?Cambio de imagen para capear el temporal? Ellen DeGeneres estrena peinado tras las acusaciones de ?jefa t¨®xica?
La presentadora y humorista, icono de la comunidad LGTBI, ha perdido el 38% de su audiencia despu¨¦s de haber sido acusada de tolerar una cultura laboral t¨®xica en su programa matutino. ?Es su nuevo look una estrategia para marcar nueva etapa y recuperar el cari?o del p¨²blico?
Ellen DeGeneres era una de esas personas fieles al mismo peinado sin importar la ocasi¨®n. La popular presentadora, icono de la comunidad LGTBI por su simb¨®lica salida del armario en 1997, llevaba m¨¢s de una d¨¦cada luciendo el mismo pixie revuelto y despeinado hasta el punto de haberlo convertido en una de sus se?as de identidad m¨¢s reconocibles. Una caracter¨ªstica m¨¢s de un personaje que hab¨ªa atrapado a la audiencia convirti¨¦ndose en una de las presentadoras m¨¢s queridas y seguidas de la televisi¨®n estadounidense. Sin embargo, los malos datos registrados en la primera semana del estreno de la decimoctava temporada de El show de Ellen ¨Chasta un 38% de audiencia menos que el a?o pasado en el mismo periodo¨C podr¨ªan tener mucho que ver con su nuevo cambio de look.?
La humorista comenz¨® la temporada de su magazine matutino con un mon¨®logo de siete minutos en el que enton¨® el mea culpa por las acusaciones que se hab¨ªan vertido contra ella y los responsables del programa, tachados de tolerar una cultura laboral t¨®xica. DeGeneres pidi¨® perd¨®n ?a todas las personas afectadas? asumiendo la ?responsabilidad de todo lo que ocurra en el programa? y anunciando que ese primer episodio ser¨ªa el comienzo de una nueva etapa. Su nuevo look parecer ser un eslab¨®n m¨¢s en la cadena de reconstrucci¨®n de su imagen, una forma de dejar claro, a primer golpe de vista, que la Ellen DeGeneres ?t¨®xica? ha quedado atr¨¢s. Peinado hacia arriba a modo de tup¨¦ y con un aspecto m¨¢s voluminoso, el peinado no tard¨® en acaparar la conversaci¨®n en redes sociales y muchos lo compararon con el que luci¨® su esposa,?Portia de Rossi, hace varios a?os.
Como explicaba Carlos Meg¨ªa en un art¨ªculo titulado Ellen DeGeneres, ¡®cancelada¡¯: la audiencia de su programa se hunde tras las acusaciones de ?jefa t¨®xica?, la ca¨ªda en desgracia de la presentadora no se ha notado solo en su magazine diario. El estreno de la cuarta temporada del concurso Game of games (Juego de juegos) ha corrido una suerte similar al dejarse por el camino el 30% de los espectadores que siguieron el estreno de la temporada anterior. DeGeneres, que convirti¨® el lema ?S¨¦ amable? en su leitmotiv medi¨¢tico e incluso comercial, ve ahora c¨®mo su imagen de mejor amiga de Am¨¦rica ha sufrido un duro golpe en los ¨²ltimos tiempos. Consciente de la importancia que tiene para su carrera continuar representando el ep¨ªtome de la empat¨ªa para todos los p¨²blicos, la estadounidense quiere recuperar la eterna sonrisa que siempre la ha caracterizado. Pocos cambios f¨ªsicos son tan notables como un nuevo peinado para dejar claro que quiere comenzar una nueva etapa en su vida.
Aunque hace unos d¨ªas ya comparti¨® con sus seguidores en Instagram ¨Cm¨¢s de 92 millones¨C su nuevo tup¨¦ en una imagen que parodiaba otra instant¨¢nea de Kylie Jenner con el objetivo de animar al voto, la presentadora lo estren¨® de manera oficial ante sus millones de espectadores ¨Cahora reducidos en un 38%¨C en su programa. Numerosas publicaciones especializadas han interpretado su nueva imagen en la misma direcci¨®n: un intento por poner punto y aparte a los controvertidos episodios que la han rodeado los ¨²ltimos meses. Desde su aparici¨®n en un partido de f¨²tbol americano acompa?ada del expresidente George W. Bush y su negativa a criticar al Gobierno de Trump en su espacio, hasta su defensa del actor Kevin Hart por una serie de antiguos tuits hom¨®fobos o su analog¨ªa entre el encarcelamiento y las semanas de confinamiento en su mansi¨®n de Los ?ngeles. Adem¨¢s, por supuesto, de las denuncias sobre el ambiente abusivo en el plat¨® que desencadenaron una investigaci¨®n interna llevada a cabo por la productora WarnerMedia y que se sald¨® con el despido de los productores ejecutivos Ed Glavin, Kevin Leman y Jonathan Norman, a quienes se les atribuyeron el grueso de las faltas.
El entorno de la humorista no ha dudado en desplegar un mecanismo nada disimulado con la clara intenci¨®n de lavar su imagen. Una antigua pareja de DeGeneres, la actriz Anne Heche (Seis d¨ªas, siete noches), ha concedido dos entrevistas en solo un mes con el objetivo de destacar la revoluci¨®n social que supuso su relaci¨®n homosexual a finales de los noventa y ha confesado que el conocimiento de su romance por parte de los ejecutivos de los grandes estudios provoc¨® que se quedara sin trabajo en Hollywood. Tambi¨¦n su actual esposa, la actriz Portia De Rossi, sali¨® en defensa de su mujer, as¨ª como una abultada lista de rostros del star system: Diane Keaton, Katy Perry, Ashton Kutcher, Alec Baldwin o Sofia Vergara. Ahora es su peluquero quien le ha tirado un nuevo salvavidas. ?Conseguir¨¢ su tup¨¦ mantenerla en pie hasta que amaine el temporal?
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