Hilary Rhoda, la ¡®cara¡¯ de la Am¨¦rica de lujo
Con 27 a?os, la modelo encarna el canon de la belleza (y est¨¦tica) estadounidense que m¨¢s vende.
Dicen de ella que es la encarnaci¨®n de la ?belleza americana?, y lo cierto es que, en su caso, el apodo no le puede ir m¨¢s al pelo: criada en Chevy Chase, un suburbio pijo a las afueras de Washington, y educada en un colegio cat¨®lico de se?oritas, a Hilary le pega mucho m¨¢s casarse con un Kennedy que colgarse las alas de ¨¢ngel y lucir tanga en un desfile de Victoria¡¯s Secret. Pero, para disgusto de las monjas de su colegio, fue lo segundo lo que la chica de cejas brookeshieldsianas y ojos esmeralda eligi¨® como profesi¨®n.
Lo suyo fue entrar por la puerta grande: antes de terminar el bachillerato, ya hab¨ªa protagonizado varias campa?as para Hollister y Ralph Lauren fotografiadas por Bruce Webber. ?Fue divertido porque, en aquella ¨¦poca, los ¨²nicos sitios donde compr¨¢bamos ropa las chicas de mi edad eran precisamente Abercrombie & Fitch, Hollister y Ralph Lauren. Los fines de semana no llev¨¢bamos otra cosa; era casi nuestro atuendo oficial?. Hoy se confiesa enganchada a Net-a-Porter y a los zapatos de Tabitha Simmons, pero en el patio de recreo del Saint Jane de Chantal su relaci¨®n con la moda era m¨¢s bien inexistente: ?Me encantaba llevar uniforme y no tener que pensar qu¨¦ ponerme. Adem¨¢s, sin chicos alrededor, la relaci¨®n entre las alumnas era buen¨ªsima, sin rivalidades, sin competici¨®n. A¨²n hoy son mis mejores amigas?.
Americana (2.185?€) y pantal¨®n (1.025?€), ambos de Proenza Schouler.
Tetsu Kubota
No se arrepiente de no haber seguido a sus compa?eras a la universidad. ?Llevo viajando desde los 16 a?os, y creo que he aprendido cosas m¨¢s importantes. Esta profesi¨®n te ense?a, por ejemplo, a aceptar las cr¨ªticas y el rechazo. Cuando empec¨¦ a hacer?castings?en Nueva York o Mil¨¢n, me descartaban una y otra vez por parecer ?demasiado americana?. A veces quieren que seas pelirroja; otras veces, m¨¢s alta o m¨¢s baja, o simplemente diferente¡ No pasa nada, pero en este mundillo en ocasiones te encuentras con gente con muy poca sensibilidad, muy fr¨ªa a la hora de darte el no definitivo, y eso te prepara para que, con el tiempo, no te importe nada lo que los dem¨¢s piensan de ti?, afirma con la seguridad que le aportan sus m¨¢s de 10 a?os de carrera.
Poco se sabe de su vida personal. Nunca aparece en publicaciones que no sean de moda, ni al anunciar recientemente su compromiso con una exestrella de hockey. Ella es de las que, sin hacer mucho ruido, ha ido escalando puestos hasta convertirse en una de las mejor pagadas de la industria. De hecho, su nombre figura en los?ranking?de las modelos con mayores fortunas, rebasando a?topscomo Arizona Muse o Lara Stone. En gran parte se lo debe al hecho de haber sido imagen de una de las marcas de belleza m¨¢s potentes de Norteam¨¦rica. Cuando firm¨® su contrato con Est¨¦e Lauder hace siete a?os, se compr¨® un apartamento en el East Village neoyorquino, donde tambi¨¦n viven Jessica Stam, Caroline Trentini y varias maniqu¨ªs de su quinta a quienes hace tiempo que no vemos ocupando portadas. ?Estos contratos te sit¨²an a otro nivel, en el que no tienes que decir que s¨ª a todo lo que te ofrecen. Puedes elegir con m¨¢s libertad?.
Camisa (290?€) y pantal¨®n (c.?p.?v.), ambos de Michael Kors.
Tetsu Kubota
Como buena estadounidense, le horroriza hablar de dinero o de pol¨ªtica, pero confiesa que se gasta una fortuna en su rutina de?fitness. De hecho, Hilary da clases con la entrenadora de Gwyneth Paltrow y Madonna, Tracy Anderson, cuyo m¨¦todo de ejercicios y dieta espartana han transformado su cuerpo ¨Cque sol¨ªa tener m¨¢s curvas¨C en el de una atleta. ?Es caro, pero me hace sentir bien y creo que es bueno para mi trabajo?, dice. Su nuevo f¨ªsico, m¨¢s atl¨¦tico, ha convencido al jurado del?casting?de Victoria¡¯s Secret por segundo a?o consecutivo. ?Es un grupo tan peque?o de chicas el que llega a ese desfile que me siento muy orgullosa de haberlo conseguido?.
Son los cuerpos m¨¢s deseados del planeta; y son muchos los rumores en torno a las exigencias que deben asumir: ?dietas imposibles?, ?entrenamientos extremos? Rhoda asegura que ella no es de las que se mata un mes antes del gran evento: ?Tiene mucho m¨¢s sentido entrenar todos los d¨ªas y mantener una relaci¨®n sana con la comida que morir de hambre antes del desfile subsistiendo a base de zumos?. Se declara tan fan de la vida sana y el deporte que incluso ha pensado en dedicarse a ello profesionalmente. De hecho, acaba de firmar con una agencia de representaci¨®n art¨ªstica en Los ?ngeles con la idea de hacer televisi¨®n o lo que se cruce en su camino. ?Actuar me da p¨¢nico, pero si me pones en un plat¨®, s¨¦ que puedo hacerlo?, cuenta ilusionada. Con una sonrisa y cogiendo a sus chihuahuas Winnie y Chloe en brazos, se despide del equipo y, tras esconderse en un abrigo que la tapa desde la coronilla hasta los pies, se pierde por las calles de Nueva York.
Vestido de piel de 3.1 Phillip Lim (1.285?€).
Tetsu Kubota
Jersey troquelado (c.?p.?v) y pantal¨®n (c.?p.?v.), ambos de Yigal Azrou?l.
Tetsu Kubota
Top de Helmut Lang (c.?p.?v.).
Tetsu Kubota
Top (1.201?€) y pantal¨®n (654?€), ambos de Alexander Wang.
Tetsu Kubota
Abrigo (c.?p.?v), top (c.?p.?v) y falda (c.?p.?v.), todo de The Row.
Tetsu Kubota
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