?No vestir¨ªamos a Melania Trump porque representa el racismo, la islamofobia y la homofobia?
Charlamos sobre la primera dama y por qu¨¦ la moda debe ser pol¨ªtica con Humberto Leon y Carol Lim, dise?adores de Kenzo, poco antes de la fiesta de apertura de su nueva tienda en el paseo de Gr¨¤cia barcelon¨¦s.
Humberto Leon y Carol Lim son hijos de inmigrantes. Parte de la ascendencia de ¨¦l es china y la de ella es coreana. Ha llovido mucho desde que se conocieron en la universidad de Berkeley en los 90, se mudasen a Nueva York y abriesen una peque?a tienda en el Soho en 2002, en los l¨ªmites con Chinatown, que revolucionar¨ªa la forma de entender la moda de la calle: Opening Ceremony. Acompa?ados por ese halo cool de mezclar moda, m¨²sica y cine (no es raro verles acompa?ados o trabajando con Spike Jonze, Chlo? Sevigny, Kim Gordon o Carrie Brownstein), estos dos dise?adores han sido claros y meridianos en alzar la voz contra la administraci¨®n Trump. Su activismo no es algo nuevo. No les van las medias tintas en lo pol¨ªtico. Tambi¨¦n en Kenzo, firma en la que aterrizaron en 2012, insuflaron aire nuevo (y ventas) y redifinieron para convertir en una marca de lujo deportivo con precios m¨¢s asequibles que sus competidores. Charlamos con ellos sobre estos controvertidos nuevos tiempos poco antes de la fiesta de inauguraci¨®n su nuevo local en paseo de Gr¨¤cia, en Barcelona.
?C¨®mo ha evolucionado Kenzo desde que llegaron a la firma?
Humberto Leon: Cuando aterrizamos en 2012 quisimos cambiar el formato de ra¨ªz. Nos encontramos con una dualidad en la que los shows eran m¨¢s costura y en lo comercial era m¨¢s ropa de calle, as¨ª que nosotros quisimos borrarlo todo y modernizarlo, pero recuperando la esencia de Kenzo Takada. Creo que fue la decisi¨®n adecuada. Cada temporada hemos evolucionado y cambiado, hemos incluido a multitud de colaboradores, lo que ha hecho que la marca siga viva. Podr¨ªamos decir que Kenzo cambia constantemente y evoluciona.
Fueron de los primeros en apostar de frente por el street wear y el athleisure en la industria del lujo. Ahora no hay firma de alta moda que renuncie a ¨¦l. ?Se sienten, en parte, responsables de esta nueva era?
HL: S¨ª, es interesante destacarlo porque cuando empezamos hubo mucha gente que pens¨® que nos est¨¢bamos cargando Kenzo. Dec¨ªan indignados, ??c¨®mo puede esta casa de lujo hacer esto??. En 2017 es divertido recordarlo porque ahora es normal y casi todas las firmas apuestan por ello. Me encanta que ahora se acepte y creo que nos hemos acercado a esta visi¨®n de la moda de una manera bastante aut¨¦ntica y genuina.
En esta entrevista con nuestra revista a su llegada a Kenzo insist¨ªan en la idea de haberse criado y trabajado en la era preinternet. Cinco a?os despu¨¦s, ?c¨®mo ha afectado el masivo uso de las redes en su trabajo?
HL: Creo que nos hemos adaptado bien. Carol y yo no vivimos la adolescencia con las redes sociales pero s¨ª nos convertimos en early adopters. Es curioso porque siempre decimos que fuimos preinternet pero somos los primeros que decimos que tambi¨¦n las amamos. Creemos que las usamos de una manera que es buena para la marca. Hemos creado todo este legado de v¨ªdeos y fashion films que tienen vida mucho m¨¢s all¨¢ de una campa?a espec¨ªfica, y eso es algo que nos encanta.
De hecho, el a?o pasado, su anuncio dirigido por Spike Jonze y protagonizado por Margaret Qualley fue uno de los m¨¢s virales del a?o. Se escribieron centenares de art¨ªculos analizando c¨®mo marcaba un punto de inflexi¨®n en la publicidad de productos de belleza y moda. Tambi¨¦n fue muy alabado el fashion film que dirigi¨® Carrie Brownstein. ?Tiene que cambiar la forma de hacer anuncios?
HL: Los anuncios y fashion films no tienen por qu¨¦ ser superficiales, mostrando solo a gente guapa saltando con ropa bonita. Hemos hecho muchos v¨ªdeos que abren la puerta a repensar c¨®mo se hace un anuncio. Cuando empezamos sab¨ªamos que quer¨ªamos algo diferente. Algo con una narrativa e historia detr¨¢s, que perdure m¨¢s all¨¢ de la prenda o perfume que publicita, y que no solo sea algo divertido y visual. Nuestro punto de vista es crear algo que tenga una historia y que te haga pensar ?pero, ?qu¨¦ es esto que acabo de ver?'?.
Carol Lim: La moda, de hecho, es lo de menos. Es algo secundario. En un fashion film lo importante es el film, despu¨¦s resulta que hay una marca detr¨¢s. Pero es importante incluir a los directores para que despu¨¦s se sientan orgullosos de lo que han creado. Carrie Brownstein, por ejemplo, escribi¨® y dirigi¨® el fashion film. Eso es algo bueno y productivo.
La ¨²ltima semana de la moda de Nueva York ha sido una de las m¨¢s revolucionarias y activistas que se recuerdan, plagada de gui?os contra Trump y mensajes por la multiculturalidad y la diversidad. Ustedes tambi¨¦n lo han hecho: con Opening Ceremony han lanzado la colecci¨®n c¨¢psula de sudaderas que llaman a la resistencia (y cuyos beneficios van a la ACLU) y con Kenzo decidieron donar parte del coste del desfile a asociaciones como Earth Guardians and Ideas for Us. ?La moda tiene que ser pol¨ªtica?
HL: Es que vivimos en un tiempo en el que no puedes separar esos dos conceptos. Ser¨ªa muy superficial hacer ropa y vestidos monos pretendiendo que no te enteras de lo que est¨¢ pasando ah¨ª afuera. Creemos que nuestro trabajo es alzar la voz. Somos dos personas con una plataforma para contarlo. Aunque esto, claro, no vale para todo el mundo en este gremio. Kenzo y Opening Ceremony las concebimos tambi¨¦n como una plataforma para la gente y para hablar con nuestros consumidores. Hemos buscado un equilibrio entre hablar sobre estos temas serios, pero tambi¨¦n ense?ar ropa y ser divertidos.
La revoluci¨®n de la pasarela neoyorquina contrasta con la seriedad de la semana de la moda parisina. ?Es Par¨ªs m¨¢s conservador e inmovilista?
HL: Nosotros nunca hemos sido serios. Creo que no hay mucha diferencia entre Par¨ªs y Nueva York. F¨ªjate, ahora hay much¨ªsimos movimientos entre ciudades. Raf Simons ha desfilado en Nueva York, Alessandro Michele tambi¨¦n. Creo que todo es m¨¢s como una plataforma global. Habr¨¢ tiempos en los que solo tendremos ganas de hablar de moda y ser m¨¢s divertidos, pero cuando tenemos m¨¢s cosas que decir o alzar la voz, tambi¨¦n queremos poder hacerlo sin miedo.
En la pol¨¦mica sobre vestir o no a Melania Trump, se decantaron claramente por el ?no?. De hecho, Humberto escribi¨® en su Facebook: ?Nadie deber¨ªa vestirla y si ella se compra tu ropa, dile a la gente que no la apoyas?. ?Por qu¨¦ es tan importante mojarse?
HL: (Lleva riendo desde que se ha mencionado el nombre de Melania Trump). ?S¨ª que lo es! Creo que, n¨²mero uno, decir que no vamos a vestir a Melania no tiene nada que ver con Melania Trump. Ella es una persona neutral para m¨ª, pero ella s¨ª que defiende algo en lo que no creo: actitudes racistas, homofobia, islamofobia y pol¨ªticas contrarias a los derechos de las mujeres. B¨¢sicamente,?esta mujer y su administraci¨®n representa todo lo contrario a todo por lo que nosotros luchamos y creemos. Sabemos que hay un mont¨®n de gente que dice: ?Los dise?adores no pod¨¦is hacer nada porque ella puede comprarse tu ropa?. Cierto. Pero si ella viste tu ropa y no crees en las mismas pol¨ªticas que ella puedes decir: ?eh, mira, ella se lo ha comprado?. Por supuesto que se puede comprar lo que quiera, pero como compa?¨ªa no estamos de acuerdo con ella. Es como de locos porque esta industria est¨¢ formada b¨¢sicamente por mujeres, gays e inmigrantes. Nos est¨¢s abofeteando en la cara si dices ¡°vestir¨¦ a Melania porque quiero conseguir salir en televisi¨®n durante cinco minutos¡±. Es una verg¨¹enza.
CL:? Adem¨¢s, es que ella es una inmigrante, ella no estar¨ªa aqu¨ª si no se le hubiesen abierto las puertas. Si tienes la voz, tienes que usarla para denunciarlo.
HL: S¨ª, no hay que tener miedo a decir c¨®mo te sientes. Es importante hoy en d¨ªa como marca y compa?¨ªa salir a decir: mira, esto es en lo que creemos. Yo soy gay, ella es una mujer y creemos en estos derechos para los seres humanos. Y hay que escoger un bando. F¨¢cilmente podr¨ªamos decir: ?No queremos hablar de esto, somos una marca sin m¨¢s?. Probablemente hay gente que no piensa como nosotros y compra nuestra ropa. Probablemente sea as¨ª. Nosotros no les decimos que no la compren. Simplemente decimos: somos una marca y est¨¢ el bien y est¨¢ el mal. Solo queremos ser capaces de decir en lo que creemos.
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