?Por qu¨¦ las jugadoras de tenis siguen llevando falda?
Ya sea una cuesti¨®n de estilo, de comodidad o de prejuicios anacr¨®nicos, las tenistas son de las pocas deportistas profesionales que siguen apostando por esta controvertida prenda para competir.
No hace tanto tiempo, all¨¢ por 1997, Martina Hingis se alz¨® como ganadora del torneo individual de Wimbledon. Lo logr¨® tras protagonizar una agria pol¨¦mica por la escasa largura del vestido con el que sal¨ªa a las pistas ¨Cde la firma italiana Sergio Tacchini¨C y que dejaba a la vista de las c¨¢maras el tanga que llevaba. A la suiza, sin embargo, el debate alrededor de la hipersexualizaci¨®n de su uniforme le parec¨ªa artificial y contraproducente para el deporte femenino. ¡°?Qui¨¦n quiere ver a una chica gorda con la camisa por fuera, caminando como un hombre? Deber¨ªamos preocuparnos por c¨®mo se nos ve en la pista. Eso es lo que hace que la gente venga a vernos¡±. Hingis ten¨ªa solo 16 a?os por aquel entonces. Casi un cuarto de siglo despu¨¦s de estas declaraciones, la indumentaria?de las jugadoras siguen siendo carne de controversia y dando titulares m¨¢s all¨¢ de la prensa deportiva, con la falda como prenda casi inherente a la propia disciplina. ?Por qu¨¦ la siguen llevando?
Baloncesto, voleibol, golf, atletismo o b¨¦isbol fueron algunos de los deportes en los que, al igual que en el tenis, las mujeres empezaron a competir luciendo faldas, prenda esencial en los armarios femeninos de principios de siglo XX. Con el paso del tiempo, las atletas las dejaron atr¨¢s en busca de una mayor comodidad. Muchas voces, sin embargo, han defendido la comodidad de la falda, un cuestionable argumento que nunca ha parecido tan relevante como para proponer que los hombres tambi¨¦n las vistan. Dejando a un lado disciplinas minoritarias como el lacrosse o el patinaje art¨ªstico, en el que la vestimenta forma parte de los ejercicios presentados por los competidores y cuenta para nota, las faldas o minivestidos han pasado a mejor vida en el deporte profesional.
Fue precisamente una legendaria tenista espa?ola, pionera del deporte femenino en nuestro pa¨ªs, la que origin¨® todo un esc¨¢ndalo al ser la primera mujer en atreverse a utilizar una minifalda-pantal¨®n en las pistas. En 1931, Lil¨ª ?lvarez, conocida mundialmente tanto por su talento con la raqueta como por ser un icono de estilo, luci¨® la llamada ¡®falda dividida¡¯, creada por la mism¨ªsima Elsa Schiaparelli. Lo hizo tanto en Roland Garros como en Wimbledon, dejando al descubierto sus tobillos y desafiando as¨ª las normas del torneo londinense que instaban a las mujeres a usar faldas y medias largas para tapar completamente las piernas. ¡°Creo que lo que molestaba a la gente era el movimiento que la prenda le permit¨ªa. Pod¨ªa jugar de una forma que se consideraba inapropiada¡±, explica el historiador de moda Keren Ben-Horin en Refinery29. Aunque tabloides de la ¨¦poca suger¨ªan en sus p¨¢ginas que la espa?ola merec¨ªa ser ¡°sonadamente derrotada¡± debido a dicho atrevimiento, ?lvarez populariz¨® tambi¨¦n en las calles esta prenda precursora de los shorts actuales.
La presi¨®n social y comercial que insta a las mujeres a tener que lucir atractivas en cualquier momento del d¨ªa es una de las razones de mayor peso para que la tradici¨®n contin¨²e vigente. ¡°La mayor¨ªa no visten shorts porque lucir monas en la pista (y mostrar un poquito de ropa interior de vez en cuando) es una forma de conseguir apoyo de los fans y, sobre todo, aumentar el precio de sus contratos de patrocinio¡±, escrib¨ªa en Slate la periodista Eliza Truitt. Una teor¨ªa ratificada por la mism¨ªsima Garbi?e Muguruza, ganadora de Roland Garros y Wimbledon, que evoc¨® en Papel que, ¡°la parte m¨¢s morbosa, las piernas y las faldas, venden m¨¢s que el deporte¡±.
El reglamento de los diferentes torneos de Grand Slam, que puede poner cortapisas sobre el color de la vestimenta ¨Ccomo el blanco tradicional de Wimbledon¨C o vetar prendas en particular ¨Cel mono posparto de Serena Willams en 2018 sigue levantando polvareda¨C, no dice nada sobre la obligatoriedad de lucir falda ni de la censura de los pantalones cortos. Entonces, ?por qu¨¦ las marcas se empe?an dise?ar faldas cuando el 99% de las jugadoras visten shorts debajo de ellas? La propia Vanessa Friedman, editora de moda de The New York Times, asegura que, si la prenda alguna vez tuvo un prop¨®sito, ¡°que la atleta demostrara claramente cu¨¢l era su g¨¦nero para aminorar la amenaza de su poder deportivo¡±, ese efecto se ha desvanecido hoy en d¨ªa. ¡°Quiz¨¢ sean, como dice Abby Swancutt, directora de dise?o de Nike, una especie de herramienta psicol¨®gica, un s¨ªmbolo para la atleta, que diferencia un partido de Grand Slam de una sesi¨®n de entrenamiento. Quiz¨¢ enaltezcan ese sentimiento de ¡®estar lista¡¯ gracias a la moda. Pero la verdad es que tambi¨¦n son sombras de estereotipos viejos¡±, escribe.
Clich¨¦s tan rancios que evocan episodios como el vivido en 1958 por la tenista estadounidense Karol Fageros, vetada en Wimbledon tras competir antes en Par¨ªs luciendo ropa interior dorada, de acabado brillante, bajo su falda blanca. El argumento esgrimido por los ¨¢rbitros era que ¡°pod¨ªa distraer a los oponentes¡±, y tuvo que cubrirlo con encaje blanco para poder jugar en las pistas londinenses. Sin saberlo, ?lvarez o Fageros fueron pioneras en el uso de los llamados skorts, esa uni¨®n de minifalda y pantal¨®n que a¨²na comodidad y feminidad, omnipresente hoy en d¨ªa en las tiendas. Los skorts se han erigido en uno de los art¨ªculos m¨¢s virales de TikTok y prenda emblema para la generaci¨®n Z, que rememora su popularidad de principios del siglo con embajadoras como Britney Spears o Christina Aguilera.
Pero si hay una figura revolucionaria en el circuito y que se ha atrevido a desafiar los c¨®digos cl¨¢sicos de vestimenta esa es Serena Williams. La ganadora de 23 Grand Slam es considerada la deportista m¨¢s influyente de la historia en lo que a la moda se refiere, habiendo lucido en las pistas monos asim¨¦tricos, americanas, tut¨²s de bailarina, cors¨¦s, chaquetas de cuero, botas negras, vestidos cut out o faldas vaqueras. Cuando cerr¨® con Nike a finales de 2003 el contrato de esponsorizaci¨®n m¨¢s lucrativo firmado por una mujer hasta la fecha, la de Michigan dej¨® claro al equipo de dise?o aquello de antes muerta que sencilla. ¡°Les dije, ¡®Mirad, quiero lucir muy bien en la pista. No tengo que estar comod¨ªsima. Si quer¨¦is haced cambios y usar diferentes tejidos que otros jugadores no quieren llevar, hacedlo. A m¨ª no me hace falta sentirme tan confortable como a ellas¡±, declar¨® a ESPN. En su caso, como en el de otras rivales contempor¨¢neas como Maria Sharapova, se ha criticado hasta los gemidos que emite en la pista. El campe¨®n alem¨¢n Boris Becker incluso defendi¨® su prohibici¨®n ¡°por ser demasiado sexuales¡±, aunque se le olvid¨® mencionar a Rafa Nadal en su protesta, una de las estrellas m¨¢s conocidas por sus sonidos de esfuerzo.
La conciliaci¨®n entre moda y rendimiento no siempre ha sido abrazada por todas las jugadoras. En la edici¨®n de Wimbledon 2016, varias tenistas patrocinadas por Nike se quejaron de que el dise?o creado por la firma de Oreg¨®n para la ocasi¨®n, un vestido blanco vaporoso m¨¢s cercano a un camis¨®n que al equipamiento deportivo habitual, no solo era demasiado corto, sino que obstaculizaba su juego con el vuelo que tomaba en cada golpe. La tenista brit¨¢nica Katie Boulter decidi¨® usar una cinta para el pelo a modo de cintur¨®n improvisado para mantener el estilismo a raya y la checa Lucie Hradecka apost¨® por unos leggins debajo del minivestido. ¡°No me sent¨ªa c¨®moda ense?ando tanto¡±, aleg¨® la alemana Sabine Lisicki, que descart¨® lucir la prenda en las pistas.
The Nike design used as Lucie Hradecka's shirt at Roehampton is going to be Genie Bouchard's dress at #Wimbledon: pic.twitter.com/r3YI8bVhNw
— Ben Rothenberg (@BenRothenberg) June 21, 2016
Tratar de impulsar el deporte femenino apostando por la sexualizaci¨®n de sus jugadoras no es algo exclusivo del tenis. En 2004, el por entonces presidente de la FIFA Joseph Blatter, sugiri¨® que las futbolistas lucieran m¨¢s atractivas en los campos. ¡°Vamos, hagamos que las mujeres jueguen con un uniforme diferente y m¨¢s femenino que los hombres. Por ejemplo, en pantaloncitos m¨¢s ajustados, como en voleibol¡±, aleg¨® en unas declaraciones tildadas de ¡°vergonzosas¡± y ¡°machistas¡± por parte de algunas de las principales futbolistas de la ¨¦poca. Otro de los iconos indelebles de la raqueta, Billie Jean King, ha criticado en numerosas ocasiones el escrutinio al que se ven sometidas las tenistas. ¡°La persecuci¨®n a los cuerpos de las mujeres debe terminar¡±, escribi¨® en un tuit como respuesta a la pol¨¦mica generada por los estilismos de Serena Williams. ¡°Las cr¨ªticas a lo que ella viste para trabajar son una aut¨¦ntica falta de respeto¡±.
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