El veintea?ero que convirti¨® el para¨ªso VIP de los ¡®millenials¡¯ en una pesadilla
Al empresario Billy McFarland le llueven las demandas en los juzgados por el fraude de un supuesto festival VIP en las Bahamas que se convirti¨® en ¡®El se?or de las Moscas¡¯.
![fyre festival](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/76RBP2RWFZPF5EC3OP4VMZKNGM.jpg?auth=b62e612e0b89523f1ed70cbea7599fb1f1b2cabb97e249c9d78677ab8b257477&width=414)
William ?Billy? McFarland solo tiene 25 a?os pero ya se ha ganado el apodo de ser el ?Madoff de los millenials?. Su pol¨¦mico curr¨ªculo de negocios parece avalar su apodo. Ha sido el responsable de convertir en un aut¨¦ntico Se?or de las Moscas lo que promet¨ªa ser un festival VIP en una exclusiva isla de las Bahamas, el Fyre Festival, arruinando las ilusiones de la chavalada m¨¢s privilegiada de EEUU y dejando en la estacada a inversores millonarios que, tras la debacle en la que se convirti¨® el evento m¨¢s desastroso de 2017, ahora comprenden que su prometedora start up en realidad podr¨ªa haber bebido del esquema Ponzi.
De entrevistas en Vanity Fair donde promet¨ªa convertirse en el inventor de un Coachella mucho m¨¢s inspiracional, exclusivo y paradis¨ªaco ¨Cmuchos lo comparaban con el nuevo Mark Zuckerberg¨C, a empresario incapaz de pagar a sus propios empleados. McFarland, seg¨²n avanza The Guardian, se enfrenta ahora a demandas millonarias en los juzgados. El rotativo brit¨¢nico recoge el testimonio de un inversor que desembols¨® 700.000 d¨®lares para la app de Fyre Media bajo la promesa de unos beneficios de 31 millones en pocos meses. Acciones legales que se suman a la que han interpuesto dos prestamistas que le dejaron 3 millones que no han visto ¨CCarola Jain y?Ezra Birnbaum¨C y otro conjunto de demandas y denuncias en en Los Angeles de unos 100 millones de d¨®lares entre los compradores de entradas y los servicios de tickets.
?C¨®mo ha llegado este joven a ser considerado como uno de los supuestos timadores m¨¢s pol¨¦micos de 2017? No es la primera vez que McFarland ¨Cjunto a su socio, el rapero Ja Rule¨C se mete en l¨ªos de este estilo. En 2014 desarroll¨® lo que ¨¦l vende como una especie de American Express negra para millenials. Una tarjeta llamada Magnises que promete a sus j¨®venes suscriptores formar parte de un exclusivo club cuya membres¨ªa les ofrece descuentos en conciertos y clubs, viajes a lugares paradis¨ªacos o invitaciones a fiestas privadas en eventos de renombre, como la Miami Art Basel a cambio de pagar 250 d¨®lares al a?o. La start up, que sigue operativa y tiene unos 40.000 miembros ¨Cel 60% est¨¢ en Nueva York¨C, tambi¨¦n ha defraudado a sus socios. Seg¨²n desvel¨® el Business Insider, algunos miembros de este supuesto club de ¨¦lite no han conseguido la experiencia VIP, ni mucho menos, que se les promet¨ªa. Problemas para acceder a los conciertos de Beyonc¨¦ o Adele adquiridos a trav¨¦s de la app ¨Cse les avisaba el mismo d¨ªa de que ya no pod¨ªan ir¨C o vuelos comprados a Cuba que acababan cancel¨¢ndose tras m¨²ltiples cambios. Experiencias negativas que ahora se han multiplicado con el pol¨¦mico Fyre Festival.
El caso de McFarland sienta precedentes en los peligros del marketing experiencial, tan en boga hoy en d¨ªa y cuyos estudios defienden que los j¨®venes quieren sentirse exclusivos en su tiempo de consumo. Su festival era el ep¨ªtome de esta filosof¨ªa: los tickets se mov¨ªan entre los 1.200 d¨®lares en el paquete b¨¢sico hasta los 250.000 d¨®lares para grupos, con vuelos fletados desde Miami a Exuma. El festival que celebraba el hedonismo capitalista m¨¢s salvaje asegurando fiestas en yates (alquilados por 60.000 d¨®lares extra), barbacoas en playas de aguas pr¨ªstinas y glamping en yurtas glamourosas se convirti¨®, m¨¢s bien, en una versi¨®n de Los Juegos del Hambre o una especie de juego perverso de supervivencia, con tuits de sus asistentes pidiendo ayuda para salir de la isla y cachondeo total en las redes sociales. Las actuaciones se cancelaron el primer d¨ªa, no hab¨ªa asistencia m¨¦dica y los festivaleros se vieron atrapados en la isla en las supuestas yurtas que pasaron a ser carpas a medio montar y las barbacoas se convirtieron en sandwiches de pan seco con una rodaja de tomate; sin saber cu¨¢ndo podr¨ªan volver a sus casas.
?C¨®mo llegaron estos chavales a pagar tales barbaridades de dinero siendo la primera edici¨®n de un evento de esas caracter¨ªsticas? Posiblemnte, porque unos 400 influencers contratados no se hab¨ªan cansado de prometer a sus seguidores durante meses en sus redes que el Fyre Festival era el aut¨¦ntico sue?o inspiracional del a?o. En diciembre una manada de supermodelos acudieron a la isla de la debacle para grabar la exitosa promoci¨®n del festival. Un anuncio de poco m¨¢s de un minuto donde chicas de la liga de Victoria¡¯s Secret (Alessandra Ambrosio, Bella Hadid, Emily Ratajkowski, Lais Ribeiro o Chanel Iman, entre muchas otras) se zambull¨ªan al mar desde magn¨ªficos yates o montaban en motos de agua mientras se promet¨ªan fiestas hasta el amanecer ?en una de las islas que perteneci¨® a Pablo Escobar?.
Una car¨ªsima producci¨®n con toques de superproducci¨®n hollywoodiense a sumar a toda la promoci¨®n pagada en redes (la empresa contrat¨® al maestro del meme, FuckJerry) con posts en los que influencers promet¨ªan maravillas sobre el evento y acudir a ¨¦l (solo Ratajowski incluy¨® el hashtag #ad). Seg¨²n desvel¨® despu¨¦s Vice, la organizaci¨®n lleg¨® a pagar 250.000 d¨®lares a Kylie Jenner para que hablase del festival en su Instagram y ninguno de los 400 influencers contratados para promocionarlo cobr¨® menos de 20.000 d¨®lares. Una estrategia que se llev¨® a cabo meses antes de tan siquiera contratar los aseos para los asistentes o el servicio de catering (que se dej¨® para el ¨²ltimo momento).
?Bill McFarland deja un reguero de desastres de falso lujo all¨ª por donde pisa?, defend¨ªan en un reciente perfil en Esquire, a la espera de saber si el desastre de Fyre acaba con la carrera de este joven que dej¨® los estudios para cambiar la vida de los millenials. Y de qu¨¦ manera.
![Alessandra Ambrosio y Gizele Oliveira, en la imagen promocional del festival Fyre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6M6UUJ67FNMWRLDMP3ITJYAQRE.jpg?auth=2a850be0a82e31298529d3dbccac7f8e005fd9c474aed31be2f16dba9736db09&width=414)
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