Duelo de damas francesas: ?Bruni o Paradis?
Analizamos el estilo, el talento musical y la vida amorosa de los de las francesas m¨¢s ilustres del mundo la moda.
En sus caminos se cruzan la m¨²sica y la moda, la alfombra roja y la pasarela. Portadas de lujo? y amores VIP. Han sobrepasado la? barrera de los cuarenta a?os, aunque la ex-primera dama le lleva una discreta ventaja cronol¨®gica (45 a?os frente 40), eso s¨ª, mitigada con intervenciones est¨¦ticas y correcciones digitales. Ahora, Vanessa Paradis y Carla Bruni, coinciden en la primera p¨¢gina musical con dos nuevos ¨¢lbumes, Love songs y Little french songs (respectivamente). Dos titulos con canciones protagonistas pero con diferente m¨²sica de fondo. Un duelo frente a frente.
Cuesti¨®n de estilos
Carla Bruni destac¨® en aquella primera divisi¨®n de las top models de los a?os noventa. Su nombre junto con el de Linda Evangelista, Christy Turlington, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y muchas otras usurparon el protagonismo glamouroso de las estrellas de cine rob¨¢ndoles las mejores portadas de las revistas. Desfilando para Versace o Yves Saint-Laurent, Carla Bruni se subi¨® al p¨®dium de la modelo rock star. Cuando los flashes de la pasarela empezaron a bajar de intensidad, hizo su traspaso con ¨¦xito al planeta m¨²sica, para refundarse estil¨ªsticamente ¨Cy algunas cosas m¨¢s¨C en el fantasma de Fran?oise Hardy. Bruni abandon¨® los perfiles m¨¢s voluptuosos de la couture inspir¨¢ndose en el estilo fijado por la int¨¦rprete de ¡°Tous les gar?ons et les filles¡± en los a?os sesenta, en esa encantadora mezcla de sensibilidad y neoromanticismo, de cantante folk-pop y suaves acentos sexy que acabar¨ªan d¨¢ndole tan buenos resultados.
Canciones de elegancia ac¨²stica para una int¨¦rprete que basaba su poder de seducci¨®n en hacer de la m¨¢xima ¡°menos es m¨¢s¡± su libro de estilo e interpretaci¨®n. No estamos seguros, que de haber concursado en algunos de esos programas musicales, hubiera pasado las fases eliminatorias. La que s¨ª hubiera pasado y hasta con nota, que para algo comenz¨® como ni?a prodigio, fue sin duda Vanessa Paradis. De ¨ªdolo infantil a embajadora de Chanel, el trayecto estil¨ªstico de Vanessa Paradis se inicia con unos vaqueros ¡°descuartizados¡± y una melena esculpida por el fijador, un look que copiaron una buena parte de? las jovencitas francesas en la d¨¦cada de los ochenta. Paradis hace honor a su estatus de Lolita en la pantalla ¨Cf¨ªsico versi¨®n mini de Brigitte Bardot¨C? o en galas musicales, enfundada en un vestido de Azedine Ala?a o como eterno gar?on parisiense, con camiseta, tirantes y corbata de lunares.
Cine, m¨²sica y publicidad. Su consagraci¨®n como nuevo icono tiene lugar con la nueva campa?a del perfume Coco sustituyendo a la hasta entonces imagen de Chanel, la modelo Ines de la Fressange. Con? direcci¨®n art¨ªstica de Jean-Paul Goude, Vanessa Paradis se transforma en una adorable y sexy ave del para¨ªso encerrada en su jaula dorada. Los nombres de Vanessa Paradis y Chanel sellan un pacto de amor y negocios. Bajo el nuevo imperio de la marca y su k¨¢iser, Karl Lagerfeld, la cantante y actriz se transforma en uno de sus m¨¢s s¨®lidos soportes publicitarios, convirti¨¦ndose en la nueva representaci¨®n del eterno chic franc¨¦s.
Fuera de las pasarelas y en su nuevo escenario profesional como cantante-creadora, Carla Bruni seguir¨¢ cultivando esa imagen suave y sexy apareciendo en camis¨®n baby doll para la portada de su segunda incursi¨®n musical, No promises, o como hero¨ªna de paisaje rom¨¢ntico en Comme si de rien n¡¯¨¦tait, su tercera entrega discogr¨¢fica. Su uni¨®n sentimental con el pol¨ªtico Nicolas Zarkozy se?alar¨¢ una nueva etapa, ahora como primera dama de Francia. La antigua modelo se erige como una nueva Jackie Kennedy en medio de los c¨ªrculos pol¨ªticos y encuentros internacionales? donde su encanto y elegancia es el pan de cada d¨ªa entre los comentaristas y las esposas de los pol¨ªticos. Bruni cultiva un clasicismo puesto al d¨ªa como embajadora de la elegancia made in France. En su viaje oficial a Espa?a aparece junto a la princesa Letizia, un duelo de tacones a las puertas del Palacio de la Zarzuela que acaba en empate. A la cena oficial, sin embargo,? se exhibe como la vencedora de la velada vistiendo un traje de terciopelo de Dior y el esp¨ªritu de Audrey Hepburn-Desayuno con diamantes, como gu¨ªa estil¨ªstica. La antigua modelo rock-star se ha transformado en My Fair Lady.
M¨¢s audaz y en muchas ocasiones a las ant¨ªpodas del estilo Bruni, es el look de Vanessa Paradis. Desde sus combinados y superpuestos que a m¨¢s de un estilista y seguidor de las ¡°bellas formas¡± pondr¨ªa los pelos de punta, a esa imagen de abanderada del Bohemian Chic Style, sus apariciones en el photocall? siempre atraen el foco y los objetivos como una fuerza magn¨¦tica. De la mano de Chanel, la cantante? y actriz ha dado nuevos br¨ªos a la marca, ya como alegre chica flapper de la era del jazz o mezclando a su antojo algunos de los iconos de la casa de moda. Un personaje que sabe jugar siempre l¡¯esprit du temps, con libertad y seducci¨®n. Una fascinaci¨®n e identificaci¨®n popular que no ha? pasado por alto para la marca H&M eligi¨¦ndola para su ¨²ltima campa?a. A la ¨¦gerie Chanel tambi¨¦n le sienta bien el glamur low cost.
La banda sonora
Con solo doce a?os, Vanessa Paradis registra su primer trabajo musical. Una canci¨®n, Joe le taxi, la convierte en ¨ªdolo adolescente y dos millones de discos vendidos. Su siguiente paso, en ese delicado trayecto de aprendizaje como cantante juvenil, cuenta ni m¨¢s ni menos que con Serge Gainsbourg, que? le escribe un ¨¢lbum entero, Variations sur le m¨ºme t¡¯aime (1990) y le hace entrar en su ¨¢lbum de oro junto a Jane Birkin, Brigitte Bardot, Juliette Greco y otras diosas y musas.? Gainsbourg le deja como testamento? una peque?a perla, ¡°Dis-lui toi que je t¡¯aime¡± y le hace ganar varias? recompensas musicales. Carla Bruni? tampoco podr¨¢ sustraerse al ¡°embrujo Gainsbourg¡±? aunque tendr¨¢ que contentarse? con la repesca de una antigua canci¨®n, ¡°La noy¨¦e¡±,? incluida en su primer ¨¢lbum musical, Quelqu¡¯n m¡¯a dit, un debut discogr¨¢fico? que contra todo pron¨®stico, se convierte en un gran ¨¦xito de ventas con canciones? susurradas a modo de? confesiones mel¨®dicas.
Como Vanessa Paradis, Bruni consigue conciliar el favor de un p¨²blico hipster con un auditorio m¨¢s popular o generalista. Entre los ascendentes musicales que se pueden rastrear en su songbook o ADN, int¨¦rpretes? como Barbara, Marianne Faitfhull, Norah Jones o Joni Mitchell. Por su parte, Paradis, explora las caras del pop y busca la complicidad de un m¨²sico como Lenny Kravitz que le abre a un sonido m¨¢s? soul, con gui?os a la Tamla Motown y canciones com Be My Baby? o Your Love Has Got a Handle On My Mind.? O declinando? sonidos m¨¢s en¨¦rgicos y rockeros como ese cover de la Velvet Underground, I¡¯m? wating for the man.
Little french songs es el ¨¢lbum que ha se?alado el retorno a la escena musical de Carla Bruni, donde continua su vertiente como cantante-creadora de textos melanc¨®licos e intimistas, aqu¨ª con sus apuntes m¨¢s sat¨ªricos, que algunos han querido ver y leer en clave pol¨ªtica. Un ¨¢lbum sellado entre la Chanson y? la balada folk que recorre la l¨ªnea ya apuntada por su primer trabajo musical. En su contra, en estos ¨²ltimos a?os ha habido una explosi¨®n de cantantes? femeninas y voces ¨ªntimas, que han dejado el? panorama mel¨®dico un poco saturado. Por su parte Vanessa Paradis, despues de haber colaborado con algunos de los m¨¢s aguerridos m¨²sicos de la nueva ola francesa, se ha puesto en las manos de un?? creador como Benjamin Biolay, responsable de la direcci¨®n y producci¨®n de su nuevo ¨¢lbum, Love songs. Un doble ¨¢lbum marcado por sonidos electro-pop y otros acentos para la peque?a gran diva. El pr¨®ximo octubre se anuncian tourn¨¦es de las dos primeras damas de la Chanson y el pop franc¨¦s. El duelo est¨¢ servido.
Agitadas vidas amorosas
A diferencia de la trayectoria musical y cinematogr¨¢fica, el balance amoroso de Carla Bruni gana de momento por goleada al de Vanessa Paradis. Confirmados ¨Cy? otros envueltos solo en rumores¨C aparecen m¨²sicos como Mick Jagger, Eric Clapton , Jean-Jacques Goldman, Louis Bertignac, que despu¨¦s colaborar¨¢ en sus primeros discos, o Florence Pagny, un nombre que tambi¨¦n se encuentra entre los primeros compa?eros sentimentales de Vanessa Paradis. La lista se puede enriquecer con nombres como el del pol¨ªtico socialista franc¨¦s Laurent Fabius o el actor Vincent P¨¦rez. O con padre e hijo, el editor Jean-Paul Enthoven y su hijo, Rapha?l, padre de su hijo Aur¨¦lien y protagonista de la conocida canci¨®n ¡°Rapha?l¡± que lideraba su primer ¨¢lbum. A?adamos tambi¨¦n en el ¨¢lbum, personajes como el millonario Donald Trump o el actor Kevin Kostner, entre la ciencia rumorol¨®gica y el sin confirmar. De momento nos quedamos con el pol¨ªtico Nicolas Sarkozy, que adem¨¢s de convertirla durante unos a?os en la primera dama de las pasarelas institucionales, padre de su hija, Giulia, ha hecho bueno el pron¨®stico que dice:? Las damas tambi¨¦n los prefieren feos y bajitos.
Menos densa es la vida amorosa de Vanessa Paradis. Su primer amor adolescente cuando ten¨ªa 16 a?os fue el cantante Florence Pagny. Una relaci¨®n de tres a?os a la que sucede otra uni¨®n, tambi¨¦n con el mundo de la m¨²sica como tel¨®n de fondo, con el rockero Lenny Kravitz. La cantante vive una intensa relaci¨®n con el m¨²sico americano con dedicatorias musicales incluidas. Pero ya se sabe que hasta los amores m¨¢s apasionados tienen fecha de caducidad y su relaci¨®n al cabo de dos a?os, acabar¨¢ agot¨¢ndose. Lenny Kravitz ser¨¢ el culpable de su pr¨®xima historia de amor, present¨¢ndole al siguiente hombre de su vida: Johnny Depp, con el que ha vivido su hasta ahora su m¨¢s larga y rom¨¢ntica historia de amor, con el nacimiento de sus hijos, Lily? Rose (13 a?os) y Jack ( 10 a?os). La relaci¨®n termin¨® en 2012.? Las revistas de moda y del coraz¨®n perd¨ªan una de sus parejas m¨¢s celebradas e ic¨®nicas y que algunos? hasta se?alaban como eternas.
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Vanessa Paradis, como musa de Chanel.
Carla Bruni en su ¨¦poca de modelo.
Getty
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