La moda de maquillarse como una mu?eca

?Sue?an las celebridades con mu?ecas el¨¦ctricas? Parafraseando el t¨ªtulo de la novela de Philip K. Dick, la respuesta hoy ser¨ªa: obvio. Sobre todo desde que la modelo Kylie Jenner, la menor del clan Kardashian, instagrameara su en¨¦simo homenaje a las Bratz con un estilismo makeup. La obra, firmada por la maquilladora Hrush Achemyan, tornaba su ¨®valo facial de 18 a?os (naci¨® el 10 de agosto de 1997) en pl¨¢stico. Recibi¨® 1,1 millones de ?Me gusta? de sus 32,5 millones de seguidores. Muy rentable para la marca cosm¨¦tica que publicita.

Cuando cre¨ªamos que el arte pop se hab¨ªa agotado como referencia, lleg¨® Jeremy Scott con la idea genial: renovemos el elenco. McDonald¡¯s en lugar de la sopa Campbell y Barbie por Marilyn. A cada era, su icono.

Imaxtree

Su cara de mu?eca es la culminaci¨®n (o el colmo) de una tendencia que tiene como inspiraci¨®n retro a Barbie y contempor¨¢nea a sus n¨¦mesis, las Bratz, y a Kim Kardashian o Nicki Minaj como embajadoras. Y es que igual que ahora hablamos de la emergencia de la generaci¨®n de nativos digitales, tambi¨¦n es el tiempo de las bratzivas, j¨®venes nacidas o crecidas bajo la influencia de estos juguetes. Barbie fue creada en 1959 y las Bratz, en 2001. Tras millones de unidades vendidas, su capacidad para generar una est¨¦tica propia ha sido estudiada y repudiada por igual. Como afirma la experta Menc¨ªa de Garcill¨¢n, ?el marketing en cosm¨¦tica es fundamentalmente aspiracional?. ?Pero qu¨¦ ocurre cuando la referencia es una mu?eca?

Es la Jenner con curvas, y tanto presume de labios infiltrados como homenajea en maquillaje a las mu?ecas Bratz.

Instagram @ kyliejenner

En 2013, un estudio de The Renfrew Center Foundation ligaba su influjo al acceso cada vez m¨¢s temprano a la cosm¨¦tica de las adolescentes estadounidenses. ?Una de cada cinco j¨®venes entre 8 y 18 a?os que se maquillan tiene sentimientos negativos sobre su imagen cuando no lo hace, y asocia la cara lavada con sensaciones de inseguridad y falta de atractivo?.

Precisamente la reacci¨®n al rostro sin maquillar es una de las causas de la proliferaci¨®n de la cara de mu?eca con t¨¦cnicas como el contouring, el baking y el strob, que juegan a redefinir el rostro acentuando por contraste los rasgos faciales. Se diferencian entre s¨ª, b¨¢sicamente, en la intensidad de ese claroscuro. Gato, maquillador oficial de Maybelline N.?Y., advierte de que ?hay que tener especial cuidado, ya que se ven espectaculares a trav¨¦s de una c¨¢mara, pero en persona aparecen artificiales o excesivas.? La mediaci¨®n audiovisual y la inmediatez de Internet son otras razones por las que se ha popularizado, seg¨²n el maquillador Quino Amador: ?Son t¨¦cnicas que hemos usado siempre, y que ahora son m¨¢s accesibles por el ¨¦xito de los tutoriales de YouTube y la capacidad de las blogueras para ponerles un nombre atractivo?.

La ucraniana Valeria Lukyanova, la Barbie humana, tiene un concurrido Instagram con selfies que recuerdan, por su f¨ªsico, a la mu?eca de Mattel.

Getty Images

En todo caso, el objetivo es el de siempre: difuminar a toda costa imperfecciones¡­ y sin pasar por el quir¨®fano. Es lo que en el estudio ?Por qu¨¦ las mujeres usan maquillaje?, auspiciado en 2008 por LVMH y con el experto Arnaud Aubert entre sus autores, se defin¨ªa como ?camuflaje?. En ¨¦l se describe la funci¨®n de la cosm¨¦tica, ?m¨¢s all¨¢ de la aplicaci¨®n de color?, como un medio para ?lidiar con la propia imagen, las emociones y el estado de ¨¢nimo?. ?Ser¨¢ el contouring el nuevo coaching?

Cloe, una de las mu?ecas Bratz, es, adem¨¢s de juguete, una inspiraci¨®n fashion.

D.R.