Su descubridor, Peter Beard ¨C Con 20 a?os, mientras se dirig¨ªa a la facultad de Ciencia Pol¨ªticas de Nairobi, el fot¨®grafo estadounidense Peter Beard le hizo una proposici¨®n que cambiar¨ªa para siempre su destino. ¡°Me pregunt¨® si alguna vez me hab¨ªan fotografiado. Me sent¨ª muy insultada porque pens¨¦: '?Oh, aqu¨ª va un hombre blanco que piensa que los africanos nunca han visto una c¨¢mara en su vida!'¡±, narr¨® en CBS News. ?l, prendado de su espectacular figura, fue consciente desde un primer momento del brillante en bruto que acababa de conocer. ¡°Me dijo ¡®te pagar¨¦¡¯. ?Y esa fue la primera transacci¨®n comercial que hice!¡±, apostill¨® al respecto. Cierto es que con el dinero que recibi¨®, 8.000 d¨®lares, su intenci¨®n era pagar la matr¨ªcula anual de la universidad. No obstante, cuatro meses despu¨¦s de aquello, y sin que sus padres lo supieran, la agencia Wilhelmina Models se interes¨® en ella y tom¨® un avi¨®n con destino a Nueva York con un claro objetivo: convertirse en una de las mayores supermodelos de la historia.Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty)Aprendi¨® el oficio en tiempo r¨¦cord ¨C El 15 de octubre de 1975 aterriz¨® en la Gran Manzana. Por entonces no sab¨ªa andar en tacones ni maquillarse, pero en pocos d¨ªas super¨® esas adversidades y no se dej¨® intimidar por nada ni nadie. De hecho, a principios de 1976, en su primera sesi¨®n para Vogue, pos¨® para Arthur Elgort con una profesionalidad y una naturalidad aplastantes. De todos modos, eso no quita que tuviera que batallar en sus inicios con la incomprensi¨®n de muchos profesionales de la ¨¦poca. Por ejemplo, ah¨ª est¨¢ el d¨ªa que conoci¨® al dise?ador Halston, quien nada m¨¢s verla le pregunt¨®: ¡°Querida, ?puedes caminar?¡±. La respuesta de Iman, d¨¦cadas despu¨¦s, sigue siendo digna de enmarcar: ¡°?C¨®mo diablos crees que llegu¨¦ hasta aqu¨ª?¡±. Aquellos prejuicios, sobre todo, los aliment¨® el propio Beard, ya que antes de que llegara a tierras estadounidenses hizo correr la leyenda de que la hab¨ªa descubierto en medio de la selva y que no hablaba ni una pizca de ingl¨¦s. Nada m¨¢s lejos de la realidad: Iman domina cinco idiomas y se crio en un ambiente sumamente intelectual.Arthur Elgort (Conde Nast via Getty Images)No tuvo una infancia f¨¢cil ¨C Nacida en Mogadiscio, Somalia, su padre Mohamed era diplom¨¢tico y embajador somal¨ª en Arabia Saud¨ª, mientras que su madre, Marian, trabajaba de ginec¨®loga. Como le cont¨® a Fern Mallis en 2015, ¡°¨¦ramos muy, muy pobres, pero de alguna manera, como ni?os, nunca lo experimentamos. Nunca pasamos hambre. Mis padres eran muy pol¨ªticos y realizaban dos o tres trabajos al mismo tiempo, as¨ª que ese es el entorno en el que crec¨ª. Alentaron la educaci¨®n, especialmente la m¨ªa, siendo una ni?a musulmana somal¨ª¡±. Sin ir m¨¢s lejos, como en Arabia Saud¨ª no pod¨ªa estudiar por el simple hecho de ser mujer, su familia decidi¨® que terminara la educaci¨®n secundaria en El Cairo. Tiempo despu¨¦s volvi¨® a su pa¨ªs natal, pero en 1969, tras el asesinato del presidente Abdirashid Ali Shermarke y el golpe militar de Mohamed Siad Barre, huy¨® junto a su madre y sus cuatro hermanos hasta Kenia. ¡°Imag¨ªnate: tenemos nuestro propio ch¨®fer, nuestro propio autom¨®vil y vamos a todas partes con seguridad al ser la familia del embajador. De pronto Somalia tuvo una revoluci¨®n y se convirti¨® en un r¨¦gimen militar. Todas las embajadas estaban cerradas y, de repente, la gente con la que trabajaba mi padre desapareci¨®. As¨ª, en medio de la noche, mi madre tom¨® una camioneta y con poco m¨¢s que la ropa que llev¨¢bamos puesta nos dirigimos a la frontera de Kenia y la cruzamos a pie. Literalmente tengo dos fotos m¨ªas de peque?a. Soy la cara de una refugiada. Los refugiados son, el 99% de las veces, personas que han abandonado sus pa¨ªses por temor a sus vidas¡±, detall¨® al respecto.Ishimuro (Conde Nast via Getty Images)Hero¨ªna contra el racismo y en favor de la igualdad salarial ¨C Cuando Iman lleg¨® a Nueva York su mayor competidora era Beverly?Johnson. Muchos trataron de enemistarlas, aunque consiguieron justo lo contrario porque compart¨ªan una lucha com¨²n. ¡°De repente yo era una ¡®modelo negra¡¯. No era consciente de que esa era una manera de describir a alguien. No sab¨ªa que el color de tu piel defin¨ªa la primera descripci¨®n acerca de qui¨¦n eres. Me pill¨® por sorpresa porque, obviamente, acababa de llegar de un pa¨ªs 100% negro, por lo que esa era una forma diferente de describirme a m¨ª misma. Luego me encontr¨¦ con los problemas salariales que enfrentaban las modelos negras en ese momento. Hab¨ªa una gran discrepancia entre lo que hac¨ªan las modelos negras y lo que hac¨ªan las modelos blancas; para m¨ª eso fue muy sorprendente. Entonces le dije a Wilhelmina: ¡®Me pagan por los servicios que presto, independientemente de mi color¡¯. Si el cliente dice: ¡®No quiero una mujer negra¡¯, me parece bien. Sin embargo, si el cliente me va a contratar, tiene que pagarme igual que a otra modelo¡±, defendi¨® con firmeza a lo largo de toda su carrera. S¨ª, Naomi Campbell o Alek Wek tienen mucho que agradecerle.frederic meylan (Sygma via Getty Images)Fue la musa de uno de los m¨¢s grandes ¨C De Gianni Versace a Calvin Klein, pasando por Donna Karan, Azzedine Ala?a o Thierry Mugler. La lista de dise?adores que confiaron en la modelo es tan extensa que da para un libro. Aunque si se le pregunta a Iman, su favorito siempre fue y ser¨¢ Yves Saint Laurent, quien se inspir¨® en la somal¨ª para confeccionar su famosa colecci¨®n The African Queen. Durante semanas ella fue su ¨²nico maniqu¨ª. ¡°Cuando Yves me dijo que quer¨ªa crear una colecci¨®n completa sobre m¨ª pens¨¦: ¡®Oh, Dios m¨ªo, ?por supuesto!¡¯. No ten¨ªa ni idea de lo que aquello realmente implicar¨ªa. Fui a Par¨ªs y todos entramos a su estudio. Ten¨ªa cientos de rollos de tela y tuve que estar all¨ª parada mientras ¨¦l simplemente pon¨ªa telas en mi cuerpo y sin nada m¨¢s, sin esbozos o alfileres, tom¨® las tijeras y empez¨® a cortar. Despu¨¦s de hacer el show David Bailey vino y tom¨® unas fotos. Fue un momento memorable para m¨ª. Me encant¨®. Trabajar con tales visionarios es una experiencia ¨²nica en la vida. Y he tenido el privilegio varias veces, as¨ª que me considero verdaderamente bendecida¡±, record¨® sobre la experiencia hace un lustro con motivo de su sesenta aniversario.Peter Turnley (Corbis/VCG via Getty Images)Sobrevivi¨® a un grave accidente de tr¨¢fico ¨C 1983 es un a?o que no olvidar¨¢ f¨¢cilmente nuestra protagonista. En uno de los momentos m¨¢s dulces de su carrera, volviendo a casa tras acudir a una cena, un conductor ebrio impact¨® contra el taxi en el que se encontraba. Ocurri¨® entre la neoyorquina Primera Avenida y la Calle 37. Se fractur¨® el p¨®mulo, la cuenca de un ojo, la clav¨ªcula y varias costillas. ¡°Mi m¨¦dico me dijo que no me preocupara, que se curar¨ªa sin cicatrices importantes. Pero no estaba preocupada. Cuando pens¨¦ en el hecho de que no estaba muerta o paralizada, renunciar al modelaje parec¨ªa un peque?o precio a pagar¡±, desvel¨® sobre aquellos cinco meses en los que se vio obligada a reposar en una cama. Una vez recuperada volvi¨® por la puerta grande a las pasarelas hasta 1989, el momento en el que decidi¨® retirarse de la moda. Aunque lo cierto es que, desde entonces, no ha destacado precisamente por su inactividad.Ronald Siemoneit (Sygma via Getty Images)Una foto para la historia ¨C En 2001, con motivo de la publicaci¨®n de I Am Iman (un libro que recog¨ªa sus mejores editoriales de moda, al igual que sus vivencias en la industria), no dud¨® en llamar a la fot¨®grafa Annie Leibowitz para que tomara una instant¨¢nea que, a¨²n hoy en d¨ªa, no ha vuelto a repetirse. Por vez primera, las 16 modelos de color m¨¢s laureadas de la historia fueron retratadas juntas. Entre otras, Iman reclut¨® a Beverly Johnson, Tyra Banks, Naomi Campbell, Cynthia Bailey, No¨¦mie Lenoir o Alek Wek para una imagen que marc¨® una ¨¦poca. ¡°Para m¨ª, creo que esa fue una de las cosas que m¨¢s orgullo me dio hacer. Nunca ha habido una foto de tantas modelos negras juntas en una habitaci¨®n. Es una fotograf¨ªa hist¨®rica¡±, confes¨® al New York Post.Steve Eichner (Getty Images)Los hombres de su vida ¨C M¨¢s all¨¢ de su padre, que desde bien peque?a le inculc¨® la importancia de la educaci¨®n y que ¡°el cielo es el l¨ªmite¡± para cualquier mujer, Iman ha tenido tres grandes amores conocidos. El primero de ellos fue un misterioso empresario somal¨ª llamado Hassan que trabajaba para la cadena hotelera Hilton. Se cas¨® con ¨¦l a los 18 a?os y, una vez arranc¨® su carrera de modelo en Estados Unidos, pidi¨® los papeles del divorcio. Jam¨¢s ha hecho una declaraci¨®n p¨²blica sobre ¨¦l. La segunda vez que pas¨® por el altar fue en 1977 con el jugador de baloncesto Spencer Haywood. Lo suyo dur¨® diez a?os, pero lo que ella no pod¨ªa imaginarse es que inaugurar¨ªa la d¨¦cada de los noventa conociendo al que en 1992 se convertir¨ªa en su tercer y m¨¢s c¨¦lebre esposo. S¨ª, hablamos del irrepetible David Bowie.Time Life Pictures (The LIFE Picture Collection via )No es la viuda de David Bowie, sino de David Jones ¨C Recientemente alejada de las pasarelas, en 1990 el peluquero de Iman le propuso ir a una fiesta juntos. No obstante, la fiesta como tal en realidad era una farsa y la modelo acab¨® cenando en una mesa para cuatro (que bien podr¨ªa definirse como una cita a ciegas) en la que se encontraba el mism¨ªsimo David Bowie. A pesar de sus reticencias, lo suyo fue amor a primera vista. ¡°No estaba lista para una relaci¨®n. Definitivamente no quer¨ªa entablar una relaci¨®n con alguien como ¨¦l. Pero como siempre dije: me enamor¨¦ de David Jones. No me enamor¨¦ de David Bowie. Bowie es solo una persona. Es un cantante, un artista. David Jones es el hombre que conoc¨ª¡±, verbaliz¨® en The Guardian. Hasta que el autor de Space Oddity falleci¨® a principios de 2016 fueron inseparables, y no parece que en estos momentos quiera reemplazarle por otro. ¡°Nunca me volver¨¦ a casar. El otro d¨ªa estando con alguien mencion¨¦ a mi esposo y me dijeron: ¡®?Te refieres a tu difunto marido?¡¯. Dije: ¡®No, ¨¦l siempre ser¨¢ mi esposo¡¯. Me siento muy sola. ?Pero quiero una relaci¨®n? No puedo decir nunca, pero no, ahora no¡±, confes¨® a Net-A-Porter en 2018.Andrew H. Walker (Getty Images)Recelosa de su vida privada¨C Apenas un a?o despu¨¦s de casarse con Spencer Haywood dio a luz a su primera hija, Zulekha, en 1978. Sin embargo, a los 45, tras siete a?os intent¨¢ndolo, con Bowie, en el 2000, concibi¨® a Alexandria, a la que cari?osamente llama Lexi.Arnaldo Magnani (Getty Images)La g¨¦nesis de un gran imperio ¨C En 1994, pese a llevar a?os fuera de los focos, no se qued¨® precisamente de brazos cruzados: ide¨® su propia firma de maquillaje, Iman Cosmetics, una empresa que considera ¡°mi mayor legado¡± y que factura anualmente m¨¢s de 20 millones de d¨®lares. ?C¨®mo surgi¨® la idea? ¡°En mi primera sesi¨®n para Vogue el maquillador no ten¨ªa ninguna base para las chicas negras. Eso fue lo que plant¨® la semilla en mi cabeza para crear Iman Cosmetics. Cuando trabajas en la industria tu apariencia es tu moneda de cambio. Si no tienes una buena imagen no volver¨¢n a contratarte, y nadie culpar¨¢ por ello al equipo de belleza o al fot¨®grafo. Esto me hizo comenzar a experimentar con el maquillaje desde una etapa temprana. Cuando anunci¨¦ mi intenci¨®n de lanzar Iman Cosmetics no me tomaron en serio. En Estados Unidos, cuando se habla de mujeres de color, la gente solo piensa en la piel negra. Pero quer¨ªa hacer algo m¨¢s diverso. Si caminas por las calles del SoHo puedes ver a chicas asi¨¢ticas con rastas, puertorrique?as con pelucas rubias¡ Esa fue mi inspiraci¨®n. El lanzamiento fue un ¨¦xito porque lleg¨® en un momento en el que el multiculturalismo se estaba volviendo grande. De repente, las mujeres de a pie no ten¨ªan que lidiar por conseguir el maquillaje correcto¡±, explic¨® en 2018 a Vogue Arabia. En la imagen, como portada de S Moda en 2013.Humanitaria¨C Fil¨¢ntropa donde las haya, desde hace much¨ªsimo tiempo Iman trabaja altruistamente como portavoz y embajadora en organizaciones como CARE (en la que desde 2019 ejerce de Defensora Global), Keep A Child Alive o Save the Children. Atendiendo a sus ra¨ªces, se sobreentiende su faceta m¨¢s solidaria. ¡°Las organizaciones ben¨¦ficas en las que participo se centran principalmente en los ni?os y las mujeres porque, como africana que soy, veo que esos son los dos grupos de personas m¨¢s afectados. Las mujeres y los ni?os no inician las guerras civiles. Son los hombres quienes las inician, mientras que las mujeres y los ni?os son los que se quedan atr¨¢s. Son las mujeres las que son violadas; son los ni?os los que se convierten en esclavos de guerra y ni?os soldados. Ese tipo de violencia es mon¨®tona, consistente y sistem¨¢tica¡±, expresa sobre su vocaci¨®n humanitaria.
