?La artesan¨ªa es la ¨²nica alternativa sostenible?

?Desde luego, somos como El Quijote. Idealistas y hasta un poco cabezones?. As¨ª define Juan Carlos Albarr¨¢n su trabajo como artesano. ?l es uno de los ceramistas del Centro Cer¨¢mico de Talavera, una instituci¨®n que ha sufrido una renovaci¨®n total para alejarse de los tradicionales platos a modo de souvenir y acercarse al arte y la decoraci¨®n actuales. Porque la artesan¨ªa, pese a lo que suele pensarse, no tiene demasiado que ver con la creaci¨®n de objetos cl¨¢sicos: los tejidos que se fabrican en los telares de Teixidors se venden en Selfridge¡¯s y adornan hoteles de vanguardia en Barcelona o Nueva York; los zapatos que hace a medida el equipo de Norman Vilalta se inspiran en la tradici¨®n para crear dise?os con hormas y colores novedosos. Las guitarras que fabrica Felipe Conde, tercera generaci¨®n de una familia de Luthiers, las usan Bob Dylan o Lenny Kravitz en sus giras. Ellos, junto a Rosa Tous, gem¨®loga y vicepresidenta de Tous, se re¨²nen en la sede de la marca joyera, en Manresa, para debatir sobre su oficio, desmentir algunos de los prejuicios que rodean al gremio de los artesanos y poner en valor una opci¨®n de producci¨®n y consumo que se presenta como la alternativa sensata a las din¨¢micas de hoy.

?La nanotecnolog¨ªa tambi¨¦n es artesan¨ªa. En mi taller la aplicamos para transformar las hormas, por ejemplo?, explica Norman Villalta. De todos los rasgos que se asocian con la artesan¨ªa, el de la innovaci¨®n tecnol¨®gica no suele ser uno de ellos. Sin embargo, estos cinco profesionales coinciden en que es una parte fundamental de su trabajo. ?Es err¨®neo pensar que lo artesano es ¨²nicamente manual.Yo trabajo con programas vectoriales?, a?ade Felipe Conde. Curiosamente, tampoco est¨¢n obsesionados con la creatividad. Importa, s¨ª, pero para estos artesanos la restauraci¨®n tambi¨¦n es clave en su trabajo. ?Aqu¨ª tenemos la obsesi¨®n de dar una segunda o tercera vida a las joyas. Las piezas se pueden reformar, reparar o incluso redise?ar?, cuenta Rosa Tous. La marca puso en marcha el a?o pasado un programa de becas para formar a j¨®venes artesanos. Esta es la segunda edici¨®n ?Vienen estudiantes de seis escuelas espa?olas, una de M¨¦xico y otra de Portugal. Trabajan mano a mano con nuestros artesanos, que ejercen de mentores. Ellos ya saben joyer¨ªa, pero vienen aqu¨ª a aprender a restaurar. Porque, aunque seamos una marca grande, nuestras piezas siguen pasando, al menos, por seis mamnos distintas?, explica Rosa. ?Mucha gente no sabe que a nosotros tambi¨¦n nos interesa reutilizar, que no buscamos que el cliente compre de nuevo?, a?ade Norman Villalta. ?En nuestro caso, solemos restaurar los azulejos de fachadas que se iban a derruir, por ejemplo. Aunque econ¨®micamente no nos compense demasiado, creemos que es un proceso muy necesario?, cuenta Juan Carlos Albarr¨¢n. ?Eso es sostenibilidad al fin y al cabo. El reciclaje y la innovaci¨®n son los dos pilares de lo sostenible?, sentencia Rosa Tous.

Porque la opci¨®n artesanal es una opc¨ªon ¨¦tica, no solo est¨¦tica. ?Tenemos la responsabilidad de divulgar otra forma de consumo. Cuando vienen las escuelas de moda a visitarnos les decimos: ¡®Mirad, as¨ª se hace un tejido¡¯. Al ver el proceso cambian la perspectiva?. explica Johanna Th?rnblad. Esta sueca afincada en Terrassa es la directora de Teixidors, una empresa textil con una veintena de telares propios que emplea a personas con discapacidad. ?Para nosotros no son discapacitados, son expertos o futuros expertos?, afirma. El problema, obviamente, est¨¢ en la sociedad ?que est¨¢ estructurada seg¨²n el usar y tirar. Parece que conseguir algo barato tiene m¨¢s valor que tener algo para toda la vida?, opina Juan Carlos Albarr¨¢n. ?Hay que educar al consumidor en el hecho de que no puede pagar tres pesetas por todo?, a?ade Felipe Conde. ?Y que aqu¨ª no apreciamos lo local?, sentencia Johanna. Rosa asiente: ?S¨ª, es muy espa?ol no valorar lo que se puede hacer en Espa?a?.

La alternativa reside en la visibilidad de los procesos. ?Yo lo ense?o todo?, dice Juan Carlos. ?Lo ¨²nico que puedes perder es que te copien, pero no importa si lo que ganas es que la gente d¨¦ valor a tu trabajo?. ?Lo bueno es que ahora podemos comunicar lo que hacemos a trav¨¦s de las redes sociales?, apunta Norman. ?Las redes son democr¨¢ticas. Si lo haces bien, ah¨ª no hay marcas grandes y peque?as?, a?ade Rosa Tous. Es as¨ª como las nuevas generaciones se est¨¢n acercando a la realidad de los oficios. ?El ¡®venderse¡¯ en redes es casi un trabajo m¨¢s, pero funciona?, dice Juan Carlos. . ?Y con que le llegue a una persona, yo creo ya merece la pena?, sentencia Rosa.