Jil Sander: ¡°Para m¨ª la moda nunca ha sido algo decorativo, sino un modo de subrayar la inteligencia¡±
Tras casi una d¨¦cada en silencio, la aclamada dise?adora alemana ha vuelto a dise?ar de la mano de Uniqlo. Hablamos con ella de su influencia en las generaciones posteriores, su peculiar proceso creativo y, sobre todo, de ver la moda desde un prisma muy distinto al habitual.
¡°Es muy diferente crear dentro de una marca de lujo que hacerlo para una mucho m¨¢s democr¨¢tica. El hecho de que muchas m¨¢s personas puedan acceder a mis dise?os me hace muy feliz¡±. Jil Sander llevaba casi diez a?os sin dise?ar, al menos de forma p¨²blica. Tras muchas idas y venidas, dej¨® definitivamente su marca hom¨®nima en 2014 (propiedad, entonces, del Grupo Prada); antes, en 2009, se aliaba con Uniqlo para crear +J, una l¨ªnea c¨¢psula que conectaba su est¨¦tica con las se?as de identidad del gigante japon¨¦s, en una colaboraci¨®n que dur¨® dos a?os. El a?o pasado resucitaron dicha alianza, y ambos?lanzan el 25 de marzo la segunda colecci¨®n de esta nueva era. ¡°Comparto muchas cosas de su visi¨®n. Para mi es un privilegio poder seguir dise?ando con tejidos de alta calidad y, a la vez, disponer de una log¨ªstica que haga que mis piezas sean m¨¢s democr¨¢ticas y globales¡±, apunta la creadora alemana.
Sander es, sin atisbo de duda, una de las dise?adoras m¨¢s influyentes de las ¨²ltimas d¨¦cadas. No solo porque su nombre y su firma fueran adquiriendo relevancia con el paso de los a?os, sobre todo porque instaur¨® una nueva forma de entender la moda: la prenda, su corte, su ca¨ªda y sus matices por encima de cualquier estilo pasajero o juego visual superfluo. ¡°No me corresponde a m¨ª decir si soy o no influyente, pero s¨ª es cierto que siempre he dise?ado con una misi¨®n o un prop¨®sito en la cabeza¡±, opina.
Durante a?os se la apod¨® la reina del minimalismo; sus creaciones respiraban modernidad desde una aparente sencillez y, con el tiempo, Sander se convirti¨® en referente de ese estilo que se compone de b¨¢sicos, s¨ª, pero incre¨ªblemente constru¨ªdos. ¡°No es solo minimalismo. Soy alemana, pero he vivido en Los ?ngeles y me he dejado fascinar por el esitlo despreocupado y relajado. O por la diversion de Madrid¡±, bromea al tel¨¦fono, ¡°pero s¨ª, supongo que siempre tuve claro qu¨¦ era para m¨ª la modernidad. Todav¨ªa sigo creyendo en ello. Para m¨ª, la moda nunca ha sido algo meramente decorativo¡±, dice. Y esa es, quiz¨¢s, la clave de todo. Si su influencia no ha dejado de agotarse es, en buena medida, porque durante a?os se obstin¨® en darle la vuelta a la function social del vestido. Sin musas, sin c¨¢nones preconcebidos que alcanzar, sin artificios : ¡°siempre pens¨¦ en la ropa como un medio para subrayar la inteligencia ; l¨ªneas claras y detalles sutiles que no distrajeran de lo que el individuo tiene que decir realmente. Hice mis primeros dise?os pensando en las mujeres que quer¨ªan ser tomadas en serio en el mundo de los negocios¡±, explica, y considera que la noci¨®n clave sobre la que dise?ar en estos tiempos es ¡°la idea de respeto, creo que es el concepto b¨¢sico de nuestros d¨ªas¡±.
Esta filosof¨ªa, primero incomprendida (Sander empez¨® a dise?ar entre los 70 y los 80, cuando la moda premiaba el exceso y la profusion decorativa) y despu¨¦s copiada hasta la saciedad, cobra especial relevancia en la situaci¨®n actual, como si el paso del tiempo no hiciera m¨¢s que darle la raz¨®n de forma permanente. ¡°No creo que haya cosas correctas o equivocadas en la moda. Los gustos evolucionan¡±, opina. Sin embargo, durante esta conversaci¨®n, la dise?adora repite en varias ocasiones la expresi¨®n ¡°construir un armario¡±, una idea que ahora, agotado el discurso de la tendencia y la novedad, cobra especial sentido. Sobre todo en vista de las ¨²ltimas colecciones, con un buen pu?ado de creadores d¨¢ndole vueltas al concepto de uniforme: ¡°en las ¨²ltimas d¨¦cadas hemos visto c¨®mo la moda ha ido cambiando hasta convertirse en espect¨¢culo, pero parece que esta idea se est¨¢ agotando¡±, opina, ¡°creo que la gente ahora est¨¢ buscando expresarse de forma m¨¢s sutil, apreciando el valor intr¨ªnseco de los objetos¡±.
Trascender la moda (o, al menos, sus din¨¢micas estandarizadas) para no pasar de moda; algo que muy pocos dise?adores han logrado. Aunque cuando se le pregunta por esa f¨®rmula m¨¢gica que hace que sus prendas de hace diez o veinte a?os sean absolutamente modernas, la dise?adora desmiente esa idea de eternidad. ¡°En 2018 hicimos una exposici¨®n retrospectiva de toda mi carrera. Reunimos piezas, im¨¢genes, campa?as¡all¨ª fue donde pude encontrarme con mi trabajo, de alguna forma. Y me di cuenta de que los gustos van evolucionando¡±, dice. Su labor como dise?adora es, seg¨²n dice, ¡°buscar soluciones al momento presente¡±, de ah¨ª que dicha exposici¨®n se llamara, muy pertinentemente, ¡®Present Tense¡¯. ¡°En mi opinion, no hay ning¨²n tipo de perfecci¨®n atemporal, parece perfecta porque cumple una funci¨®n y sabe leer el momento, pero no creo en la noci¨®n de ¡®ropa cl¨¢sica¡¯. Esa idea puede ser un buen punto de partida, pero nunca es suficiente¡±, dice. Admite, eso s¨ª, que su particular proceso creativo no ha cambiado.¡±S¨ª, suele ser igual. Empiezo desarrollando los tejidos, despu¨¦s hago muchos ajustes del prototipo, porque estoy obsesionada con la perfecci¨®n, soy meticulosa. Pienso en el dise?o de todo, desde la presentaci¨®n en tienda a la log¨ªstica¡±, comenta.
Considera que la celebrada longevidad de su dise?o tiene que ver ¡°con que pone en valor la contenci¨®n y la sastrer¨ªa¡±, pero, afirma, est¨¢ m¨¢s interesada en la innovaci¨®n: ¡°cuando empiezo una colecci¨®n pienso en una silueta que no me aburra y que no parezca atrasada. Es un reto continuo, porque buscas algo que no existe y que necesitas perseguir¡±, confiesa.
Durante d¨¦cadas se ha hablado de Jil Sander como la autora de cuellos y mangas perfectos, vol¨²menes sutiles o la costura correcta en el lugar adecuado. Portavoz, consciente o no, de esa corriente que ve la moda como una especie de arquitectura funcional en la que la ropa no se mira, se vive. Ahora puede parecer un discurso m¨¢s establecido, pero en los noventa creer que la moda empezaba por el uso real de la prenda fue algo revolucionario. ¡°Siempre he pensado en tres dimensiones, idealizando el cuerpo, porque quiero que lo que hago signifique algo para quien lo lleva¡±, explica. De ah¨ª que, cuando su nombre empez¨® a ganar influencia, dejara de sentirse c¨®moda acatando las prerrogativas de exclusividad o esa b¨²squeda de la sorpresa constante que imperan en el mundo del lujo. ¡°Es algo m¨¢s limitado y necesita otro tipo de din¨¢micas. Aqu¨ª respetan mis ideas y las de mi equipo, ponen a mi servicio los materiales de calidad que necesito y lo que hago es mucho m¨¢s accessible¡±, dice, ¡°Mi vision de la moda es democr¨¢tica, y ahora hay tiendas por todo el mundo donde mi colecci¨®n est¨¢ presente¡±. Solo en Espa?a, Uniqlo posee cinco: una en Madrid y el pr¨®ximo 22 de abril abrir¨¢ su cuarta sede en Barcelona, en el centro ocmercial La Maquinista.
Pero no ser¨ªa del todo correcto afirmar Jil Sander ha vuelto. En estos diez a?os ha estado trabajando desde su estudio en Hamburgo, digitalizando su archivo e involucr¨¢ndose en distintos proyectos. Eso s¨ª, mantieniendo un perfil bajo mientras, al mismo tiempo, era reverenciada por dise?adores actuales. ¡°En la industria est¨¢n pasando cosas interesantes y hay gente muy creative, pero prefiero no juzgar a mis compa?eros de profesi¨®n¡±, comenta. Ahora, con 77 a?os, no descarta ning¨²n proyecto a corto plazo: ¡°siempre que pueda expresar mi visi¨®n y mi forma de entender la creatividad estoy abierta a todo, para m¨ª es como respirar¡±.
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