El arte de viajar: c¨®mo Louis Vuitton transform¨® una maleta en un objeto de culto
Mediante cita privada, la maison francesa trae a Galer¨ªa Canalejas, la nueva milla de oro madrile?a, una incre¨ªble selecci¨®n de sus piezas de viaje m¨¢s exclusivas, desde su ic¨®nico ba¨²l armario hasta su exclusivo estuche para perfumes.
?Embalamos con garant¨ªas sus objetos m¨¢s fr¨¢giles. Especializados en embalaje de moda?. Con esta promesa plasmada en un discreto cartel, Louis Vuitton abri¨® en 1854 las puertas de su propio taller en la Rue des Capucines, n¨²mero 4. En aquella ¨¦poca, en la que viajar era un acto ins¨®lito, se necesitaban manos expertas y materiales nobles para embalar y proteger el equipaje; un doble oficio que el franc¨¦s hab¨ªa aprendido en el taller del reputado fabricante de ba¨²les, Monsier Mar¨¦chal, con qui¨¦n descubri¨® todos los secretos de la profesi¨®n hasta formarse como el ?mejor artesano de Francia?. Un savoir faire que la maison francesa trae esta temporada a Galer¨ªa Canalejas, la nueva milla de oro madrile?a, a trav¨¦s de una incre¨ªble selecci¨®n de sus piezas m¨¢s exclusivas, desde su ic¨®nico ba¨²l armario hasta su exclusivo estuche para perfumes. Una exposici¨®n ¨²nica, mediante cita privada, a petici¨®n de los viajeros m¨¢s exigentes.
Fue la emperatriz Eugenia de Montijo qui¨¦n estableci¨® esta estrecha din¨¢mica, desatando la pasi¨®n por el trabajo del franc¨¦s. La esposa de Napole¨®n III contrat¨® a Louis Vuitton como fabricante y embalador de equipaje personal. Solo el modista Charles Frederick Worth y ¨¦l ten¨ªan acceso a sus aposentos en el palacio de las Tuller¨ªas. El primero, para confeccionar su enso?ador vestuario, repleto de tules, tafetas y brocados; el segundo, con la exigencia de ?embalar la ropa m¨¢s hermosa de una manera exquisita? para transportarla durante sus extraordinarios viajes palaciegos. Un peculiar encargo que desemboc¨® en 1875 en su emblem¨¢tico Wardrobe, un ba¨²l dise?ado para abrirse de forma vertical, con un largo perchero a un lado y un set de cajones al otro.?Esta suerte de armario evitaba que el viajero tuviera que deshacer el equipaje, tanto en el largo trayecto como al llegar al destino, y hoy todav¨ªa se fabrican varias versiones en su taller de Asni¨¨res, con colgadores o cajones al lado, a gusto del cliente.
Porque las labores de Louis Vuitton no se limitaron a la petici¨®n real. El creador franc¨¦s revolucion¨® el pesado equipaje de viaje, haci¨¦ndolo ligero, elegante y personal. Un objeto de deseo en el que empez¨® a plasmar sus reconocibles lonas, como su cl¨¢sico Trianon ¨Cal que le seguir¨ªan el ic¨®nico Damier y, junto a su hijo Georges, el famoso Monogram¨C, cuya finalidad inicial no era otra que impermeabilizar los ba¨²les e impedir las imitaciones. Tan observador como pr¨¢ctico, sus revolucionarias creaciones sol¨ªan responder a esas dos exigencias: las impuestas por el medio de transporte y las necesidades de sus clientes. Cuentan que el explorador Pierre Savorgnan de Brazza, antes de una expedici¨®n a ?frica, le realiz¨® uno de sus pedidos especiales: un revolucionario ba¨²l-cama que cumpl¨ªa con cada una de sus demandas. De esa estrecha relaci¨®n tambi¨¦n naci¨® el ba¨²l de flores en lona Monogram, con el que el dise?ador quiso darle las gracias a sus clientas m¨¢s fieles. En lugar de enviarles un ramo envuelto en el cl¨¢sico papel de celof¨¢n, Louis Vuitton cre¨® un peque?o ba¨²l de jardiner¨ªa, con un interior a prueba de humedad y agua, que atesoraba su regalo floral.
Ante este nivel de personalizaci¨®n, no es de extra?ar que la demanda se disparara. Para afrontar todos los encargos, el artesano traslad¨® su producci¨®n en 1859 a Asni¨¨res, un peque?o pueblo al nororeste de Par¨ªs, en el que toda la familia viv¨ªa y trabajaba. Un taller artesanal que, m¨¢s de un siglo despu¨¦s, contin¨²a perpetuando el saber hacer del creador franc¨¦s, construyendo todo el equipaje de la firma, los exclusivos accesorios de sus desfiles y, la especialidad de la maison: las peticiones por encargo m¨¢s personales. En total, los artesanos materializan 450 Pedidos Especiales al a?o, un ejercicio de artesan¨ªa en el que de nuevo se conjugan los caprichos de los clientes, con las destrezas y c¨®digos est¨¦ticos de Louis Vuitton.
La Maison trae ahora este maravilloso universo al emblem¨¢tico edificio de Galer¨ªa Canalejas, el nuevo icono del lujo en Madrid. Mediante citas privadas y tratamiento personalizado, la firma ofrecer¨¢ por primera vez a sus seguidores un recorrido ¨²nico a trav¨¦s de todas las piezas con las que Louis Vuitton revolucion¨® la forma de moverse. A semejanza de aquella Exposici¨®n Internacional de Artes Decorativas de Par¨ªs en 1924, a partir de la cu¨¢l naci¨® el Art Dec¨®, la muestra re¨²ne hitos del dise?o como el hist¨®rico Estuche para perfumes Flaconnier, un peque?o ba¨²l de esp¨ªritu n¨®mada forrado de lona Monogram y capacidad para salvaguardar tres fragancias; o el Ba¨²l Lozine con cajones, una reinterpretaci¨®n de los eternos Courier creados en 1897, que permite abrir los cajones sin tener que abrir toda la pieza. Porque hay muchas formas de viajar, pero solo Louis Vuitton logr¨® transformar el viaje en un arte.
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