Steve Carell, de ¡®Virgen a los 40¡¯ a ¡®Empotrador a los 50¡¯

Un tuit encendi¨® la mecha. ¡°Honestamente, pod¨¦is quedaros con vuestros Goslings y Zayns? y darme al Steve Carell de 2017¡±, escribi¨® una tuitera norteamericana con apenas 600 seguidores en la red social, acompa?¨¢ndolo de una fotograf¨ªa del actor en su ¨²ltimo acto de promoci¨®n en Londres. La explosi¨®n lleg¨® cuando sus palabras comenzaron a ser refutadas viralmente por otros usuarios, cosechando hasta el d¨ªa de hoy m¨¢s de 40.000 retuits y 136.000 ¡®me gusta¡¯. Por supuesto, la prensa de la industria del espect¨¢culo tuvo que hacerse eco de aquel que hab¨ªa sido encumbrado como nuevo novio de internet por unanimidad, esta vez con un perfil muy alejado de los anteriores Hardy, Gosling, Hiddleston, Isaac o Trudeau.

La transformaci¨®n del look de Steve Carell, de 54 a?os, ha pillado desprevenidos a espectadores y medios (¡°?C¨®mo ha podido ponerse as¨ª de atractivo de un d¨ªa para otro?¡±, se preguntan), en el que destaca una cabellera canosa ¨Cno sabemos si por exigencias naturales o de guion¨C y unas gafas que no le hab¨ªamos visto antes. Hasta Jimmy Fallon se vio obligado a tratar el tema de su aspecto durante una reciente visita a The Tonight Show. El actor, conocido por su personaje de Michael Scott en la serie The Office y la pel¨ªcula Virgen a los 40, ha dejado atr¨¢s cualquier similitud con su rol en la mencionada comedia para despertar anhelos por una hipot¨¦tica segunda parte. ?Para cu¨¢ndo Empotrador a los 50?

¡°Estoy cansad¨ªsimo de que la gente me mire por mis atributos f¨ªsicos. Es solo gen¨¦tica. No hay nada que pueda hacer¡±, contest¨® con sorna Carell en Entertainment Tonight, durante la promoci¨®n del estreno de Gru 3, a la que presta su voz en la versi¨®n original. Los expertos coinciden en que el int¨¦rprete ha pasado a formar parte del exclusivo club de los silver foxes de Hollywood. Estos ¡®zorros plateados¡¯ son hombres maduros que exhiben orgullosos sus canas, se mantienen en forma y envejecen vistiendo zapatillas. El referente en la ficci¨®n es Roger Sterling, uno de los peces gordos de la agencia publicitaria en la que se desarrollaba la serie Mad Men, y en el espectro real los George Clooney, Richard Gere y Viggo Mortensen. ¡°Debido a su edad han alcanzado una posici¨®n social y econ¨®mica confortable, encarando la madurez con serenidad, picard¨ªa y humor¡±, afirmaba Rita Abundancia en el art¨ªculo El club de los zorros plateados, publicado en esta cabecera en 2012. De humor, por lo demostrado durante su brillante carrera, este va sobrado.

Una vez que existe fumata blanca acerca del hechizo que desprende Carell, la prensa discute sobre cu¨¢l de ellos se dio cuenta primero de los encantos ocultos del int¨¦rprete. ¡°Si est¨¢s saltando ahora al tren de ¡®Steve Carell est¨¢ bueno¡¯, es que has estado perdido durante a?os¡±, dice Allyson Koerner en Bustle, que sincroniza su transformaci¨®n f¨ªsica con la que sufre su personaje en la pel¨ªcula Crazy, Stupid, Love. El Cal Weaver que interpreta es un cuarent¨®n puritano reci¨¦n divorciado que se topa en un bar con un joven metrosexual (Ryan Gosling), que le ayuda a convertirse en un gal¨¢n para rehacer su vida sentimental. ¡°Exclusiva: Siempre ha sido atractivo, y para todos aquellos que se han dado cuenta ahora, es simplemente ofensivo. Tambi¨¦n malo para ellos, porque podr¨ªan haber disfrutado de su belleza durante todos estos a?os¡±, concluye la periodista.

Su reciente aparici¨®n ataviado con pantalones beige, zapatillas de piel, gafas de sol y un ajustado jersey azul marino ha hecho saltar las alarmas sobre su atractivo. No es que hasta el momento no fuera un hombre estiloso, pero est¨¢bamos m¨¢s acostumbrados al Carell trajeado de alfombra roja que a este nuevo estilo relajado y casual. Algo parecido a lo que ocurri¨® hace unas semanas con Obama que, despu¨¦s de pasearse con camisa blanca desabrochada (sin corbata, claro) y gafas de sol por Mil¨¢n, se convirti¨® en protagonista de titulares que alababan su estilo y lo encumbraban como efigie de lo cool. Parece que no hay nada como dejar el encorsetamiento en casa, presumir de canas y colocarse unas gafas de sol para convertirse en el nuevo (y maduro) novio de internet.

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