Cuando ni en el d¨ªa libre por enfermedad se puede desconectar del trabajo. ?C¨®mo nos afecta?
Un art¨ªculo en The New York Times plantea c¨®mo tomarse un d¨ªa de descanso para recuperar salud es cada vez menos habitual entre los trabajadores, y los datos en Espa?a lo confirman. ?C¨®mo pasa factura?
?Cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que faltaste al trabajo por estar enfermo y te quedaste en casa sin hacer nada? Ni e-mails, ni llamadas, ni adelantar ese informe que te va a costar el doble terminar a tu vuelta. El periodista Steven Kurutz aborda la pregunta en La muerte del d¨ªa por enfermedad, un art¨ªculo publicado en The New York Times en el que plantea que la definici¨®n de este ¡°se ha enturbiado¡±. ¡°Antes, una falta por enfermedad era solo eso, un d¨ªa lejos del trabajo para concentrarse en la recuperaci¨®n¡±, escribe. Lo achaca a cambios como la movilidad, la portabilidad de la oficina o el crecimiento de trabajadores independientes y de la gig economy.?¡°Est¨¢n provocando que las faltas por enfermedad sean algo del pasado, por lo menos en algunos tipos de empleo¡±.
En Espa?a, el 72,2% de los trabajadores reconoce no haber faltado ni un solo d¨ªa al trabajo en el ¨²ltimo a?o frente al 55% de la media europea, seg¨²n recog¨ªa en diciembre el informe El absentismo laboral, de la federaci¨®n de servicios a la ciudadan¨ªa de CC.OO.?¡°Las condiciones de trabajo y empleo se han desmejorado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. ?Qui¨¦n se atreve a ausentarse en un mercado en el que la mitad de los trabajadores est¨¢ en paro o trabaja en condiciones precarias? (20 puntos menos que el promedio de Europa, del 30%).? Eso contamina de m¨¢s precariedad e inestabilidad, que repercute sobre los mismos trabajadores¡±, explica Carlos Prieto, catedr¨¢tico em¨¦rito de Sociolog¨ªa de la UCM, a S Moda.?Algo que, como recoge un estudio que Prieto ha coordinado sobre la calidad del empleo en el pa¨ªs, ¡°afecta a todos los trabajadores, no solo a los precarios. Hasta un 15% de los trabajadores estables pasa ahora a situaciones de precariedad y desempleo¡±.?
¡°Si estoy mala, env¨ªo el justificante m¨¦dico a recursos humanos y, a priori, no hay problema. Este llega cuando mi couch?(mi jefe), a sabiendas de que estoy enferma y descansando, me llama, me manda mensajes o correos electr¨®nicos. Si es algo urgente, adem¨¢s, me llama insistentemente¡±, explica Elena Le¨®n (pseud¨®nimo), directora de tienda de una multinacional de productos deportivos. ?He tenido incluso que llamar para comunicar despidos y contrataciones estando de baja. Si no est¨¢s disponible es que no eres tan responsable, parece que ese es el mensaje que la empresa quiere hacer llegar¡±, apunta.?¡°Ahora estoy aprendiendo a decir que no y, si respondo, pido que no me molesten porque que estoy enferma. Lo necesito por mi bien¡±. Susana Rubio Valdehita, profesora de Psicolog¨ªa del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid afirma que ¡°el trabajador que se ve abocado a seguir trabajando a costa de no recuperar su salud se siente maltratado laboralmente. Se sentir¨¢ insatisfecho, frustrado y desmotivado en su trabajo¡±.
¡°Que se pusieran en contacto conmigo mientras me hab¨ªa quedado en casa un d¨ªa por enfermedad era la t¨®nica general¡±, cuenta Jaime Hern¨¢ndez (pseud¨®nimo), abogado especialista en consumo y franquicias. ¡°Lo habl¨¦ con mi jefe y ahora pasa menos, pero el absentismo en mi trabajo est¨¢ tan mal visto que no pedimos una baja a no ser que sea indispensable. Prefieren que faltes al trabajo y que al d¨ªa siguiente vuelvas sin importar en qu¨¦ condiciones antes que coger una. Incluso he llegado a encontrar rechazo y malos comentarios por ir al m¨¦dico en horario laboral¡±. Un sentir que corrobora Susana Rubio Valdehita: ¡°En Espa?a faltar al trabajo todav¨ªa est¨¢ ¡®mal visto¡¯. Con los problemas derivados de la actual pol¨ªtica de empleo y de la crisis econ¨®mica, la inseguridad del puesto de trabajo ha aumentado considerablemente, por lo que el miedo a perder el puesto de trabajo y a ser despedido es cada vez mayor. Esta es la principal raz¨®n por la que los trabajadores procuran no faltar¡±.
Si el trabajador no puede desarrollar temporalmente su prestaci¨®n de servicios no deber¨ªa trabajar ni desde casa ni desde ning¨²n sitio, ¡°se vulnerar¨ªan sus derechos, de igual manera que si estuviera ejerciendo derechos de conciliaci¨®n¡±, se?ala Henar ?lvarez, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Le¨®n.
¡°El aut¨®nomo, con las reformas recientes realizadas en su r¨¦gimen especial, tiene derechos legales pr¨¢cticamente similares al trabajador por cuenta ajena¡±, dice ?lvarez. Pero si para los trabajadores por cuenta ajena la posibilidad del permiso por enfermedad retribuido (no baja), existe y, como apunta la profesora, ¡°lo m¨¢s habitual es que sea costumbre en la empresa o mejora empresarial, y puede venir tambi¨¦n recogido en el convenio colectivo¡±, para los aut¨®nomos esta coyuntura queda al descubierto. La m¨¢xima en ese caso es clara: d¨ªa que no trabajas, d¨ªa que no cobras.
¡°Desde que soy freelance no he parado por enfermedad, a pesar de haber estado con gripe. Simplemente intento hacer lo b¨¢sico, dejar cubiertos a mis clientes y aguantar hasta el fin de semana -que tambi¨¦n suelo trabajar, por cierto-¡°, cuenta la periodista Sara S¨¢nchez (pseud¨®nimo).? ¡°Depende de cada contrato pero, por ejemplo, con uno de mis clientes m¨¢s importantes me ocurre que el d¨ªa que no trabajo no lo facturo¡±, contesta apenas unas horas despu¨¦s de someterse a una operaci¨®n en el pie. ¡°Esta semana pensaba en lo que supon¨ªa parar un par de d¨ªas y me dec¨ªa a m¨ª misma, ¡®lo cubres con otro cliente peque?o en las pr¨®ximas semanas y equilibras¡¯. De hecho, solo voy a parar hoy, ma?ana sigo¡±.
¡°Coger d¨ªas de baja por enfermedad siendo aut¨®noma es pr¨¢cticamente un lujo¡±, dice la empresaria y dise?adora Mireya Romero, de Neko Vintage Clothes. ¡°Me he cogido en estos a?os alg¨²n d¨ªa porque no pod¨ªa seguir trabajando, pero eso ha significado tener que recuperar horas, incluso por la noche. Los d¨ªas que no trabajo el atelier permanece cerrado as¨ª que, aparte de las p¨¦rdidas econ¨®micas, necesito recuperar las horas de trabajo perdidas. Por lo menos combino las ventas del atelier con la tienda online y las p¨¦rdidas son menores¡±.
Los atracones de trabajo y la falta de descanso y reposo se traducen tambi¨¦n por problemas de salud. ?En estas situaciones, en las que es evidente la falta de apoyo social que recibe el trabajador (por parte de su empresa, de sus superiores, de sus compa?eros, del sistema¡) se puede llegar a padecer estr¨¦s o burnout, s¨ªndrome de estar quemado por el trabajo, si adem¨¢s la carga de este es elevada¡±, explica la profesora Rubio Valdehita. ¡°Los sentimientos que nos generan son de presi¨®n y de falta de apoyo y reconocimiento social. Si estas situaciones son frecuentes, podr¨ªan considerarse incluso un caso de acoso en el trabajo¡±.
En el estudio anteriormente mencionado (El absentismo laboral), se apunta que ¡°el 38% de las trabajadoras y trabajadores espa?oles consideran que su salud se ve afectada negativamente por su trabajo¡±. Una preocupaci¨®n que ha aumentado casi 10 puntos en los ¨²ltimos a?os. ¡°Ese deterioro de los efectos del trabajo en la salud que, junto con un menor grado de absentismo por enfermedad, indica que las y los trabajadores espa?oles fuerzan su asistencia al puesto de trabajo por la presi¨®n que sienten ante la inestabilidad del empleo¡±.
La desaparici¨®n del d¨ªa por enfermedad se manifiesta entonces como un s¨ªntoma m¨¢s que anuncia ese mal mayor. De la mano de la?casi nula posibilidad de desconexi¨®n digital, porque m¨¢s vale contestar un e-mail de tu jefe o un cliente a las once de la noche vaya que piense que no tienes inter¨¦s. Acompa?ada del uso compulsivo de las redes sociales como plataforma de exposici¨®n de lo mucho que trabajamos y (ojo) de lo mucho que nos gusta hacerlo a destajo y en malas condiciones. Hashtags #adoromitrabajo compartidos desde la oficina ya de madrugada que pintan una glamourizaci¨®n de la explotaci¨®n laboral, como bien explica Erin Griffith en su art¨ªculo ?Por qu¨¦ la gente joven hace como que ama su trabajo? en The New York Times. Y esa barrera cada vez m¨¢s desdibujada entre lo laboral y lo personal: no, el co-living entendido como una oficina en la que tambi¨¦n duermes o vas al gimnasio sin perder tiempo desplaz¨¢ndote no es una forma de hacerte la vida m¨¢s f¨¢cil ni m¨¢s barata, es hacerte trabajar m¨¢s sacando r¨¦dito tambi¨¦n de esos sueldos cada vez m¨¢s bajos y relegando a segundo plano el ocio y lo privado.?Perder el permiso por enfermedad es perpetuar esa carga mental que nos hace creer que siempre deber¨ªamos estar trabajando, propia de la generaci¨®n mil¨¦nica y que nos agota, como explica con detalle Anne Helen Petersen en su archicitado ensayo en BuzzFeed. ¡°Yo sufro bruxismo desde hace un par de a?os y cuando tengo alg¨²n baj¨®n, como este del pie o una gripe (que paso trabajando), vuelve. Falta de sue?o, comer menos, salir menos con tus amigos y familia¡ En definitiva, es ir a matacaballo con todo¡±, concluye la periodista Sara S¨¢nchez.
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