Oda a la bota alta, un calzado con 15.000 a?os de historia, y 17 modelos de lujo para acertar este oto?o
Las casas de moda apuestan por la ca?a media y alta para la pr¨®xima temporada. Aqu¨ª una selecci¨®n.

Se acabaron las medias tintas. El gobierno del bot¨ªn ha tocado rodilla. Esta temporada vuelve el imperio de las botas de ca?a alta. El rey ha muerto, ?viva la reina!
El origen de la bota se remonta a hace 15.000 a?os (existen numerosas pinturas rupestres ¨Ccomo las de Tassili en Argelia- que dibujan a mujeres calz¨¢ndolas). Su fin no s¨®lo era el de proteger del fr¨ªo y la humedad al pie sino que tambi¨¦n ten¨ªan uno est¨¦tico pues se conservan piezas de Mesopotamia y Oriente Medio con las punteras decoradas.
Despu¨¦s de siglos reservado al uso profesional de los hombres, en el XIX la reina Victoria de Inglaterra puso de moda este calzado entre las mujeres de la alta sociedad. La abuela de Europa, cansada de tropezar por los alrededores de su castillo-capricho de verano escoc¨¦s le encarg¨® a su zapatero J. Sparkes Hall un par de botas como las de los maromos. Por eso se conoce como bota Balmoral a ¨¦sta que sujeta el tobillo y abraza los m¨²sculos extensores.
Bajo una mirada extraterrestre ha sido reinterpretada, a su manera, por John Galliano para Maison Margiela para esta temporada. Este modelo nace de la suma o fusi¨®n de las Tabi (esas que separan el pulgar del resto de compa?eros inspir¨¢ndose en el calzado tradicional japon¨¦s) y la zapatilla Instapump de Reebok. Toda la colecci¨®n, seg¨²n confes¨® el gibraltare?o en el podcast que sigui¨® al desfile, giraba en torno a ?dar una nueva vida a algo viejo para poner en marcha una nueva conciencia?.

Tres d¨¦cadas despu¨¦s, sobre el 1880, las obreras recuperaron este objeto de abrigo propio de su clase. Las botas fueron desprovistas de lazos, bordados y cursiler¨ªas y la ca?a se elev¨® hasta la corva. Prada propone para este oto?o botas planas estilo Wellington ¨Cen piel, con suela militar de pl¨¢stico y rematadas con borreguillo- hasta los gemelos en colores pastel porque, como reconoce la propia Miuccia, se puede ?ser fuertes y femeninas al mismo tiempo?. Pares a la misma altura que los que dibuja Natacha Ramsay-Levi en Chlo¨¦, aunque ¨¦sta toma su inspiraci¨®n en los zapatos Brogue para una colecci¨®n hilada por las pinturas de la artista Rita Ackermann. Maria Grazia Chiuri, por su lado en Dior, hizo un recorrido por todo el zapatero de invierno y eso incluye naturalmente botas militares, camperas, boxeadoras tuneadas y de esqu¨ª. Balenciaga tambi¨¦n hizo un largo recorrido por el mundo de la bota para prestar especial atenci¨®n a las impermeables. Una deferencia con las modelos a las que Demna Gvasalia hizo desfilar sobre una pasarela de agua.




La bota vaquera, tradicional de EE.UU., tras numerosas transformaciones en la d¨¦cada de los 60 y 70 del siglo pasado, se deshace de su marcada boca de pez en la ca?a y su puntera puntiaguda gracias a Off-White, que la disfraza con sarcasmo de res. Nicolas Ghesqui¨¨re en Louis Vuitton s¨ª ha respetado los c¨®digos tradicionales, incluido el tac¨®n cubano, aunque ha desnudado a la cowgirl de flora troquelada para coserla a tachuelas.


M¨¢s t¨ªpicas de los 60 son las de corte futurista-espacial (qu¨¦ injusto es el presente con las ilusiones del pasado) con su punta redondeada y suela extraplana como las que propone Lanvin.

En los 70, y por fin hemos llegado a la madre del cordero, rein¨® indiscutiblemente, como este oto?o, la mosquetera. Esta bota se prolonga por encima de la rodilla. Debe su nombre a las que llevaban los mosqueteros franceses en el siglo XVII y que populariz¨® Alejandro Dumas en 1844 en su novela Los tres mosqueteros. Sin embargo, en el planeta moda, su imagen est¨¢ ¨ªntimamente ligada a Betty Catroux en la apertura de la tienda Saint Laurent Rive Gauche en Londres el 10 de septiembre de 1969, o lo que es lo mismo a la l¨ªnea pr¨ºt-¨¤-porter del genio Yves Saint Laurent. Las tiene esta temporada, por ejemplo, Celine.

Olivier Rousteing en Balmain propone unas confeccionadas en cuero y charol con efecto arrugado que nacen en las ingles y mueren en un alt¨ªsimo tac¨®n de aguja. Tendencia que tambi¨¦n sigue Isabel Marant. Sarah Burton (McQueen), por el contrario, prefiere estrechar la mosquetera hasta crear un efecto media que casi logra con la misma maestr¨ªa que el colorista Marc Jacobs.




Emilio Pucci las combina con los estampados de la colecci¨®n, Acne Studios las remata en peep toes y Fendi y Marine Serre juegan al efecto trampantojo combinando la media con el color o estampado de la bota de ca?a media o baja. Un juego de mentiras inteligentes que estiliza la figura, casi como la mosquetera, y suma comodidad.




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