Hiddleston VS Cumberbatch: ?Los nuevos sex symbols?
Ambos tienen en com¨²n su pasaporte brit¨¢nico, su educaci¨®n elitista y sus armadas de fans tan entregados como creativos
Ni el look medio Nick Valensi de The Strokes, medio Enrique Bunbury cuando imitaba a Jim Morrison que Tom Hiddleston luce en Solo los amantes sobreviven, la pel¨ªcula de Jim Jarmusch que acaba de llegar a las carteleras espa?olas, ha frenado a los hiddlestoners, que han vuelto a profesar su idolatr¨ªa por toda red social que se les ponga por delante.
Hiddlestoner: d¨ªcese del fan irredento que profesa el culto a Hiddles y sufre "hiddleboners" (de Hiddleston y, ejem, boner, erecci¨®n) cada vez que atisba al actor que interpreta a Loki en la saga Thor y Los Vengadores y que dio vida a Scott Fitzgerald en Medianoche en Par¨ªs. Casi tan dedicados y organizados como la flotilla rival que forman los y las fans de Benedict Cumberbatch (los cumberbitches), los hiddlestoners empapelan sus muros de Facebook con fotos del autor y contribuyen a engrosar Pinterests como el titulado Tom Hiddleston destroza nuestras vidas y nuestros ovarios o Tumblrs como Hiddleston Daily o Team Hiddleston.
Se trata de un fandom ir¨®nico, metarreferencial y muy activo. Requiere un arduo trabajo escribiendo fan fiction, haciendo dibujos del h¨¦roe reposteando memes como la que dice: "no soy una fan de Tom Hiddlestone. Soy una hiddlestoner. Una simple fan acabar¨ªa olvidando a Tom. Una Hiddlestoner nunca" o la que reza "S¨ª, voy al gimnasio, pero me gusta llevar chaqueta".
?Hiddleston o Cumberbatch?
Getty
El actor, de f¨ªsico dulce pero algo relamido y muy brit¨¢nico (como un Jeremy Irons para la era del gif) mantiene ahora mismo un curioso lugar en el ecosistema del estrellato, con un pie en el mainstream m¨¢s mainstream?y otro en el teatro de prestigio del que proviene. S¨®lo hace falta ver que el a?o pasado gan¨® dos premios MTV ¨Csi los Globos son "la antesala de los Oscar", los MTV ser¨ªan como mucho el cuartito de la plancha), como Mejor Villano y Mejor Pelea pero ha estado hasta febrero protagonizando Coriolanus en los escenarios londinenses, con excelentes cr¨ªticas. Aunque a los hiddlestoners les entran bastantes m¨¢s picores virales cuando se sabe que ha estado?cantando en un karaoke con Jessica Chastain o discutiendo con una pandilla de ni?os precoces disfrazado de Loki.
Hiddleston forma parte de esa cosecha de j¨®venes actores brit¨¢nicos con or¨ªgenes irremediablemente posh que ha despuntado en el ¨²ltimo lustro. Hiddles fue a Eton, al igual que Eddie Remayne y Damien Lewis, mientras que Benedict Cumberbatch se educ¨® en la casi igual de elitista Harrow y lleva un poco peor eso de que le llamen pijo. En sus entrevistas suele insistir en que pertenece a la clase media y que s¨®lo acudi¨® a esa escuela gracias a una beca. Tanto a Loki como a Sherlock se les da bien lo de cambiar de acento. Pueden ahuecar sus vocales al m¨¢ximo cuando hacen de brit¨¢nicos de clase alta (Hiddlestone lo hizo en uno de sus mejores papeles, cuando ejerci¨® de joven y pl¨²mbeo amante de Rachel Weisz de The Deep Blue Sea y Cumberbatch en la excelente miniserie Parade's End) o parecer de Alabama si hace falta. Justo ese es el pr¨®ximo reto para Hiddleston, ya que se acaba de confirmar que tendr¨¢ el papel protagonista en un futuro biopic del cantante de country Hank Williams. Para disgusto de algunos fans del g¨¦nero, como el que escribi¨® en Variety: "?Qu¨¦ ser¨¢ lo pr¨®ximo, Kenneth Brannagh haciendo de Burt Reynolds?":
Las similitudes entre los dos ¨ªdolos van un poco m¨¢s all¨¢. Ambos son sex symbols improbables ¨Clos directivos de la BBC rechazaron inicialmente a Cumberbatch para el papel de Sherlock Holmes por no ser lo suficientemente guapo¨C, incluso dentro de esa categor¨ªa conocida como "sex symbols de las mujeres que piensan" y en la que se suele englobar tambi¨¦n a Idris Elba y Michael Fassbender, hacen frecuentes exhibiciones de feminismo y apoyo a los derechos de los homosexuales (Cumberbatch ofici¨® una boda gay) y llevan el estrellato con una p¨¢tina de sentido del humor, no a la manera cansinamente torturada de un Robert Pattinson. Adem¨¢s, o bien ellos o sus excelentes asesores, le han cogido el truco la maquinaria de la ubicuidad en Internet. Como se?ala un art¨ªclo reciente en The Atlantic sobre Cumberbatch, "su presencia garantiza que algo se har¨¢ viral, ya sea en un festival literario, una miniserie televisiva o una tragedia de Shakespeare. La gente est¨¢ pagando 170 libras s¨®lo por adelantar unos puestos en la lista de espera cuando salen a la venta entradas para ver su Hamlet. Si se combinan fotos suyas con aspecto encantador con otras de gatitos peludos, es probable que Internet explote".?
Por el momento, las dos armadas, cumberbitches (tambi¨¦n conocidas como cumberbunnies o cumberbabes, sobre todo desde que se supo que al propio Benedict no le entusiasma lo de bitches por sus posibles connotaciones sexistas) y hiddlestoners se tratan con respeto en los vastos campos de la red. Se sabe incluso de alguno que profesa incluso la doble nacionalidad. En parte porque los dos actores son amigos. Coincidieron rodando Caballo de batalla, de Spielberg, y ya se conoce que Sherlock ha dado su bendici¨®n a Loki para protagonizar Crimson Peak, el drama g¨®tico de Guillermo del Toro que inicialmente iba a liderar ¨¦l. Probablemente, no ser¨¢ el ¨²ltimo papel que se intercambien.
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