El ¡¯90-60-90¡ä ha muerto: llegan los antimodelos
La personalidad va primero. Las firmas aceptan la apuesta de ¡®Anti-agency¡¯, una agencia de modelos brit¨¢nica que pulveriza los est¨¢ndares de la industria con perfiles nada ortodoxos.
Desprecian los books, no miden a sus modelos y las instant¨¢neas con las que los inmortalizan imitan la espontaneidad de Terry Richardson: pose descarada sobre fondo blanco y flashazo cegador. Los chicos que recluta Anti-Agency hablan un cockney incomprensible y caminan como avestruces desgarbadas, pero nadie se escandaliza. Esta agencia de modelos londinense, que provocar¨ªa el pasmo de las compradoras campanudas que asist¨ªan a los desfiles de anta?o, lleva diez meses desafiando los encorsetados est¨¢ndares en los que se mueven sus competidores. Urban Outfitters, Asos, G-Star y alguna firma hipster ya han comprado la idea, as¨ª como las publicaciones i-D, Tank, Used, Vision, Nylon o Supernasty.
La virtud de la imperfecci¨®n, solamente reconocida en Kate Moss, Georgia May Jagger o Cara Delevingne, es el pilar que sustenta la idea de Pandora Lennard y Lucy Greene, dos supervivientes de la industria que en 2013 decidieron abrir Anti-Agency. "No pretendemos promocionar a gente extra?a o wannabes, sino rescatar a personas capacitadas que, tras desarrollar otros talentos, han desterrado la idea de posar o desfilar", explica Lennard en declaraciones a S Moda. Ante la dificultad de encajar esos perfiles en agencias tradicionales decidieron ofrecerles un escaparate. Y para su sorpresa, ha funcionado.
Entre sus fichajes se encuentran chicos j¨®venes y con habilidades que intentan abrirse paso en otros campos. El dise?ador de joyas James Tanner, la ilustradora Isabella Cotier o Alex Grover, vocalista de la banda Relics, son solo algunos ejemplos. "No tengo ni idea de lo que es la belleza, pero s¨¦ que la inteligencia, la pasi¨®n y todo aquello que nos hace ¨²nicos son cualidades que pueden hacer muy atractiva a una persona", afirma Lennard. Desde el cuartel general de Anti-Agency en Londres recuerdan que su casting est¨¢ permanentemente abierto. Ya tienen casi cien antimodelos en n¨®mina, todos ellos bien surtidos de tatuajes, piercings y peinados imposibles.
Abby y James, modelos de Anti-Agency.
Anti-Agency
Seg¨²n cuentan las responsables de la agencia, las labores de scouting las desarrollan en redes sociales, galer¨ªas de arte y focos hipster de la capital brit¨¢nica (el sur del barrio de Hackney y alrededores). "No buscamos maniqu¨ªs, sino gente con estilo y personalidad que ofrezca algo m¨¢s", dicen. Sus modelos ya han desfilado para Vivienne Westwood, Giles o Maison Martin Margiela, y Dr. Martens o Uniqlo han solicitado sus servicios para sendas campa?as. Parece que esta vez los extra?os compa?eros de viaje que depara la moda han encontrado un referente que promete abrirse paso a empujones.
A las fundadoras de Anti-Agency les gustar¨ªa extender sus dominios a Nueva York y Los ?ngeles, "en funci¨®n de c¨®mo transcurra todo". Por el momento, ya se atisba un cambio de tendencia gracias a ciertas bellezas sui g¨¦neris que empiezan a despuntar. Por ejemplo, Chloe N?rgaard, la chica de la melena arcoiris que sedujo a las hermanas Mulleavy. Sin olvidarnos de la modelo Dorith Mous, estrella de la ¨²ltima campa?a de Diesel. Lanvin y J.Crew tambi¨¦n van a la suya: ¨²ltimamente han optado por hacer sus castings en plena calle. Entre todos parecen haber atizado una patada a uno de los grandes pedestales de la moda. Lejos de recomponerlo, hoy por hoy la pasarela est¨¢ en la calle. Nada que ver con los d¨ªas de Dovima y los elefantes, se lamentar¨¢n algunos.
¡®Model board¡¯ de la agencia.
Anti-Agency
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