Esther Ferrer: ?Mi cuerpo es mi ¨²til de trabajo cuando hago arte?
La fugacidad de la vida, la cr¨ªtica a la sociedad o la evoluci¨®n de la anatom¨ªa femenina son algunas de las obsesiones de estas valientes y prestigiosas creadoras.
La artista de performances y poeta visual Bartolom¨¦ Ferrando afirma que los trabajos m¨¢s interesantes en su campo ?los hacen las mujeres?. De hecho, en Espa?a, son ellas las m¨¢s visibles y potentes. Desde Esther Ferrer, Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en 2008, hasta la m¨¢s joven Alicia Framis, a quien la Academia de Bellas Artes de M¨²nich acaba de pedirle que abra un departamento de performance. Todas ellas imparten clases, crean redes internacionales, dirigen festivales y mueven por el mundo la vanguardia espa?ola de esta disciplina. A lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas lo que m¨¢s ha evolucionado son sus reivindicaciones, ?como lo ha hecho el movimiento feminista, adapt¨¢ndose a las circunstancias cambiantes?, dice Ferrer. ?En el campo art¨ªstico queda mucho por hacer. Veo las escuelas llenas de chicas mientras en las programaciones de los museos las grandes vedettes siguen siendo los hombres. Pero las nuevas generaciones son muy activas, seguras de s¨ª mismas y gracias a Internet ayudar¨¢n a desmontar el actual sistema de galer¨ªas, que creo que debe evolucionar?. Como afirma Nieves Correa, otra artista de referencia, ?el discurso feminista est¨¢ en el trabajo de cualquier mujer que se dedique al arte?. Para Maite Cajaraville, comisaria del festival Piksel, la performance es un planteamiento pol¨ªtico: ?Me hago mis propias herramientas y rechazo las grandes compa?¨ªas. El do it yourself y el bioarte, donde se experimenta, de una forma libre, con organismos vivos, bacterias o aparatos electr¨®nicos, son los que conectan el arte con la pol¨ªtica, la tecnolog¨ªa y la econom¨ªa?. El cuerpo y la imagen son sus herramientas de trabajo, aunque en la obra de Pilar Albarrac¨ªn la ropa es importante: ?En muy poco tiempo tienes que dar mucha informaci¨®n al espectador. Y a trav¨¦s de lo que vistes se dan muchos datos de una vez?.
ESTHER FERRER
REFERENTE MUNDIAL
¡°La primera vez que vine a Francia estaba terminando la guerra de Argelia. Pero considero que mi casa est¨¢ en Par¨ªs desde 1973¡±, explica desde su estudio, al otro lado de la frontera, la artista de perfomance m¨¢s importante que ha tenido Espa?a. Esther Ferrer (San Sebasti¨¢n, 1937) atesora el Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas y Premio Vel¨¢zquez, entre otros. Ahora se encuentra preparando una exposici¨®n que har¨¢ en el Centro Tom¨¢s y Valiente de Fuenlabrada y otra en el Reina Sof¨ªa. ¡°Montar una exposici¨®n no me permite hacer otra cosa. Es un periodo no creativo. Intento que las muestras sean una obra en s¨ª, que tengan una trayectoria interna. Pero me da mucho trabajo porque le doy muchas vueltas. Cada uno tiene sus l¨ªmites y yo los fuerzo para encontrar soluciones. A mi, como todo me angustia, esto es una cosa m¨¢s para la lista. Como si no tuviera ya suficiente¡
?Pero la edad no tranquiliza?
?Qu¨¦ va! Envejecer es horroroso y eso que yo tengo buena salud. La vejez deber¨ªa estar prohibida pero la alternativa es todav¨ªa peor (dice riendo). No entiendo a la gente que habla de la tranquilidad de la vejez. ?Qu¨¦ horror! Las angustias son las mismas pero adem¨¢s te duelen los huesos, la cabeza¡ Tienes todas las patolog¨ªas propias de la edad. Comes y te sienta mal. Es horroroso. No envejezcas o al menos int¨¦ntalo.
El Pais
Cu¨¦nteme c¨®mo fueron esos inicios en Espa?a en los sesenta.
Pues no era nada f¨¢cil en esos momentos. Yo conoc¨ªa muy poquito ese mundo. Como viv¨ªa en San Sebasti¨¢n pasaba la frontera y pod¨ªa comprar revistas de arte que no hab¨ªa en las librer¨ªas espa?olas porque no le interesaba nada a lo que se llamaba el ¡°Arte Nacional¡±. Conoc¨ªa algo de Fluxux y a trav¨¦s de Jose Antonio Sistiaga, que hac¨ªamos el taller de Libre Expresi¨®n infantil, me dijo que ven¨ªan unos amigos suyos de Madrid y que necesitaba a una mujer para hacer unas acciones. Yo dije que s¨ª y ?voila!, as¨ª empec¨¦ en ZAJ. Cuando acabamos ese d¨ªa en el Museo de San Telmo me preguntaron si quer¨ªa trabajar con ellos, les dije que s¨ª y trabajamos 30 a?os juntos. En 1996 se disolvi¨® ZAJ y yo continu¨¦ trabajando. De todas formas en ZAJ cada uno ten¨ªa su trabajo independiente. Las obras eran siempre individuales aunque luego las hici¨¦ramos juntos.
?Cuando se empez¨® a respetar la performance?
Siempre se nos respet¨® pero se nos empez¨® a valorar cuando comenzamos a salir fuera. Ah¨ª se dieron cuenta de que lo que hac¨ªamos no era algo de unos locos sino que se hac¨ªa en muchas partes del mundo y era una tendencia art¨ªstica, un medio de expresi¨®n. Y cada vez se enteraban m¨¢s de qu¨¦ iba. Sucede como con otras manifestaciones art¨ªsticas cuando empiezan. Mira los impresionistas. La historia est¨¢ llena de estos ejemplos. Al principio choca, les sorprende, no saben por donde va la feria pero empiezan a ver cada vez m¨¢s y se habit¨²an. Empezaron a tener un c¨®digo para comprender lo que hac¨ªamos nosotros y los dem¨¢s. Cuando te acercas al arte con buena voluntad siempre te queda algo, incluso cuando lo rechazas. El arte no tiene que ser obligatorio. En todas las ¨¦pocas del arte, como sucede con los inventos cient¨ªficos, se comienza con un descubrimiento y al final se adapta a nuestra forma de vivir.
?Existe la performance femenina?
Yo creo que no tiene g¨¦nero aunque haya much¨ªsimas en el mundo de la performance. Pero cada uno le da su enfoque. Algunas s¨ª lo tienen marcadamente feminista porque es su lucha.
?Y cu¨¢l es el suyo?
El rigor, el absurdo, intentar decir lo m¨¢ximo posible con los menos medios. Eliminar todo lo superfluo que es solo un adorno para distraer.
?Cree que ha evolucionado la reivindicaci¨®n de la mujer en el arte en las ¨²ltimas d¨¦cadas?
Lo que ha evolucionado much¨ªsimo es el movimiento feminista. Se adapta a las circunstancias cambiantes. Pero en el mundo del arte queda mucho por hacer. No hay m¨¢s que ver las escuelas llenas de mujeres. Pero si ves las programaciones de los museos, las grandes vedettes son hombres, salvo excepciones. Pero esto est¨¢ cambiando porque las generaciones j¨®venes son muy activas, est¨¢n muy seguras de ellas mismas y se apoyan en la lucha de las generaciones anteriores. Y aunque no les resulte f¨¢cil, por la crisis y dem¨¢s, cada vez hay m¨¢s dispuestas a reivindicar un puesto que le corresponde en el mundo del arte. Sobre todo las que son m¨¢s j¨®venes que yo que tienen m¨¢s energ¨ªa y les corresponde hacerlo.
Tambi¨¦n influye la visibilidad que da internet.
Las nuevas medias ayudan mucho para que el p¨²blico tenga acceso a tu trabajo, si te interesa difundirlo de esa manera. Adem¨¢s es interesante que ayude en un futuro a desmontar el sistema de galer¨ªas que considero ha de evolucionar.
El Pais
?Y hacia d¨®nde le gustar¨ªa que se dirigiera?
Me gustar¨ªa que fuera como respirar. Que no tuviera un estatuto especial, ni fuera algo excelente o excesivo sin que forme parte de la cotidianidad diaria. Que todo el mundo pudiera tener acceso a hacerlo, verlo, contemplarlo y analizarlo. Los precios de teatro y conciertos son prohibitivos. No s¨¦ c¨®mo se podr¨ªa hacer, pero s¨ª me gustar¨ªa que tuvi¨¦ramos el arte como lo que es, un elemento vital, necesario en la vida de todas las personas, como comer. Todo el mundo deber¨ªa poder gozar y satisfacerse con el arte porque da muchas satisfacciones. Te puede ayudar a pensar, reflexionar y te estimula para crear. Yo disfruto mucho con el trabajo de los otros.
?Qu¨¦ papel desempe?a su cuerpo en su obra?
En la performance el objeto y sujeto es lo mismo. Mi cuerpo es mi ¨²til de trabajo cuando hago arte. Yo necesito un cuerpo y resulta que tengo uno.
?Y le hubiera gustado tener m¨¢s?
Pues creo que no porque uno ya da mucho trabajo (risas).
?Usa una ropa espec¨ªfica para las acciones?
Uso la misma en la calle que cuando hago una acci¨®n. C¨®moda, que no me moleste cuando salto, corro o hago movimientos. En una ¨¦poca ten¨ªa un pantal¨®n y una chaqueta para hacerlo porque era lo m¨¢s c¨®modo que ten¨ªa. Se me hizo vieja y la tuve que tirar. As¨ª que a partir de ese momento ya us¨¦ la de diario. No tengo un disfraz.
Una compa?era suya me dijo que ya no hab¨ªa transgresi¨®n en la performance, ?usted que piensa?
Hoy en d¨ªa transgredir es muy dif¨ªcil aunque siempre podr¨¢n aparecer nuevas formas. Yo nunca lo he intentado. Ni provocar a nadie. Solo he intentado hacer mi trabajo como lo entiendo y como he considerado que lo ten¨ªa que hacer. Si eso es transgredir o choca pues es su problema, no el m¨ªo. Si irrito a alguien o le hago pensar pues fenomenal. No tengo ninguna pretensi¨®n de ense?ar ni iluminar a nadie. No soy ni cura, ni predicador, ni mes¨ªas ni profeta. Soy un profesional que tiene sus compromisos sociales y los asume dentro y fuera de su trabajo. Cuando alguien me dice que le ha servido de algo pienso: ¡°uf, menos mal¡±.
?Por qu¨¦ tanta mujer en esta disciplina?
En todos los dominios del arte y todas las ramas de saber y del hacer hay m¨¢s mujeres, aunque en pol¨ªtica todav¨ªa son minor¨ªa. En Francia hay much¨ªsimas m¨¦dicas que antes no hab¨ªa. Tambi¨¦n hay much¨ªsimas mujeres de negocios. Todo va muy lento, el techo de cristal existe, hay que seguir luchando, pero cada hay m¨¢s visibilidad.
?Cu¨¢ndo comenz¨® a ser consciente de que era una artista reconocida?
Mira yo antes era transparente. Hac¨ªa muchas cosas pero no me ve¨ªa nadie. Pero a partir de un momento te empiezan a dar premios, sigues haciendo las mismas actividades y eres opaca, se dan cuenta que existes. Que te den galardones te da una visibilidad medi¨¢tica que hace que quien no se interesaba por tu trabajo lo haga o simplemente te conozca quien no sab¨ªa nada de ti. Para mi, a parte de que me ha facilitado la vida, que me empiecen a pedir obras ayuda a vivir. He trabajo tantos a?os sin que mi trabajo interesara a nadie que ahora puedo hacer cosas que antes, econ¨®micamente, no pod¨ªa. Nunca he pedido ni una beca, ni una ayuda a ning¨²n gobierno y no pod¨ªa hacer ciertas cosas por falta de medios. A ra¨ªz de los premios pude hacer fotos que antes no pod¨ªa o pagar a un ayudante que me ayudara a hacer las obras m¨¢s complicadas. Materialmente ha facilitado mi vida. Pero vivo apartada del mundanal ruido. No s¨¦ lo que dicen de mi. Si me env¨ªan los art¨ªculos me entero, si no no.
El Pais
OTRAS CREADORAS DE CUERPO ENTERO
PILAR ALBARRAC?N
?TICA Y EST?TICA
S/T, su primera obra, la realiz¨® en 1992 en las calles de Sevilla. Ella se quedaba inm¨®vil en el suelo, repleta de sangre, como si la acabaran de asesinar. ?Me siento c¨®moda trabajando con mi cuerpo y con las emociones?. Dice, sin embargo, que nunca busca provocar al p¨²blico, ?aunque suele interpretarse como tal cualquier cosa que nos deja un poco descolocados y nos plantea dudas?. Lo suyo pretende ser algo distinto: ?Estoy m¨¢s interesada en que las personas reflexionen sobre todo lo que sucede en nuestro entorno?, explica. Pero sus obras, tanto las pl¨¢sticas como las vivas, han sido objeto de pol¨¦mica desde sus inicios. El ¨²ltimo revuelo lo ha causado su foto vestida de torera con tacones utilizada este verano para anunciar la Feria de Santiago de Santander. ?Me interesa analizar las construcciones simb¨®licas que definen la identidad, ya sea de g¨¦nero, de clase, ¨¦tnica o nacional?. Lo que m¨¢s la condiciona es ?la energ¨ªa que tenga. Concibo la performance como un acto de entrega absoluto y hay que estar lleno de cosas para poder compartirlas?. Actualmente, su obra se puede ver en la Fundaci¨®n Louis Vuitton de Par¨ªs y en el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo de Sevilla. En noviembre estar¨¢ en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.
Top y falda, ambos de Marni, botines de Dior, cintur¨®n de Sportmax y brazalete de Herm¨¨s.
Phillipe Milton
NIEVES CORREA
EL CUERPO, LA HERRAMIENTA
Comenz¨® en los 80, ?momento ¨¢lgido del arte objeto?. Pero encontr¨® la clave tras colaborar con los grandes ¨CConcha Jerez, Isidoro Valc¨¢rcel Medina y Antoni Muntadas¨C. ?La performance exig¨ªa muy poco, ni estudios ni grandes artificios. Es peque?a, biol¨®gica y ecol¨®gica. Yo no la concibo sin el cuerpo, que es el veh¨ªculo de expresi¨®n?. Correa cre¨® el primer festival de perfomance en 1991 y en 2003 dio vida al encuentro internacional Acci¨®n!MAD. ?Hemos tenido que convertirnos en organizadores porque no exist¨ªa nada para nosotros?. El hilo conductor de su obra ha sido el paso del tiempo en el cuerpo de la mujer. ?Me ha ido interesando el desnudo conforme he ido cumpliendo a?os. No es lo mismo mostrarlo a los 20 que hacerlo a los 80, como Esther Ferrer?. Considera que ?el discurso feminista est¨¢ en el trabajo de cualquier mujer que se dedique al arte?. Antes de que finalice el a?o se la podr¨¢ ver en Finlandia, Ecuador, Israel, Suiza y Francia.
Nieves Correa lleva minivestido de Calvin Klein Collection y pendientes de Dior.
Phillipe Milton
MAITE CAJARAVILLE
G?NERO Y TECNOLOG?A
Entr¨® en contacto con esta disciplina esc¨¦nica en el Institut f¨¹r Neue Medien de Frankfurt en los 90. ?Con los primeros ordenadores, hac¨ªamos instalaciones de v¨ªdeo y audio. Les integr¨¢bamos sensores que produc¨ªan respuestas en funci¨®n de la interacci¨®n del p¨²blico y los expon¨ªamos en museos?. Desde entonces desarrolla sus primeras performances sin actuar. ?En el S¨®nar de 1996, a prop¨®sito de la guerra de Bosnia, puse una tele con explosiones durante unos minutos. Cuando el p¨²blico se acostumbraba, explotaba el televisor frente a ellos. Era un susto y una acci¨®n art¨ªstica?. En 2003 comenz¨® a hacer actuaciones visuales en directo de la mano de Tronic Disease. Y en 2008 cre¨® junto a Shu Lea Cheang y Blanca Regina LaptopsRus, una importante red de mujeres que hacen performances digitales, ?para visibilizar el trabajo de todas las artistas que encontr¨¢bamos en festivales. Hicimos una investigaci¨®n importante?. Cajaraville piensa que la reivindicaci¨®n femenina ha evolucionado. ?Colectivos como Guerrilla Girl, Femen o Quimera Rosa tienen su propio lenguaje y utilizan distintos c¨®digos. Pero queda mucho por hacer, deber¨ªamos ser m¨¢s radicales?.
Abrigo de Boss, camiseta y pantal¨®n, ambos de Cos; zapatos de Marni, pendientes de Grassy y anillo de Herm¨¨s.
Phillipe Milton
ALICIA FRAMIS
MAESTRA EN EL EXILIO
Cuando estudiaba Teor¨ªa del Arte en Par¨ªs conoci¨® el trabajo de Esther y Sophie Calle. ?Y comenc¨¦ a hacer performances en casa?, recuerda. A los 23 a?os, se fue de Espa?a, regres¨® al poco tiempo y se volvi¨® a marchar ?al comprobar el feudalismo implantado en el mundo del arte?. Ahora vive en ?msterdam y tiene un taller lleno de estudiantes espa?olas. ?Es curioso, nunca he dado una conferencia en mi pa¨ªs, pero soy tutora de performance en la Academia de Bellas Artes de Arnhem y estoy abriendo el departamento de esta disciplina en la de M¨²nich?. Framis se lamenta de que quienes invierten en arte prefieran comprar objetos de decoraci¨®n. ?Lo que nosotras hacemos es participativo, transforma, por eso es crucial?. Tambi¨¦n cree que existe una performance femenina. ?El cuerpo de la mujer transmite una informaci¨®n social, pol¨ªtica y de g¨¦nero que condiciona la acci¨®n. No es lo mismo una chica duch¨¢ndose que un chico. Las connotaciones son distintas. Es cierto que antes la mujer usaba el desnudo como parte reivindicativa. Ahora es la moda la que reivindica tu cuerpo. Lo que vistes hace que te segreguen o te integren en una tribu urbana?. Se encuentra trabajando en un encargo de la ciudad de Nueva York. ?Tengo un contrato de dos a?os para realizar un proyecto en el que mezclo performance colectiva, g¨¦nero, espacio p¨²blico y generosidad?.
Alicia Framis
Phillipe Milton
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