Adi¨®s a Anita Pallenberg, Rolling Stone honoraria y valkiria del rock
Sobreviven a Pallenberg seis nietos y dos de los hijos que tuvo con Keith Richards, Marlon y Angela, que llevan una vida bastante alejada de la de sus padres.
La noticia de la muerte de Anita Pallenberg ha llegado de forma extra?a, a trav¨¦s de un post de Instagram de su amiga Stella Schnabel. Acompa?ando una foto de ambas a bordo de un barco, el texto dice: ¡°Nunca conoc¨ª una mujer como t¨², Anita. Creo que no hay nadie en el Universo como t¨² (¡) estamos todos cantando por ti, como a ti te gustaba¡±. Ten¨ªa 73 a?os y las causas de su muerte de momento no han trascendido, aunque se sab¨ªa que su salud no era del todo buena. Sufr¨ªa Hepatitis C y hab¨ªa pasado por dos operaciones de cadera. La segunda, en 2004, le caus¨® una reca¨ªda en el alcoholismo, despu¨¦s de casi dos d¨¦cadas limpia. En 2014 tambi¨¦n dijo que llevaba 14 a?os sin consumir drogas.
Sobreviven a Pallenberg seis nietos y dos de los hijos que tuvo con Keith Richards, Marlon y Angela, que llevan una vida bastante alejada de la de sus padres. El mayor vive en una granja en una zona rural de Inglaterra y trabaja como dise?ador gr¨¢fico y fot¨®grafo y la segunda tiene un negocio de cr¨ªa de caballos. Richards y Pallenberg tuvieron una tercera hija, Tara Jo Jo, que falleci¨® por muerte s¨²bita a las pocas semanas de nacer, lo que se suele mencionar como el detonante para la separaci¨®n de la pareja.
Aquello que dijo Jean Cocteau sobre Marlene Dietrich y que se cita tanto, ¡°su nombre empieza como una caricia y acaba como un latigazo¡±, se podr¨ªa aplicar tambi¨¦n a Anita Pallenberg. Su padre, un comercial de seguros y cantante amateur ¨ªtalogermano y su madre, una alemana que trabajaba como secretaria, estaban separados por la guerra cuando naci¨®, as¨ª que la ni?a no conoci¨® a su padre hasta los tres a?os. A los 16, la expulsaron del colegio y empez¨® a mostrar su habilidad para estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. Fue a vivir a Roma y cay¨® en el ambiente hedonista de la Via Veneto que reflej¨® La Dolce Vita, al llegar a Nueva York fue directa a la Factory de Warhol y entre tanto trabaj¨® como modelo en Par¨ªs e inici¨® estudios en dise?o gr¨¢fico, Medicina y restauraci¨®n de cuadros. Como actriz, terminar¨ªa teniendo una carrera breve y muy ligada a la iconograf¨ªa del rock. En 1968 apareci¨® en Barbarella de Roger Vadim ¨CDuran Duran utilizar¨ªa despu¨¦s esa imagen para el v¨ªdeo de su canci¨®n Wild Boys¨C y en el filme de culto Candy, de James Coburn. Ese mimo a?o grab¨® Performance junto a Mick Jagger, aunque el filme no se estren¨® hasta 1970.
Del rodaje de la pel¨ªcula surgi¨® un rumor que la ha perseguido hasta su muerte y que ella neg¨® repetidamente en varias entrevistas y que aseguraba que ambos hab¨ªan tenido un affaire. Keith Richards, que era su pareja, lo crey¨® entonces y lo sigue pensando, a juzgar por lo que dijo en sus memorias, Life, publicadas en 2010. All¨ª, tambi¨¦n se refiri¨® a ella como ¡°una valkiria¡±, que ¡°decide qui¨¦n debe morir en una batalla¡±.
La relaci¨®n de Pallenberg con los Stones hab¨ªa empezado mucho antes, en 1965, y siguiendo el manual de la groupie. Tras un concierto en Munich, se las arregl¨® para llegar al backstage y ofreci¨® hach¨ªs a la banda. Brian Jones la invit¨® a subir a su habitaci¨®n y as¨ª empez¨® un romance de dos a?os que sent¨® las bases de lo que tiene que ser una pareja del rock¡¯n¡¯roll y que luego ha ido replic¨¢ndose, desde Syd y Nancy a Kate Moss y Pete Doherty. Escandalosamente bellos y autodestructivos, Anita y Brian hac¨ªan rimar sus flequillos rubios y sus looks protopsicod¨¦licos. Lo suyo se volvi¨® t¨®xico bastante pronto y en 1967, durante unas vacaciones en Marruecos, Keith Richards vio como Jones le daba una paliza. La ayud¨® y se la llev¨® a su propia casa en Inglaterra, de donde ya no se mover¨ªa. ¡°Ella lo sab¨ªa todo y encima lo sab¨ªa decir en cinco idiomas. Me aterraba¡±, hab¨ªa dicho ¨¦l cuando la conoci¨®. Por entonces, la viajada y experimentada Anita abrumaba a unos Stones todav¨ªa biso?os, pero gradualmente cambi¨® el equilibrio de poderes, a medida que aumentaba el ¨¦xito del grupo. ¡°A las chicas no se nos permit¨ªa entrar en el estudio de grabaci¨®n. Ni siquiera llamar. Pero yo no me quedaba sentada en casa, hac¨ªa otras cosas¡±, le cont¨® a Lynn Barber en una entrevista. Se dice que Richards le ofreci¨® 20.000 libras a cambio de no filmar Barbarella, pero ella lo hizo igualmente.
A pesar de la regla de ¡°nada de novias en el estudio¡±, Pallenberg, que siempre prefiri¨® la pureza del blues a lo que ella llamaba ¡°el rollo poppy¡±, tuvo cierta ascendencia sobre la banda. Algunos cortes de Beggar¡¯s Banquet se remezclaron porque a ella no le gustaban. Otra adjunta y, en cierto modo, v¨ªctima colateral de los Rolling Stones, Marianne Faithfull, concedi¨® a Anita en su biograf¨ªa la capacidad de transformar al grupo de meros rockeros en s¨ªmbolo de una era. ¡°La historia de c¨®mo Anita se junt¨® con Brian es la historia de c¨®mo los Stones se convirtieron en los Stones. Ella, pr¨¢cticamente sola, tram¨® una revoluci¨®n cultural en Londres al juntar a los Stones con la Jeunesse Dor¨¦e¡ Los Stones emergieron de eso con una p¨¢tina de decadencia aristocr¨¢tica que serv¨ªa como perfecto ant¨ªdoto para las crudas ra¨ªces blueseras de su m¨²sica. Y en el centro, como un ave f¨¦nix en su nido de llamas, la m¨¢gica Anita¡ ella era la mujer m¨¢s incre¨ªble que hab¨ªa conocido. Deslumbrante, bella, hipn¨®tica y perturbadora. Su sonrisa, esos dientes carn¨ªvoros, lo borraban todo¡±.
La hero¨ªna y el alcohol emborronaron aquellos a?os. Durante un tiempo, la madre de Richards se encarg¨® de la custodia de la hija de ambos, que entonces se llamaba Dandelion o Diente de le¨®n ¨Ccomo Zowie Bowie, ahora Duncan Jones, Dandelion opt¨® despu¨¦s por el sobrio ¡°Angela¡±¨C. Ya medio separada de Richards, hubo otro episodio escabroso, cuando su amante de 17 a?os, Scott Cantrell, falleci¨® en su cama de un disparo. La causa oficial de la muerte fue el suicidio pero se baraj¨® que ambos hubieran estado jugando a la ruleta rusa. La prensa de la ¨¦poca habl¨® entonces de la afici¨®n de Keith y Anita por ¡°corromper a menores¡± e iniciarlos en la magia negra y la hero¨ªna.
Ya rehabilitada, Pallenberg estudi¨® moda en Saint Martin¡¯s pero, aunque su colecci¨®n de graduaci¨®n fue muy aplaudida, encontraba el mundo de la moda demasiado enviciado y malicioso. Por otro lado, como dijo en varias entrevistas, tampoco necesitaba trabajar y repart¨ªa su tiempo entre su mansi¨®n frente al T¨¢mesis, en Chelsea, y su residencia de Roma. En 2004 volvi¨® al cine, con un papel de imitadora de Isabel II en la pel¨ªcula Mister Lonely, de Harmony Korine y una aparici¨®n en Go Go Tales, de Abel Ferrara. Aunque ya era una se?ora mayor, apuntada a clases de dibujo bot¨¢nico y caminando con una ligera cojera, a veces se la requer¨ªa para ¡°hacer de Anita Pallenberg¡±. Y ella se dejaba. Como cuando apareci¨® junto a Marianne Faithfull en Absolutely Faboulous. Una hac¨ªa de Dios y la otra, como no pod¨ªa ser de otra manera, de demonio.
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