?Es una palabra que divide pero es bien clara?: c¨®mo Carey Mulligan se ha convertido en portavoz del cine feminista
Tras meterse en la piel de la pionera sufragista de ficci¨®n Maud Watts y su nominaci¨®n al Oscar por su papel de vengadora de violadores de ¡®Una joven prometedora¡¯, la actriz vuelve a la gran pantalla para encarnar a la periodista de ¡®The New York Times¡¯ Megan Twohey en ¡®Al descubierto¡¯, la pel¨ªcula sobre la investigaci¨®n que destap¨® el ¡®caso Weinstein¡¯.
?Mi abuela cuando era joven, Amy Poehler, Malala Yousafzai, Angelina Jolie, las reinas Isabel I y II, Marion Cotillard, Patti Smith, Michelle Obama y Lady Marian?. Estas son las mujeres a las que Carey Mulligan invitar¨ªa a su cena perfecta. Lo cont¨® en 2015 en TimeOut, cuando promocionaba su pel¨ªcula Las sufragistas. En ella, Mulligan trabajaba con Helena Bonham Carter y Meryl Streep e interpretaba a Maud Watts, trabajadora de una lavander¨ªa industrial del Londres de 1912 que se compromete con el movimiento a favor del voto femenino promovido por Emmeline Pankhurst. Despu¨¦s de alcanzar la fama en pel¨ªculas como?Una educaci¨®n (por la que fue nominada al Oscar en 2009 y en la que interpretaba a una joven menor de edad que inicia una relaci¨®n con un hombre mayor), El gran Gastby (donde era la flapper Daisy Buchanan) o Drive, la actriz brit¨¢nica est¨¢ convirti¨¦ndose en la nueva musa del cine feminista.
En 2020 se gan¨® el favor de la cr¨ªtica y su segunda nominaci¨®n al Oscar como Cassandra, la protagonista de Una joven prometedora, un papel en el que se tomaba la justicia por su mano para vengar una violaci¨®n, y en su nueva pel¨ªcula, Al descubierto (que se present¨® en el reciente Festival de Cine de Londres) encarna a Megan Twohey, la periodista de The New York Times cuya investigaci¨®n junto a su colega Jodi Kantor destap¨® el caso Weinstein que acab¨® con el encarcelamiento del todopoderoso productor hollywoodiense e impuls¨® el movimiento MeToo. ?Pienso que ser¨ªa dif¨ªcil encontrar a alguien que no haya interactuado con ¨¦l [Harvey Weinstein] a lo largo de los a?os. Tuvo una especie de poder supremo durante mucho tiempo?, ha explicado Mulligan en una reciente entrevista con el medio especializado en cine Deadline, ?creo que es importante ver la integridad de su periodismo, donde cada hecho menor estaba comprobado, es importante que la gente vea lo que implica publicar una historia como esta?.
Mulligan, de 37 a?os, ha recalcado en Deadline la importancia del trabajo de Kantor y Twohey: ?Les preguntaron sobre c¨®mo ve¨ªan lo que hab¨ªa surgido de sus reportajes. Pero no lo puedes cuantificar, lo que sucedi¨® desde que se public¨® ese art¨ªculo y el papel que desempe?aron en ese gran momento hist¨®rico. La suya es una uni¨®n forjada a fuego?. En los cinco a?os pasados desde el inicio del movimiento MeToo han cambiado muchas cosas en la industria del cine (se han popularizado figuras como la del coordinador de intimidad, se han destapado casos de abusos) y en la sociedad en general. ?No hay duda de que estamos en medio de una nueva ola, si no la m¨¢s importante, del movimiento feminista?, explicaba la directora de Estudios de G¨¦nero Chiara Bottici en un an¨¢lisis sobre el impacto social de este movimiento en su quinto aniversario publicado en El Pa¨ªs. Pero el inter¨¦s de Mulligan por el feminismo no es nuevo. ?La pel¨ªcula no puede estar m¨¢s de actualidad, conectada con el movimiento MeToo y contando historias muy cercanas a los supervivientes, pero en una clave m¨¢s subversiva. Se trata de una pel¨ªcula en la que piensas que est¨¢s ante una comedia rom¨¢ntica y que nada de lo que tiene lugar es realmente malo hasta que empiezas a verlo de forma retrospectiva?, explicaba a S Moda la actriz cuando present¨® Una joven prometedora, dirigida por Emerald Fennell.
La int¨¦rprete ha hablado en repetidas ocasiones sobre el movimiento feminista, y ha llegado a opinar sobre las pol¨¦micas en torno al mismo, dejando claro que no entiende por qu¨¦ cuesta tanto definirse como feminista, como zanj¨® en 2015 en una entrevista a Mindfood: ?Creo que [feminista] se ha convertido en una palabra que divide. No creo que lo sea por naturaleza y por definici¨®n no deber¨ªa serlo. Pero me parece que por alguna raz¨®n en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas se ha convertido en una palabra tab¨² con connotaciones extra?as, cuando en realidad su definici¨®n es sencilla, poco agresiva y f¨¢cil de entender?.
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