Qu¨¦ ocurre cuando una marca no quiere que un famoso lleve su ropa
Desde pagar hasta enviarles cosas de la competencia: estas son las estrategias de algunas firmas para evitar que las celebrities da?en su imagen.

Dicen que Kylie Jenner, la peque?a de las Kardashian, puede llegar a embolsarse un mill¨®n de d¨®lares (m¨¢s de 850.000 euros) por vestir o patrocinar determinada marca en Instagram. Una cantidad que redobla holgadamente a los 200.000 d¨®lares que dise?adores y firmas de lujo apoquinan a las grandes actrices a cambio de visibilidad en las alfombras rojas de los Globos de Oro o los Oscar. Pero no siempre las casas de moda est¨¢n tan contentas de ver a las celebrities luciendo sus dise?os. No solo a m¨¢s de un directivo le ha dado un microinfarto despu¨¦s de ver una famosa en las ant¨ªpodas de los valores de la marca paseando uno de sus vestidos, sino que incluso han decidido reservar parte de sus presupuestos a impedirlo.
Ocurri¨®, por ejemplo, cuando Abercrombie le ofreci¨® dinero a Mike ¡®The Situation¡¯ Sorrentino (un concursante del pol¨¦mico reality Jersey Shore) para que dejara de llevar sus prendas. La marca quiso hacer p¨²blico que no ten¨ªa ning¨²n inter¨¦s en vincularse a un chaval que llevaba las camisas abiertas presumiendo de un bronceado six pack. Algo curioso, por otra parte, teniendo en cuenta que Abercrombie es conocida por sus dependientes descamisados en plan surferos. Pero, claro, la est¨¦tica de un chico apodado ¡®The Situation¡¯ porque all¨¢ donde va la l¨ªa, no encarnaba al deportista californiano que la firma ten¨ªa en su imaginario. ?Estamos profundamente preocupados y pensamos que la aparici¨®n del se?or Sorrentino llevando nuestra marca da?a la imagen. Le hemos ofrecido una suma de dinero importante a ¨¦l y a los productores [del programa] para que vista ropa de otras marcas. Hemos hecho la misma oferta a otros participantes y estamos a la espera de una respuesta¡±, confesaron desde Abercrombie desmarc¨¢ndose de toda aparici¨®n de su logo en el concurso.
Aquel programa levant¨® tantas ampollas en la industria del lujo que incluso dispar¨® la creatividad de los equipos de comunicaci¨®n. Seg¨²n public¨® la prensa especializada en aquel momento, una firma de la competencia envi¨® a Snooki, otra de las pol¨¦micas participantes, un bolso de Gucci para perjudicar la imagen de la firma italiana. As¨ª fue como la joven cambi¨® los accesorios de Coach que sol¨ªa llevar por el modelo Sukey de la maison. Simon Doonan,?director creativo de?Barneys?y columnista en el?NY Observer, lo explicaba as¨ª: ?Al parecer, la gente en las casas de lujo se est¨¢ poniendo nerviosa y est¨¢ regalando a nuestra Snooki bolsos gratis sin parar. No es raro, ?verdad? Lo sorprendente es que no le env¨ªan sus propios bolsos, sino los de la competencia [¡] Es una idea brillante y tiene mucho sentido. Por mucho que alguien adore a esta se?orita, su capacidad para inspirar a sus fans con sus looks es cuestionable. Nadie en la moda quiere colaborar con ella?.
Si nadie quer¨ªa vincularse a una chica que acababa en comisar¨ªa cada dos por tres, mucho menos una firma en su sano juicio querr¨ªa tener algo que ver con un terrorista. De ah¨ª que Lacoste llegara a pedir ayuda a la polic¨ªa para evitar que Anders Breivik, conocido como el asesino de Utoya por matar a 77 personas en nombre de la lucha contra el multiculturalismo y la ¡°invasi¨®n musulmana¡±, llevara su cocodrilo. Desde que fue arrestado, el supremacista aparec¨ªa una y otra vez vistiendo polos de la marca e incluso lleg¨® a animar a sus ?seguidores? a comprarlos en ?colores conservadores?. La polic¨ªa noruega confirm¨® que la marca se hab¨ªa puesto en contacto con ellos, aunque no revelaron qu¨¦ medidas concretas les hab¨ªan pedido.
Otra firma del mundo del tenis tambi¨¦n conocida por sus polos ha visto su imagen vinculada a la ultraderecha en los ¨²ltimos tiempos. Santiago Abascal, l¨ªder de Vox, ha llevado varias veces prendas de Fred Perry, una marca hist¨®ricamente relacionada con el imaginario mod, heredado por la?working class brit¨¢nica. Aunque la marca no se ha pronunciado al respecto, podr¨ªa suponerle una crisis de imagen si, de repente, los simpatizantes de Abascal se empe?an en convertirla en su uniforme. Algo que por suerte para la ense?a no ha ocurrido de momento. ¡°No me preocupa que Abascal vista de Fred Perry, no es una marca hegem¨®nica entre la derecha. En Madrid la sigue llevando gente m¨¢s alternativa y no es, por ahora, una marca pol¨ªtica¡±, declaraba a S Moda Eduardo Garrido, fundador de la etiqueta 198, una de las favoritas de Pablo Iglesias.
Melania Trump es otro de los rostros conocidos que aparece en las listas negras de muchas firmas. Desde que se convirtiera en la primera dama estadounidense estall¨® un debate a favor y en contra de vestir a la esposa del hombre que quer¨ªa acabar con los derechos de las mujeres y los inmigrantes en Estados Unidos. Muchas marcas se han apresurado a desmentir haberle prestado su ropa despu¨¦s de sus apariciones. Ralph Lauren, por ejemplo, dej¨® claro que el mono blanco con el que celebr¨® la victoria de su marido se lo compr¨® ella misma sin haberse puesto en contacto con ellos. Tambi¨¦n Delpozo, firma que ha elegido m¨¢s de una vez, confirm¨® que el vestido de 2.500 euros que llev¨® en Polonia se lo hab¨ªa comprado ella ?probablemente en alguna tienda tipo Bergdorf Goodman o Saks¡±. Despu¨¦s, sin embargo, compartieron la imagen en sus redes sociales. Lo que est¨¢ claro es que poco se puede hacer cuando la celebrity en cuesti¨®n va a una de tus tiendas y pasa por caja como cualquier mortal. M¨¢s a¨²n cuando es la primera dama de una potencia mundial y no se la puede sobornar. Altuzarra, por ejemplo, dej¨® claro que no quer¨ªa ?vestir a gente con la que no est¨¢ de acuerdo¡±, pero no ha podido evitar que Melania lleve sus dise?os.

Son muchas las etiquetas que han sufrido aut¨¦nticas crisis de imagen por colarse en el armario ?equivocado?. Aunque cada vez las marcas de lujo est¨¢n m¨¢s interesadas en vincularse a la est¨¦tica callejera, la m¨²sica urbana y la escena creativa del barrio, no siempre fue as¨ª. Tommy Hilfiger, Lacoste o Ralph Lauren andaban espantados cuando en los 80 y 90 los j¨®venes del gueto neoyorquino vest¨ªan sus prendas. Los Lo-Lifes,?la pandilla de Brooklyn conocida por saquear las tiendas arramplando con cualquier cosa que llevase el logo de Polo de Ralph Lauren, descontextualizaron el uniforme del pijer¨ªo blanco convirti¨¦ndolo en s¨ªmbolo del sue?o americano para los chavales de la calle. El dise?ador nunca quiso que su firma formara parte de la cultura rap (incluso aunque ¨¦l mismo hubiera nacido en Bronx), pero muy a su pesar la asociaci¨®n a¨²n perdura en nuestros d¨ªas.
Burberry tambi¨¦n sufri¨® en sus carnes pasar de ser el ep¨ªtope de la burgues¨ªa brit¨¢nica a la marca m¨¢s falsificada y parodiada de todo Reino Unido. El libro Berberry, de Toby Leigh, recoge los m¨¢s ins¨®litos avistamientos de sus famosos cuadros en objetos de lo m¨¢s variopintos: tatuajes, carritos de beb¨¦ y hasta tazas del v¨¢ter. La aparici¨®n de la actriz Daniella Westbrook vestida de arriba a abajo con el estampado ¨Cy conjuntada con su beb¨¦¨C fue la gota que colm¨® el vaso. Eso unido a la asociaci¨®n de la marca con los chavs, una especie de ¡®ninis¡¯ ingleses cercanos al movimiento hooligan, acab¨® por hundir la ¡®checkman¨ªa¡¯. Tanto que hasta 2017 la casa no se decidi¨® a recuperar con orgullo los cuadros que tan famosa la hab¨ªan hecho.
En el apartado nacional fue bastante sonado el caso de las marcas que no quisieron vestir a la televisiva Bel¨¦n Esteban el d¨ªa de su boda. Tal y como public¨® El Pa¨ªs, despu¨¦s de que Rosa Clar¨¢ se negara a hacerle un vestido alegando falta de tiempo y de que Victorio y Lucchino insinuaran que no iban a hac¨¦rselo gratis, la colaboradora de S¨¢lvame se plant¨® en Pronovias dispuesta a comprarse un dise?o nupcial como cualquier novia. La historia se complic¨® cuando, a pesar de haber pagado ya el primer adelanto, la firma se neg¨® a vestirla. Al final la ¡®princesa del pueblo¡¯ se puso un vestido de El Corte Ingl¨¦s.

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Sobre la firma
