Por qu¨¦ Alicia Vikander es la chica del a?o
En 2013 era pr¨¢cticamente una desconocida. En 2014, ¡®la novia de Fassbender¡¯. En 2015 estrena 7 pel¨ªculas y es rostro de Louis Vuitton.
Roma. En una habitaci¨®n de hotel del centro de la ciudad, 12 periodistas de al menos cinco nacionalidades distintas aguardan la aparici¨®n de Alicia Vikander. En esa misma terraza sobre la que pega bien fuerte el sol se rod¨® una escena de Operaci¨®n U.N.C.L.E., el nuevo thriller de esp¨ªas dirigido por Guy Ritchie que la actriz sueca promociona. Un redactor se?ala hacia un extremo de la sala: una chica morena, delgada y bajita, escoltada por dos diligentes empleadas de Warner, espera sentada en una silla de mimbre. Nadie la ha visto entrar, nadie se ha percatado de su presencia. Pero ah¨ª est¨¢ Vikander (Gotemburgo, Suecia, 1988).
Todav¨ªa puede caminar por la ciudad sin ser avasallada por legiones de fans o pasar por delante de un grupo de periodistas sin que ninguna persona alce una ceja. Pero ese estatus no va a durarle mucho. En lo que va de a?o ha estrenado dos pel¨ªculas (Ex Machina y Testament of Youth, con Kit Harington, que no ha llegado a Espa?a). Pero le quedan otras cinco. Una de ellas es este filme ambientado en la Guerra Fr¨ªa, entre el Berl¨ªn dividido y la glamurosa Italia de los a?os 60, que se estrena el d¨ªa 14. Pero tambi¨¦n est¨¢n The Danish Girl, junto al ganador de un Oscar Eddie Redmayne, o The Light Between Oceans, con su actual pareja, Michael Fassbender. ?Si alguien me hubiera dicho esto hace cuatro a?os, no me lo habr¨ªa cre¨ªdo. Llevo tres sin parar de trabajar. Me daba miedo no tener contactos, no saber c¨®mo comportarme¡ Ahora estoy m¨¢s tranquila?, explica.
Lo parece. Su postura es perfecta; su sonrisa, en equilibrio entre la cercan¨ªa y la cortes¨ªa; su ropa es impecablemente normal; y su peinado, cuidadosamente desenfadado. Hasta su belleza parece moverse dentro de unos l¨ªmites: hay que detenerse en sus facciones para descubrir en ellas a la nueva cara de Louis Vuitton, a la explosiva robot Ava de Ex Machina. Ser¨¢ cierto ese car¨¢cter disciplinado del que hablan los que han trabajado con ella. ??Disciplinada??. Hace una pausa, r¨ªe. ?No, no me considero disciplinada. Soy bastante¡ desastre?.
Es dif¨ªcil creerlo. Estudi¨® ballet hasta los 16 a?os, con seis o siete horas diarias de ensayo, hasta que lo dej¨® tras encadenar varias lesiones. ?Ha sido una de las decisiones m¨¢s dif¨ªciles de mi vida y no es sencillo de explicar?, dice con un tinte exasperado en su voz aterciopelada y ligeramente ronca. ?Creo que me di cuenta de que no quer¨ªa tener la vida de una bailarina. La he visto durante nueve a?os. Es muy dura?.
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Opt¨® por la de actriz, como su madre. Recuerda que la rechazaron dos veces en la Escuela de Teatro de Estocolmo. ?Me dije: ¡°Bueno, har¨¦ alguna pel¨ªcula sueca, tendr¨¦ que combinarlo con el teatro para poder vivir¡±?, relata. Pero se le encendi¨® la bombilla: vol¨® a Londres, donde sigue viviendo, y comenz¨® a hacer pruebas en ingl¨¦s. ?sa es otra de las claves de su ¨¦xito. En la pantalla, dicen los angl¨®fonos, es imposible rastrear un asomo de acento extranjero. Otro entrenamiento: ?Leo el gui¨®n una y otra vez. Escucho grabaciones del texto, me grabo a m¨ª misma. Es b¨¢sicamente una cuesti¨®n de repetici¨®n?. De disciplina y suerte. Cuando hizo el casting para la pel¨ªcula danesa Un asunto real incluso logr¨® convencer al director de que conoc¨ªa el idioma, pero apenas pod¨ªa entender una frase completa.
Papeles conflictivos. Tanta correcci¨®n contrasta con algunos de los roles que ha interpretado recientemente: una peleona mec¨¢nica del Berl¨ªn Oriental en el filme de Guy Ritchie; la escritora feminista Vera Brittain en Testament of Youth; o la ilustradora er¨®tica Gerda Wegener, esposa de la primera mujer transexual en hacerse una operaci¨®n de reasignaci¨®n de sexo, en The Danish Girl. ?Es estupendo ver c¨®mo la industria cinematogr¨¢fica se pone por fin al d¨ªa e incluye personajes de chicas fuertes. Se est¨¢ demostrando que hoy una pel¨ªcula puede tener una protagonista femenina y alcanzar el ¨¦xito comercial?, reivindica.
Es lo que ella parece buscar. Acaba de fichar por la saga Bourne, aspira a que alguna de las cintas en las que ha participado llegue a los Oscar y su relaci¨®n con el mundo de la moda se estrecha cada vez m¨¢s. ?Normalmente uso vaqueros negros y una camiseta, pero cuando te dan la oportunidad de ir a eventos vestida de una manera poco habitual, me siento afortunada. Es una forma adulta de jugar?, asegura. Por ahora, su ¨²nico acuerdo es con Ghesqui¨¨re, aunque no pone peros a futuras colaboraciones.
Ninguna de sus recientes conquistas profesionales ha desbancado, sin embargo, al que ella considera su mayor logro. Al preguntarle que cu¨¢ndo se dio cuenta de que su sue?o de ser actriz pod¨ªa ser real, responde sin dudas. Su primer papel, en la pel¨ªcula sueca Pure, fue la piedra de toque. ?Pens¨¦: ¡°Esto es significativo. Voy a ir a por ello¡±?, recuerda.
Alicia se despide y se sienta bien erguida para la siguiente entrevista. Apenas se levantar¨¢ del sill¨®n de mimbre durante las pr¨®ximas horas. No tiene tiempo que perder.
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