Las cinco teor¨ªas m¨¢s divertidas y surrealistas que mantienen que Elvis est¨¢ vivo
Escondido en Argentina o protegido por el FBI. Para muchos fans cualquier raz¨®n es buena para negar que El Rey falleciera el 16 de agosto de hace 42 a?os.
Este 16 de agosto se cumplen 42 a?os de la muerte de Elvis Presley, aunque sigue habiendo miles de personas que lo ponen en entredicho. El m¨²sico, que en estos momentos tendr¨ªa 84 a?os, siempre ha sido objeto de todo tipo de teor¨ªas que afirman que sigue vivito y coleando. Con motivo de la efem¨¦ride hemos querido reunir algunas de las m¨¢s sorprendentes y surrealistas que, durante d¨¦cadas, se han ido retroalimentando a trav¨¦s de los medios e Internet. Por orden expresa de su padre, Vernon Presley, hasta 2027 no se har¨¢ p¨²blica la autopsia del proclamado como El Rey, as¨ª que hasta entonces no saldremos realmente de dudas acerca de c¨®mo fueron sus ¨²ltimas horas.
Huy¨® a Buenos Aires para disfrutar de los asados
Es todo un cl¨¢sico de las teor¨ªas conspirativas. Pocos d¨ªas despu¨¦s de ser enterrado al lado de su madre el 18 de agosto de 1977 en el cementerio de Forest Hill (no ser¨ªa hasta octubre de ese mismo a?o que ambos ser¨ªan trasladados hasta Graceland despu¨¦s de que un sinverg¨¹enza intentara robar su cuerpo sin ¨¦xito), un hombre que guardaba cierto parecido con ¨¦l compr¨® en el aeropuerto de Memphis un billete de avi¨®n con destino a Buenos Aires.
El misterioso personaje en cuesti¨®n se hac¨ªa llamar John Burrows, uno de los alias que el artista recurrentemente usaba para registrarse en los hoteles, y la leyenda cuenta que en suelo argentino fue recibido por una limusina que le traslad¨® hasta el barrio de Parque Leloir, donde imaginamos que vivi¨® el resto de sus d¨ªas d¨¢ndose atracones de asados. Elvis se mov¨ªa en un Convair 880 a modo de jet privado bautizado simple y llanamente como Lisa Marie, aunque suponemos que de haber usado su propia aeronave la huida no hubiese sido precisamente discreta.
Nadie, curiosamente, ha reclamado ni un c¨¦ntimo de su seguro de vida
No existe ning¨²n documento que pueda demostrarlo, pero hay quienes afirman que en marzo de 1977, apenas cinco meses antes de su fallecimiento, firm¨® de su pu?o y letra un seguro de vida que ascend¨ªa a varios millones de d¨®lares. Absolutamente nadie, ni su hija Lisa Marie, ni Ginger Alden (su pareja por entonces, as¨ª como la persona que hall¨® su cad¨¢ver), ni ning¨²n familiar m¨¢s o menos cercano reclamaron un m¨ªsero c¨¦ntimo. ?Por qu¨¦? No se puede falsear una muerte y, encima, cobrar por ello.
Lo que s¨ª se sabe es que un a?o antes del triste acontecimiento, el 11 de agosto de 1966 para ser m¨¢s precisos, Elvis dej¨® su firma plasmada en otro seguro de vida que ascend¨ªa a los 3,6 millones de d¨®lares. En dicho papel figuraba sus planes de actuar por vez primera en el Reino Unido y en Jap¨®n. Sus primeros conciertos fuera de territorio estadounidense no se materializaron (y por ende dicho seguro) porque su manager, Tom Parker, m¨¢s conocido como Coronel Parker, en realidad era holand¨¦s y viv¨ªa de forma ilegal al otro lado del charco. Tampoco ayud¨® mucho que digamos que unos guardaespaldas resentidos escribieran por aquellas fechas el libro Elvis: What Happened?, donde se narraba con todo lujo de detalles su descenso al mundo de las drogas.
El FBI le protege por haber sido un patriota ejemplar
Por todos es sabido que Elvis fue un patriota de pro. Entre 1958 y 1960, siendo ya una estrella, no tuvo reparo en ponerse el uniforme militar y servir a su pa¨ªs en Alemania, donde precisamente conoci¨® a Priscilla, quien se convertir¨ªa en 1967 en su primera y ¨²nica esposa. No obstante, hay quienes como Gail Brewer-Giorgio apuestan por la teor¨ªa de que el m¨²sico se vio en la obligaci¨®n de inventarse su muerte por un motivo de fuerza mayor: tras ayudar al FBI a destapar una organizaci¨®n vinculada con la mafia llamada The Fraternity, pas¨® a convertirse en un testigo protegido del Departamento de Justicia estadounidense. Giorgio teoriz¨® sobre todo ello en el libro Is Elvis Alive? editado en 1988, el cual ser¨ªa otro motivo para se?alar porque nadie ha tocado su seguro de vida.
Asimismo, tal y como El Pa¨ªs cont¨® en 1978, tras reunirse con el presidente Nixon en diciembre de 1970, el artista quiso entrevistarse con el ultraconservador director de la polic¨ªa federal Edgard Hoover para, cual topo, se?alar con el dedo a todas aquellas celebridades que, seg¨²n ¨¦l, estaban pervirtiendo a los j¨®venes norteamericanos. The Beatles, Jane Fonda o The Smother Brothers estuvieron en el punto de mira de esta particular caza de brujas que guardar¨ªa paralelismos con el mccarthismo que en la d¨¦cada de los cincuenta repudi¨® a una larga lista de celebridades de Hollywood que simpatizaban con el comunismo. El encuentro entre Elvis y Hoover jam¨¢s se produjo. O, al menos, eso es lo que los archivos desclasificados del FBI cuentan.
La portada del ¡®National Enquirer¡¯ evidenci¨® que su cad¨¢ver podr¨ªa ser una figura digna del Madame Tussauds
En estos momentos ser¨ªa moralmente impensable, pero Billy Mann, uno de sus primos, no se lo pens¨® ni un segundo cuando le ofrecieron 18.000 d¨®lares a cambio de tomar una fotograf¨ªa del cad¨¢ver durante el velatorio en Graceland. La instant¨¢nea se public¨® en la portada del National Enquirer el 6 de septiembre de 1977, convirti¨¦ndose en el n¨²mero m¨¢s vendido en la historia del tabloide estadounidense: seis millones y medio de personas acudieron en masa a su quiosco m¨¢s cercano para hacerse con un ejemplar.
El d¨ªa de su muerte Elvis pesaba 113 kilos, pero la imagen para nada refleja dicho sobrepeso. Varios de los ah¨ª presentes, incluso, hicieron saber que no reconoc¨ªan al cad¨¢ver porque, entre otras observaciones, una de sus patillas parec¨ªa falsa y sus manos luc¨ªan extremadamente lisas. Nunca est¨¢ de m¨¢s recordar que Marie Tussauds hizo sus primeras figuras de cera a finales del siglo XVIII, por lo que la t¨¦cnica estaba m¨¢s que desarrollada en aquel entonces.
Sigue manifest¨¢ndose de inc¨®gnito cuando se aburre de su retiro
Descartada la versi¨®n de que Orion en realidad era Elvis con una m¨¢scara comprada en un bazar, muchas otras personas han cre¨ªdo ver a nuestro protagonista en diversas localizaciones. Desde una foto tomada en la propia Graceland el 31 de diciembre de 1977 en la que se le puede ver tan campante a trav¨¦s de la puerta de su casa en la piscina, pasando por otra de 1984 en la que el int¨¦rprete de Love Me Tender acompa?a al activista Jessie Jackson y Muhammad Ali saliendo de un hospital de Nueva York. El boxeador, para m¨¢s inri, interrogado por esta cuesti¨®n no dud¨® en contestar: ¡°Es mi amigo Elvis¡±. La teor¨ªa de que aparece haciendo de extra en una escena de Solo en casa, estrenada en 1990, es mejor descartarla porque no hay por donde cogerla.
Pero para surrealista lo que ocurri¨® el 8 de enero de 2017, el d¨ªa que en Graceland se conmemor¨® el 82 aniversario de su nacimiento. La p¨¢gina de Facebook Evidence Elvis Presley is alive ardi¨® cuando comparti¨® una imagen en la que pod¨ªa verse a un corpulento hombre con barba blanca y gafas de sol que, seg¨²n los ah¨ª presentes, acudi¨® al acto acompa?ado de varios guardaespaldas. La simple idea de que Elvis quiera comprobar con sus propios ojos c¨®mo los fans le rinden tributo d¨¦cadas despu¨¦s de su supuesta muerte nos parece fascinante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.