desconocidos se convierten a veces en confidentes porque, al no saber c¨®mo somos, no tener una idea preconcebida de nosotros, sentimos que no nos juzgar¨¢n. ¡°No hay ese consejo final, ese querer o creer que la persona es de una determinada manera¡±, se?ala.
La psic¨®loga Aintzane Goikoetxea desgrana las distintas razones que nos llevan a esa situaci¨®n. En primer lugar, al tratarse de un desconocido, tenemos poco que perder si no nos escucha o no es tan emp¨¢tico como queremos. Adem¨¢s, al no conocernos y no tener una idea previa sobre c¨®mo somos, quiz¨¢ nos pueda dar un feedback m¨¢s objetivo. Por ¨²ltimo, es una forma de desahogarnos sin tener que asumir ninguna responsabilidad m¨¢s. ¡°Al hablarlo con alguien de tu confianza, quiz¨¢s vuelva a sacarte el tema, se involucre m¨¢s de lo que necesitas o te presione para dar tal o cual paso para el que t¨² no est¨¢s preparado. Un desconocido no va a exigirte eso, porque probablemente no lo vuelvas a ver¡±, explica Goikoetxea.
Esto ¨²ltimo es tambi¨¦n lo que concluy¨® un estudio publicado en 2021 en la revista Journal of Personality and Social Psychology. En particular, las autoras se centraban en las conversaciones en las que desvelamos inseguridades, y buscaban responder a la pregunta de por qu¨¦ preferimos tratar ese tema con un extra?o antes que con un amigo. Su conclusi¨®n prob¨® su hip¨®tesis: con los amigos, anticipamos recordatorios de esa conversaci¨®n, que vuelvan a sacar ese tema, algo que puede ser doloroso. Alguien a quien no volveremos a ver es un confidente m¨¢s seguro. Ocurre incluso en conversaciones imaginarias: cuando se les ped¨ªa a los participantes en el estudio que se imaginaran cont¨¢ndole inseguridades a un amigo y a un desconocido, le daban m¨¢s detalles a este ¨²ltimo.
Goikoetxea apunta tambi¨¦n que nos podemos sentir m¨¢s seguros con extra?os porque ¡°el hecho de no volverle a ver te da tambi¨¦n una sensaci¨®n de que tu intimidad est¨¢ protegida, de que lo que le has contado no se va a esparcir por ah¨ª como un rumor, porque el desconocido y t¨² no ten¨¦is personas en com¨²n¡±.
Burbujas de intimidad
Las confidencias a desconocidos no nacen siempre del deseo de desahogarse por algo: puede ser el simple contexto espacial, el lugar y la situaci¨®n en la que nos encontramos, la que propicia una sensaci¨®n de intimidad. Si, por ejemplo, nos descubrimos hablando de nuestras preocupaciones m¨¢s ¨ªntimas con la persona que se sienta a nuestro lado durante un vuelo, esto puede deberse a que compartir un espacio f¨ªsico m¨¢s bien peque?o durante un tiempo hace que experimentemos ¡°una sensaci¨®n de intimidad como consecuencia de la proximidad f¨ªsica¡±, indica Marta Santar¨¦n, profesora Grado de Psicolog¨ªa en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). ¡°Generalmente compartimos nuestro espacio personal con las personas m¨¢s cercanas y este tipo de situaciones pueden disparar esta sensaci¨®n de falsa intimidad¡±, se?ala. Por otro lado, a?ade, ¡°desvelar informaci¨®n ¨ªntima a un perfecto desconocido puede verse facilitado por el principio de reciprocidad, es decir, nuestro interlocutor comienza a desvelar sus entresijos personales y nos vemos en la obligaci¨®n de corresponder esa falsa sensaci¨®n de confianza¡±.
Por supuesto, no todo el mundo acaba cont¨¢ndole su vida a extra?os en cuanto se encuentra en una situaci¨®n propicia. ¡°Rasgos de la personalidad como la extroversi¨®n y su identidad social pueden hacer que este perfil se distienda en una situaci¨®n de anonimato, al menos puntualmente¡±, se?ala Santar¨¦n, que pone como ejemplo las confesiones que pueden tener lugar en la barra de un bar. ¡°El anonimato puede facilitarnos un contexto muy inspirador para la reconstrucci¨®n de la experiencia que estamos desvelando y, por ende, de nosotros mismos¡±, a?ade.
Con todo, siempre que compartimos algo muy personal tanto con extra?os como con nuestro c¨ªrculo de confianza, buscamos lo mismo: apoyo social. ¡°La empat¨ªa, la uni¨®n y la conciencia social se inscriben como m¨¢ximas necesarias para la salud f¨ªsica y psicol¨®gica del individuo¡±, apunta Santar¨¦n, quien hace referencia a la distinci¨®n que hace la autora Paula Augustina Caccia entre apoyo social confidencial y apoyo social afectivo. ¡°El primero se refiere a la importancia que tiene para un individuo el poder contar con personas a quien confiarle conflictos, situaciones problem¨¢ticas o cuestiones que requieren comprensi¨®n y ayuda. El apoyo afectivo hace referencia al apoyo que una persona puede encontrar mediante la comunicaci¨®n con un otro, satisfaciendo necesidades emocionales, sinti¨¦ndose valorado, aceptado y querido por los dem¨¢s¡±, explica.
?Significa todo esto que de alguna forma es preferible contar ciertas cosas solo a extra?os? Para nada. La psic¨®loga Aintzane Goikoetxea puntualiza que ¡°siempre suele ser m¨¢s gratificante hablar de ti mismo con alguien al que quieres que con un desconocido¡±, ya que es as¨ª como se fortalecen las relaciones. ¡°Mostrar tu intimidad supone un riesgo, por supuesto. Implica la posibilidad de que al otro no le guste lo que le cuentas o incluso de que te rechace, pero tambi¨¦n se abre la posibilidad de construir un afecto m¨¢s fuerte y s¨®lido, basado en el respeto por todo lo que eres. Esconder partes de uno mismo con las personas que quieres suele ser m¨¢s perjudicial que beneficioso, suele generar s¨ªntomas de ansiedad, porque cuando escondes partes de ti no te est¨¢s tratando con dignidad¡±, concluye.
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