En el taller de Cecilie Bahnsen, la dise?adora responsable de los vestidos rom¨¢nticos m¨¢s buscados
Para la danesa, heredera de Galliano, la sostenibilidad est¨¢ en el respeto hacia todos los integrantes de la cadena y en las piezas eternas que se pueden heredar.
Cuando hace un a?o la danesa Cecilie Bahnsen comenz¨® a dise?ar su colecci¨®n Studio, una c¨¢psula para esta primavera, el mundo fren¨® con furia y se recluy¨® en un confinamiento inveros¨ªmil. Con proveedores inactivos y talleres cerrados, la creativa tuvo que sacudirse los procesos que ven¨ªa repitiendo desde que fund¨® su marca en 2015. En vez de comenzar desarrollando nuevos materiales, apost¨® por rebuscar entre los sobrantes que almacenaba en su atelier. Organza bordada, tafet¨¢n, acolchados, nido de abeja¡
?Generalmente conservo los retales y los restos de cada colecci¨®n, porque me parecen muy valiosos?, explica por tel¨¦fono desde Copenhague, ?as¨ª que en este caso fue inspirador echar la vista atr¨¢s y ver todo lo que guardaba, recordar qu¨¦ hab¨ªa hecho e imaginar nuevas piezas con lo que ten¨ªa disponible?. Dos por uno: el ingenio la sac¨® del apuro y adem¨¢s sirvi¨® para evidenciar la atemporalidad de su apuesta, que conf¨ªa en la excelencia de la materia prima como cimiento para construir colecciones sin fecha de caducidad. ?Desde que empec¨¦ con mi marca, me plante¨¦ un enfoque respetuoso, idear prendas que tuvieran el menor impacto posible, sustentadas en la calidad de los tejidos y la longevidad de los dise?os?. La crisis del coronavirus se present¨® como una oportunidad para cerrar el c¨ªrculo y convertir los desechos en una colecci¨®n de tirada limitada.
En poco m¨¢s de un lustro, Bahnsen ha dado forma a una ense?a con identidad que abraza la feminidad y rompe con ese axioma de la moda que dice que el minimalismo o los cortes cl¨¢sicos son los ¨²nicos que sobreviven al salvaje ciclo de las tendencias. Ella se niega a renunciar a la fantas¨ªa y defiende conjugarla con los acabados ricos, propios de la costura, que son precisamente los que justifican su permanencia en el armario a largo plazo. Sus dise?os son de todo menos sencillos: quiz¨¢ como si las v¨ªrgenes suicidas de Sofia Coppola hubieran descubierto los vol¨²menes de Balenciaga. Pero el resultado tiene un aire l¨²dico y candoroso que recuerda al que conseguir¨ªa una ni?a jugando a acicalarse con los vestidos de mam¨¢.
De la moda le atrajo su capacidad para expresar. Estudi¨® en el londinense Royal College of Art y comenz¨® su andadura en la firma Erdem. En sus creaciones hay mucha herencia y aprendizaje: ?Me enamor¨¦ del romance de la artesan¨ªa trabajando con John Galliano en Par¨ªs; estando en el taller y descubriendo todo lo que hab¨ªa detr¨¢s de una labor manual y unas t¨¦cnicas que se han transmitido de unos a otros. Quise que ese fuera el foco de mi creatividad?. Eso s¨ª, su mentalidad n¨®rdica no olvida la funcionalidad. ?El enfoque escandinavo est¨¢ en los patrones, cortes bellos, esculturales, que siempre buscan que se luzca el tejido. Pero mis prendas son f¨¢ciles de llevar, son c¨®modas y creo que gustan porque permiten que cada mujer las haga suyas?. Sus seguidoras suelen conseguirlo mezcl¨¢ndolas con botas de monta?a o sandalias con velcro de la japonesa Suicoke.
La gente busca optimismo y belleza. Volver a disfrutar con prendas preciosistas despu¨¦s de tanto tiempo.
El combo le ha funcionado desde que debut¨® con su l¨ªnea hom¨®nima con una primera colecci¨®n que le compr¨® ¨ªntegra Dover Street Market en Londres. Solo un a?o despu¨¦s se convert¨ªa en una de las finalistas del prestigioso premio LVMH y su nombre se hac¨ªa global (pese a que la corriente general se inclinaba hacia el fe¨ªsmo de Vetements). Hoy vende en m¨¢s de 120 puntos en todo el mundo como Browns, 10 Corso Como, o Net-a-porter. La pandemia que ha instaurado el ch¨¢ndal como uniforme le ha dado otro parad¨®jico empuj¨®n: ?Ahora la gente busca optimismo y belleza. Volver a disfrutar con prendas preciosistas despu¨¦s de tanto tiempo. Eso s¨ª, creo que esa noci¨®n de belleza en el futuro primar¨¢ la calidad, las inversiones que duren?. Ella conf¨ªa en su instinto y en las bases s¨®lidas de las que ya dispone. ?Hay que tomarse tiempo para considerar los cambios culturales, porque pueden ser muy r¨¢pidos y necesitas ser valiente para hacer el movimiento adecuado?. O para quedarse quieto y no hacer nada.
Cecilie Bahnsen vaticina un gran cambio, especialmente en la manera en que las marcas se comunican con sus consumidores: ?Hay que mostrar m¨¢s transparencia para transmitir todo tu universo?, apunta. Quiz¨¢ porque el futuro pasa por volver a lo de siempre: a contar historias o a rehacer con retales.
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