Adi¨®s, Mar, te echaremos de menos

Jam¨¢s nos hubiera gustado escribir esto. Nunca. Pero nuestra profesi¨®n, basada en la palabra, nos da el privilegio de poder contar historias. Y hoy toca la suya.

Mar Moreno ten¨ªa una personalidad c¨¢lida, un carisma dulce que escond¨ªa una fortaleza que quiz¨¢ solo se apreciaba con una segunda mirada pero que estaba ah¨ª; era s¨®lida, como las mujeres que admiraba. La ¨²ltima fue Manuela Carmena, a quien entrevista en el pr¨®ximo n¨²mero de S Moda. Cuando lleg¨® a la redacci¨®n tras estar con ella se la ve¨ªa feliz. Y sabemos que lo era. Porque hac¨ªa las entrevistas para aprender y por eso los personajes con los que decid¨ªa charlar no estaban escogidos al azar. Le gustaba escuchar para llev¨¢rselo en el alma. Mar estaba deseosa de saber, conocer y ser. Quer¨ªa llenarse de buenas frases y pensamientos. A veces, sin darse cuenta de que solo con su propia vida ya estaba construyendo una gran mujer. Pero no era suficiente, peleaba siempre contracorriente para evolucionar. Y por eso la cultura fue una de sus grandes pasiones.

Ni?o de Elche, Los Planetas, Israel Galv¨¢n. Le pon¨ªan el vello de punta. Adoraba a Roc¨ªo M¨¢rquez y, por lo general, a las mujeres fuertes, capaces de cambiar las cosas. Amaba el teatro, de Almagro al Kamikaze. La Verbena de la Paloma en versi¨®n de Messiez¡­ disfrutaba como una ni?a, conservaba esa curiosidad infantil que ojal¨¢ no perdi¨¦ramos nunca. Era una periodista Peter Pan, con una ilusi¨®n innata.

En b¨²squeda activa de armon¨ªa y de paz interior, amante del yoga y de los retiros espirituales, ven¨ªa cada d¨ªa a cumplir con un trabajo, pero tambi¨¦n con una necesidad de repartir cari?o. Para ella era importante que las personas que la rodeaban, la gente del equipo, se sintiera a gusto. Siempre dispuesta con una palabra amable, un detalle, una sonrisa o sorprendiendo con un abrazo espont¨¢neo, que era algo que le encantaba hacer. Tambi¨¦n dejaba regalos sobre las mesas de los compa?eros despu¨¦s del cierre, para aplacar nervios moment¨¢neos y demostrar que para ella no exist¨ªa el rencor. Era incapaz de enemistarse o discutir.

Profesionalmente responsable, tenaz y optimista, hasta lo m¨¢s dif¨ªcil estaba siempre a la vuelta de la esquina. Parec¨ªa haberse tatuado un lema muy nuestro: ¡°El ¡®no¡¯ no existe hasta que te lo dicen¡±, incluso en las contiendas m¨¢s ins¨®litas. No hab¨ªa nada imposible: ¡°Por probar¡­¡±, dec¨ªa. Porque Mar aplicaba rigor y seriedad sin que le faltase una sonrisa.

Re¨ªa especialmente al contar las an¨¦cdotas de su pueblo, Huelma (Ja¨¦n) ¨Cah¨ª era m¨¢s Mar que nunca¨C, donde sabemos que hoy, como en esta revista, es un d¨ªa muy triste. Tambi¨¦n se le cambiaba la cara al hablar de su familia. Como a Elena Anaya, a quien entrevist¨® recientemente, la maternidad dio ¡°otra luz a su mirada¡±. Y de su marido, con quien adem¨¢s de amor compart¨ªa afici¨®n por el Estu. Y sus hermanas, que eran como sus madres. Porque Mar tuvo varias madres. Y un padre, a quien quiz¨¢ est¨¦ ya abrazando ahora.

Mar, hubi¨¦ramos no querido escribir esto nunca. Jam¨¢s. Pero ll¨¦vatelo contigo, por si hay alguna frase buena que pueda llenarte un poquito m¨¢s el alma.

Siempre estar¨¢s con nosotros.

El equipo de S Moda.

A continuaci¨®n recopilamos algunas de las grandes entrevistas que firm¨® para S Moda:

Isabel Allende: ¡°He trabajado con y para mujeres toda mi vida¡±

Marisa Paredes: ?Yo era la hija de la portera, pero ten¨ªa una dignidad que me hac¨ªa sentir la mejor?

Christina Rosenvinge: ¡°He le¨ªdo muchas frases sexistas sobre m¨ª. A las mujeres no se nos reconoce el cerebro que hay detr¨¢s¡±

Elena Anaya: ¡°Rechac¨¦ mi segunda pel¨ªcula porque un director me dijo que le ense?ara las tetas¡±

Manuel Rivas: ¡°C¨®mo no tener esperanza despu¨¦s del movimiento maravilloso de las mujeres¡±

Javier Vallhonrat, ligero de equipaje

Alberto Garc¨ªa-Alix: ¡°No fotografiar¨ªa nunca la violencia. Me incomoda¡±

As¨ª es el ¨²ltimo trabajo de la mejor fot¨®grafa espa?ola de todos los tiempos