La sudadera de ¡®Titanic¡¯ y otros ¡®taquillazos¡¯ de los 90 que inspiran a la moda
La m¨¢scara de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos se sube a la pasarela. Otros t¨ªtulos tambi¨¦n marcan tendencia esta temporada y la pr¨®xima. Analizamos por qu¨¦.
Por menos de 20 euros puedes comprar en Amazon una sudadera con la cara de Leo y Kate en Titanic. Pero a ning¨²n iniciado en la moda parecieron interesarle esas piezas de nost¨¢lgico merchandising despu¨¦s de que DiCaprio se hiciera con el Oscar. Muchos prefirieron desembolsar los 885 d¨®lares (m¨¢s de 800 euros) que cuesta la versi¨®n de Vetements hasta que terminaron por agotarla. Porque todo lo que hace Demna Gvasalia ¨Ctambi¨¦n director creativo de Balenciaga¨C arrasa. El modelo en cuesti¨®n no tiene nada de especial. Los rostros de los protagonistas est¨¢n estampados sobre un fondo negro aderezado con letras rojas en las mangas kilom¨¦tricas, se?a de identidad de la casa. Su venta se dispar¨® despu¨¦s de que Leo se hiciera (por fin) con el perseguido Oscar pero, probablemente tambi¨¦n hubiese colgado el cartel de ¡®sold out¡¯ aunque el actor se hubiera ido de vac¨ªo. Primero, porque las prendas de dudoso gusto est¨¦tico de esta marca francesa han conquistado a editores, blogueros y entendidos y se venden como churros a pesar de sus precios altos y su filosof¨ªa antirebajas. Segundo, porque para los fans de esta superproducci¨®n reconvertida en pel¨ªcula de culto esta sudadera es casi una pieza de coleccionista. Tercero, y m¨¢s importante, porque la d¨¦cada que domina la moda en este momento son los 90. Y Titanic es la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la ¨¦poca.
Vetements no es la ¨²nica firma que rinde pleites¨ªa al s¨¦ptimo arte noventero. Tal y como apunta el periodista Priya Elan en The Guardian, ¡°la moda ha ca¨ªdo rendida a los pies de los blockbuster de los 90¡±. En la semana de la moda de Londres la propuesta de Gareth Pugh llam¨® la atenci¨®n por las inquietantes caretas que cubr¨ªan el rostro de sus modelos. M¨¢s all¨¢ de utilizar la parte el¨¢stica de unas medias para marcar sus p¨®mulos, el dise?ador brit¨¢nico se atrevi¨® a subir a la pasarela la m¨ªtica m¨¢scara de Hannibal Lecter en El silencio de los corderos (1991).
Si las zapatillas de Marty McFly en Regreso al futuro 2 causaron estragos cuando Nike sac¨® a las venta 1.500 unidades en 2011 y volvieron a acaparan titulares despu¨¦s de que la firma deportiva confirmara su relanzamiento esta temporada, ahora le llega el turno a las sneakers de Alien. Sabemos que la primera entrega de la saga fue m¨¢s de una d¨¦cada antes pero teniendo en cuenta que Alien 3 y Alien: Resurrecci¨®n se estrenaron en 1992 y 1997 respectivamente, podemos enmarcar este homenaje dentro de esta tendencia. Reebok anunciaba hace unos d¨ªas que lanzar¨¢ una r¨¦plica exacta de las zapatillas que lleva el personaje interpretado por Sigourney Weaver en la pel¨ªcula. ?Qui¨¦n no ha so?ado con calzarse los mismos zapatos que Ripley?
A todo lo anterior podemos sumarle los continuos homenajes de la moda a la est¨¦tica de Fuera de onda (1995) o a Pretty Woman (1990), prestando especial atenci¨®n a su famoso vestido marr¨®n de lunares que vuelve reversionado por las cadenas low cost temporada tras temporada y que esta primavera Uterq¨¹e ha transformado en mono. La marca de est¨¦tica skater Palace tambi¨¦n ha lanzado camisetas con la famosa escena de Terminator 2: el juicio final en la que Arnold Schwarzenegger y Edward Furlong miran con tristeza al monopat¨ªn. Si a esto le a?adimos la fiebre por los choker, los pantalones de chandal a lo Spice Girl o los labios marrones, se?as identificables de la est¨¦tica noventera, esta m¨¢s que confirmado que los 90 han vuelto. Solo falta entender por qu¨¦ esta repentina obsesi¨®n por recuperar el imaginario de sus pel¨ªculas.
¡°Pocas cosas logran ¡®intelectualizar¡¯ m¨¢s la moda que conectarla con una pel¨ªcula. De esta forma, la gargantilla deja de ser una gargantilla y se convierte en ¡®una como las que usaban las protagonistas de The Craft (1997) o Natalie Portman en L¨¦on (1994)¡¯. Si una tendencia se conecta con el cine pierde el sentido superfluo, de querer lucir como los dem¨¢s, y nos une en la nostalgia con todos aquellos que tambi¨¦n sienten el mismo placer culpable de adorar determinado blockbuster. Y al identificar la referencia en el otro creamos un peque?o club, el de los que amaron Jurassic Park o Jumanji¡±, explica a S Moda Sof¨ªa Agostini, experta en cine y moda y autora del impresionante imaginario visual de Cut to the blog (puedes ver el art¨ªculo que dedicamos a su bit¨¢cora, aqu¨ª). Si tambi¨¦n tenemos en cuenta que muchos de los creadores de estas versiones crecieron disfrutando esos filmes, parece que nos quedan homenajes al cine de final de siglo para rato.
La gran pantalla y la moda viven desde siempre una relaci¨®n rec¨ªproca y cuando no es uno quien se inspira en el otro es al rev¨¦s. No son estas colecciones las primeras en tomar referencias del imaginario visual de distintos t¨ªtulos de los 90 ni ser¨¢n las ¨²ltimas. ¡°Recordemos la colecci¨®n de Stuart Vevers para Coach inspirada en Mi Idaho privado (1991) o la reinterpretaci¨®n de Las v¨ªrgenes suicidas (1999) por la marca Felder Felder. Incluso el bob marcado y el look andr¨®gino de Mia Wallace en Pulp Fiction (1994) ha sido influencia recurrente para dise?adores como Marc Jacobs?, afirma Agostini.
Ya han pasado veinte primaveras desde aquellos a?os y es tiempo suficiente (m¨¢s en este escenario vertiginoso que atraviesa la industria) para que la moda considere oportuno echar la vista atr¨¢s y recuperar su est¨¦tica. Por eso no es de extra?ar que hasta el mism¨ªsimo Karl Lagerfeld haya elevado a Hilary Banks en El pr¨ªncipe de Bel Air a la categor¨ªa de musa en su colecci¨®n oto?o-invierno 2016/2017 para Chanel. Tal y como apuntaban varios medios internacionales, los sombreros, chaquetas y estilo del personaje recuerdan indudablemente a las propuestas de la maison francesa. En realidad, la inspiraci¨®n de Lagerfeld tuvo bastante m¨¢s que ver con los sombreros que la propia Chanel usaba a mediados de siglo que con los de la actriz pero, sea como sea, es dif¨ªcil negar el parecido entre el vestuario de la m¨ªtica serie y algunos de los dise?os del k¨¢iser.
Resulta parad¨®jico c¨®mo la moda, estando m¨¢s vinculada que nunca a las redes sociales, recupera la era pre-internet y la encubra como principal referencia est¨¦tica. Puede que Hedi Slimane no vuelva a interpretar nunca m¨¢s el grunge para Saint Laurent pero no faltar¨¢n dise?adores deseosos de viajar veinte a?os atr¨¢s y rescatar aquella ropa. Y, sobre todo, aquellas pel¨ªculas.
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