Almudena de Arteaga: ?Tengo trajes de Balenciaga de mi abuela que est¨¢n perfectos?

Los or¨ªgenes de su familia se remontan al siglo XV. Tal vez por eso Almudena de Arteaga, marquesa de Cea, es una experta en rastrear el pasado. Y no solo para documentar sus obras, sino tambi¨¦n para encontrar tesoros en forma de ropa en los desvanes de las casas familiares.

?Qu¨¦ ha llegado a encontrar en esas buhardillas?

Cosas incre¨ªbles. Hace unos meses mi hermana y yo descubrimos unas cajas de viaje hechas exclusivamente para llevar sombreros y otras para zapatos. ?Y pensar que ahora lo embutimos todo en una maleta para no facturar de m¨¢s!

?Dio con algo que pudiese reciclar?

S¨ª, claro. Por ejemplo, unos encajes antiguos hechos a mano, perfectamente conservados. Y telas en muy buen estado. Antes, las mujeres eran bastante previsoras, se hac¨ªan un vestido y guardaban los retales para posteriores arreglos.

?Tiene la impresi¨®n de que en otros tiempos se cuidaba la ropa m¨¢s que ahora?

Desde luego. Tambi¨¦n es cierto que las telas eran de mejor calidad. Yo tengo trajes de Balenciaga que pertenecieron a mi abuela y est¨¢n perfectos. No s¨¦ si un vestido de hoy aguantar¨ªa 60 a?os. Parece que todo se hace para que dure poco.

Qu¨¦dese con una sola pieza de todas las que ha ido encontrando.

Una bata de cola de terciopelo color coral que era de mi bisabuela. La utilizaba todas las noches como bata de casa. Es una preciosidad.

H¨¢bleme de sus b¨¢sicos de armario.

Un traje de chaqueta, un vestido negro de c¨®ctel, un vaquero, una camisa blanca y un blazer cl¨¢sico.

?Zapatos?

Mis favoritos son, desde hace 10 a?os, unos Clarks con los que hice el camino de Santiago. Y siempre tengo unos tacones negros y otros color carne. Te sacan de cualquier apuro.

Para usted, ?cu¨¢l es la regla para vestir bien?

Conocerse, esconder los defectos y resaltar todo lo bueno. Y, por supuesto, no obsesionarse tanto por la moda como por encontrar aquello que nos queda bien.

?Dir¨ªa que es sobria vistiendo?

Soy discreta. Pero de vez en cuando me gusta disfrazarme. En verano, cuando voy a Ibiza, me pongo ropa hippie y salgo a la calle con un sombrero anticuado o un vestido que no me pondr¨ªa nunca en Madrid.

Jam¨¢s la veremos llevando¡­

Algo amarillo. Me espanta ese color en la ropa.

H¨¢bleme de sus complementos preferidos.

Me gustan mucho los collares de piedras. Suelo comprar uno cada vez que viajo. Es un accesorio que va con todo.

Es curioso hablar de bisuter¨ªa con alguien en cuya familia hay joyas espectaculares. H¨¢bleme de alguna pieza heredada.

Una pulsera que era de mi abuela. Me la pongo mucho, a veces incluso la utilizo como collar. Pero tambi¨¦n es una pieza de bisuter¨ªa. Mi joya favorita es una pulsera de azabache y brillantes que me regal¨® mi padre en un viaje que hicimos a la India.

Ha escrito sobre muchos personajes hist¨®ricos. ?Qui¨¦n era el que mejor vest¨ªa?

Sin duda, la duquesa de Osuna, protagonista de mi ¨²ltima novela, Capricho. Era una afrancesada, una mujer que estaba al tanto de las modas europeas y que ten¨ªa un gusto exquisito. Manej¨¦ un mont¨®n de libros para describir bien su forma de vestir y de arreglarse.

Tambi¨¦n ha escrito sobre su antepasada, la princesa de ?boli, quien era un icono de estilo.

Cuando investigu¨¦ en torno al personaje, descubr¨ª una cosa muy divertida: do?a Ana de Mendoza usaba alpargatas con cintas y cu?a. Al parecer, era muy bajita y se le ocurri¨® elevar su estatura con el calzado.