Jane Birkin ya no es la ¡®cara B¡¯
Vuelve a los escenarios con su ¨¢lbum tributo a Serge Gainsbourg, un libro recoge la mirada m¨¢s ¨ªntima junto al compositor y pone su cara m¨¢s solidaria en unas camisetas de Zara.

M¨¢s Birkin que nunca. La veremos en camisetas de Zara, seremos los?espectadores de sus intimidades con Gainsbourg y aterrizar¨¢ de nuevo en los escenarios para celebrar el anirversario de Arabesque. La petite anglaise, como ser¨¢ adoptada familiarmente por el p¨²blico franc¨¦s, desembarc¨® en Par¨ªs con veinte a?os y los ecos del Swinging London todav¨ªa en sus cabellos al viento. Sus capazos de mimbre causar¨¢n sensaci¨®n en el restaurante Maxim¡¯s muchos antes que Herm¨¦s le cree su ic¨®nico bolso. Los nombres Gainsbourg&Birkin formar¨¢n la nueva pareja de moda en el Gotha de las celebridades, entre la fascinaci¨®n y el esc¨¢ndalo, que los m¨¢s perversos ven como una reedici¨®n del cuento La Bella y la Bestia de Perrault. Jane Birkin se convierte en la musa y objeto de atenci¨®n preferente, donde el m¨²sico y escritor proyecta sus fantas¨ªas, como una nueva Lolita llamada Melody Nelson o sus neurosis sexuales. La transformar¨¢ en un ser andr¨®gino y pareja de otro s¨ªmbolo sexual, Joe Dallesandro, para su frustrado y no bien recibido debut cinematogr¨¢fico en la pantalla.
Despu¨¦s vendr¨¢ la separaci¨®n, como recordar¨¢ a?os m¨¢s tarde la actriz, "acaba resultando muy mon¨®tona la convivencia con alguien que se pasa bebiendo todo el d¨ªa¡±, y una hija nacida de la uni¨®n, Charlotte, que se sumaba a Kate, de su relaci¨®n con el compositor John Barry. A las dos acabar¨¢ uni¨¦ndose Lou Doillon ¨Cde su relaci¨®n con el realizador Jacques Doillon¨C y que al igual que su madre y hermana Charlotte, ha acabado proyectando su carrera entre la interpretaci¨®n, la m¨²sica y el mundo de la moda y la imagen. Gainsbourg todav¨ªa tendr¨¢ tiempo de escribirle algunos de sus m¨¢s bellos ¨¢lbumes dej¨¢ndole peque?as perlas llenas de delicadeza como Les dessous chic o Baby Alone in Babylone, a modo de piezas testamentarias y ¨²ltimas ofrendas amorosas.

Con Serge Gainsbourg.
Foto cedida por Taschen: Andrew Birkin
Con la muerte de Gainsbourg en 1991, Jane Birkin lucha contra el papel de ¡°viuda oficial¡± que algunos pretenden recluirla. Sus conciertos en solitario crean una atmosfera de complicidad y emoci¨®n con el auditorio. El p¨²blico no la percibe como una star, sino como un personaje cercano, como una amiga que no esconde su fragilidad sobre la escena. La carrera musical sin Gainsbourg alterna los discos m¨¢s personales con la relectura de la obra del autor de La javanaise y La ballade de Bonnie and Clyde.
Birkin emprende una batalla por dar a conocer el verdadero Gainsbourg, m¨¢s all¨¢ de los t¨®picos y las excentricidades que a menudo deforman su imagen. Mostrar al hombre que ella ha amado, ese personaje tierno y seductor que hac¨ªa de la provocaci¨®n su mejor arma de defensa ante la imbecilidad y el mal gusto. Entre los tributos musicales que realiza destaca Arabesque, un ¨¢lbum donde las canciones de Gainsbourg son pasadas por el tamiz de sonoridades ex¨®ticas y arabizantes que iluminan y rejuvenecen el cancionero del compositor. Ahora, coincidiendo con el aniversario del ¨¢lbum, a los diez a?os de su aparici¨®n, la celebraci¨®n le ha servido para iniciar una nueva gira musical despues de una ausencia de los escenarios por problemas de salud. Una tourn¨¦e que pasar¨¢ en una primera etapa por Francia para continuar despues por una larga traves¨ªa internacional.
A la actualidad musical se suma su primera colaboraci¨®n con la firma espa?ola Zara que ha producido unas camisetas con el rostro de la actriz y cuyos beneficios ser¨¢n destinados a la organizaci¨®n Medecins du Monde. Las camisetas se pueden adquirir a trav¨¦s de la venta on line de la firma gallega. Conocida por sus compromisos sociales y pol¨ªticos, una postura que ha mantenido en momentos dif¨ªciles como su apoyo al derecho de las mujeres al aborto en la Francia de los a?os setenta, o m¨¢s recientemente su lucha personal por la liberaci¨®n de la l¨ªder birmana Aun San Suu Kyi o su movilizaci¨®n por el desastre de Fukushima, Birkin ha sabido conjugar su perfil m¨¢s sofisticado como icono de moda y estilo con su papel m¨¢s comprometido, sin que su cr¨¦dito y popularidad se vean resentido o puesto en tela de juicio.

Jane Birkin sostiendo a Charlotte.
Cortes¨ªa de Taschen: Foto de Andrew Birkin
Pero la actualidad de la ex fan des sixties como dice una de sus canciones, no se acaba ah¨ª en este oto?o. La editorial Taschen edita Jane & Serge. A Family ¨¢lbum, un bell¨ªsimo libro creaci¨®n de su hermano, el realizador Andrew Birkin, donde la cantante abre su ¨¢lbum familiar y los recuerdos m¨¢s personales de sus A?os Gainsbourg. Las fotograf¨ªas pertenecen al archivo personal de Andrew Birkin que fue fot¨®grafo y testigo privilegiado durante muchos del clan familiar. Por primera vez los fans de la pareja? pueden acceder a un archivo que hab¨ªa permanecido solo para los m¨¢s pr¨®ximos. La intimidad de un d¨²o que en su proyecci¨®n p¨²blica ofrec¨ªa, por otro lado, su cara m¨¢s exhibicionista.
Jane Birkin ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n que el d¨ªa de su muerte ya sabe que la noticia ser¨¢ acompa?ada inevitablemente con la m¨²sica de la canci¨®n Je t¡¯aime moi non plus. Afortunadamente su trayectoria art¨ªstica, su itinerario vital, est¨¢ escrito y guarda muchas m¨¢s notas que la balada que un d¨ªa fuera himno libertario para toda una generaci¨®n.

Dos modelos solidarios de Zara en honor a Birkin.
Zara
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.