El caso de las marcas creadas por ¡®influencers¡¯ que copian a las grandes firmas
Las reinas de Instagram se reinventan lanzando sus propias etiquetas de ropa en las que es f¨¢cil encontrar dise?os inspirados en la pasarela. La cuenta Diet Prada, una vez m¨¢s, se encarga de desenmascararlas.
El que est¨¦ libre de plagio, que tire la primera piedra. Ese podr¨ªa ser el mantra de una industria en la que cada vez m¨¢s agentes optan por la ?inspiraci¨®n? como infalible m¨¦todo de dise?o. Las marcas low cost democratizan las tendencias de pasarela creando versiones asequibles, pero tambi¨¦n los grandes dise?adores se ven envueltos en pol¨¦micas acusados de fijarse demasiado en el trabajo de peque?as marcas o genios atemporales. Los famosos, claro, no iban a ser menos y celebrities como Kim Kardashian han sido se?aladas por reapropiarse de la creatividad ajena cuando se empe?an en convertirse en dise?adores de ropa. En este contexto no resulta chocante que las blogueras e influencers de moda, que mueven masas digitales con cada nuevo look, repliquen las prendas que tantos likes les suponen a un precio m¨¢s competitivo.
Que no resulte sorprendente no quiere decir que sea leg¨ªtimo y Diet Prada,?el d¨²o formado por Tony Liu y Lindsey Schuyler que denuncia en redes sociales las copias de la industria y averg¨¹enza a quienes las perpetran, ha puesto su ojo cl¨ªnico sobre las firmas capitaneadas por influencers. Su cuenta de Instagram publicaba recientemente dos fragantes casos. La estadounidense Arielle Charnas (1,2 millones de seguidores) era tachada de copiar para su firma Something Navy ¨Ca la venta en el portal Nordstrom¨C la famosa diadema de Prada o unos zapatos de?Manolo Blahnik, entre otros objetos de ?dudosa calidad? a juzgar por los comentarios de muchos de sus clientes. La pol¨¦mica no tard¨® en estallar tras el post incriminatorio de Diet Prada y muchos internautas acudieron a su Instagram para ridiculizarla e incluso insultarla. Ella se defend¨ªa afirmando que se hab¨ªa inspirado en las pasarelas ?a?adiendo algunos cambios? para ofrecer productos a sus seguidores que quiz¨¢ no podr¨ªan permitirse en su versi¨®n original.
Poco despu¨¦s, Diet Prada se?alaba a otra instagramer por tirar de inspiraci¨®n obvia en los dise?os de su marca. Rach Parcell, conocida como Pink Peonies (1 mill¨®n de seguidores), incluye en la firma que acaba de lanzar un cintur¨®n troquelado sospechosamente parecido a un dise?o de Ala?a, adem¨¢s de dos pares de pendientes clavaditos a los de Rebeca de Ravenel (las semejanzas pueden comprobarse en la imagen que encabeza este art¨ªculo).
Los casos anteriores no est¨¢n aislados y, desde hace tiempo, la tendencia de las blogueras a capitalizar su estilo creando sus propias firmas de ropa ha ido acompa?ada de pol¨¦micas acusaciones de plagio. La archiconocida italiana Chiara Ferragni (16,3 millones de seguidores), por ejemplo, ha sido se?alada por convertir sus zapatos en peque?os monstruos con ojos y boca al m¨¢s puro estilo Fendi. Basta con dar un paseo por la web de su marca para comprobar que las inspiraciones van m¨¢s all¨¢ de lo anecd¨®tico e incluyen unas zapatillas con estrellas muy parecidas a las de Saint Laurent o ch¨¢ndales de colores tipo Kappa que sustituyen el logo de la marca deportiva por los ojos que representan la firma de la bloguera. Lo m¨¢s llamativo de todo es que los clones pertenecen a marcas con las que suele colaborar (Fendi, sin ir m¨¢s lejos, es una de sus etiquetas m¨¢s afines).
En el panorama nacional tambi¨¦n existen ejemplos. Cada vez son m¨¢s las influencers con firma de ropa propia (Dulceida, Lovely Pepa, Paula Ordov¨¢s, In¨¦s Arroyo, Silvia Garc¨ªa ¨CBartabac¨C, Paula Gonu y un largo etc¨¦tera) y eso multiplica las posibilidades de encontrar prendas y accesorios con referencias a casas de lujo y todo tipo de ense?as. En Lovely Pepa Collection, por ejemplo, se cuela un vestido wrap que recuerda a un dise?o de la francesa R¨¦alisation que, por cierto, se hizo famoso por ser versionado hasta la saciedad por infinitas marcas. En ? bicyclette, la marca de la bloguera espa?ola Bartabac, venden una camiseta estampada con un lim¨®n igualita a la que populariz¨® la firma n¨®rdica Ganni (mismos colores, misma ilustraci¨®n, mismo ¡®lemon¡¯ escrito junto al dibujo¡). La lista podr¨ªa continuar con muchas inspiraciones m¨¢s.
Tirando de hemeroteca, fue sonado el caso de la modelo ¨Cy tambi¨¦n reina de Instagram con 22,4 millones de seguidores¨C Emily Ratajkowski.? La estadounidense lanz¨® una l¨ªnea de ba?adores (Inamorata) a finales de 2017 y su cat¨¢logo no tard¨® en hacer saltar las alarmas al resultar demasiado similar al de Lisa Marie Fern¨¢ndez. La firma de ba?o de lujo incluso interpuso una demanda contra la maniqu¨ª para reclamar el plagio. La top asegur¨® que la inspiraci¨®n le vino de un n¨²mero antiguo de Sports Illustrated, pero los tribunales tendr¨¢n la ¨²ltima palabra. Mientras tanto, Diet Prada seguir¨¢ al frente del juicio paralelo en el medio que mejor manejan jueces y acusados: Instagram.
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