?Las bebidas energ¨¦ticas son peligrosas?
Su alto contenido en cafe¨ªna puede provocar arritmias en personas con anomal¨ªas leves
La publicidad promete dosis extra de vitalidad y hasta poderes sobrenaturales con tan solo ingerir el contenido de una bebida energ¨¦tica. Aunque en Espa?a el consumo de este tipo de productos es bastante bajo ¨Cun 1% del porcentaje de bebidas no alcoh¨®licas, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n de Bebidas Refrescantes (Anfabra)¨C, su venta crece en otros pa¨ªses as¨ª como la pol¨¦mica en torno a ellos. En EE?UU la FDA investiga cinco muertes relacionadas con estos refrescos (entre ellas la de una ni?a de 14 a?os que bebi¨® dos latas en menos de 24 horas) y ya ha anunciado que adoptar¨¢ medidas si se encuentra alg¨²n v¨ªnculo entre los fallecimientos y su consumo. Uno de los problemas en relaci¨®n con estas marcas es que la legislaci¨®n estadounidense no exige a los fabricantes que revelen en sus envases el contenido exacto de cafe¨ªna, componente esencial y presente en cantidades elevadas.
En Europa, es distinto. Seg¨²n Beatriz Mart¨ªn, responsable t¨¦cnico de Anfabra, ?las leyes europeas establecen que se ha de indicar en la etiqueta los ingredientes, su aporte de nutrientes y energ¨ªa, adem¨¢s de la cantidad de cafe¨ªna expresada en miligramos por 100 mililitros y la declaraci¨®n: ¡°Contenido elevado en cafe¨ªna. No recomendado para ni?os ni mujeres embarazadas en periodo de lactancia¡±?. Adem¨¢s de la cafe¨ªna, hay otra sustancia que suele repetirse en estas f¨®rmulas: la glucuronolactona, un carbohidrato derivado de la glucosa, la taurina y vitaminas del grupo B. Seg¨²n la doctora Clotilde V¨¢zquez, jefa de Nutrici¨®n Cl¨ªnica y Diet¨¦tica del Hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid, ?la taurina es un amino¨¢cido que mejora el rendimiento muscular y tiene efectos estimulantes a nivel cerebral. Pero el verdadero peligro de estas bebidas es el alto contenido en cafe¨ªna, que puede provocar arritmias, especialmente en personas con anomal¨ªas leves. Adem¨¢s, el derivado del caf¨¦ mezclado con las vitaminas B1 y B2 enmascara los efectos del alcohol, y se puede llegar a la intoxicaci¨®n et¨ªlica?.
En realidad no existe mucha diferencia entre tomarse alguna de estas bebidas y un caf¨¦ bien cargado, pero al estar muchas de ellas dirigidas a un p¨²blico joven se han vendido como f¨®rmulas m¨¢gicas que permiten disfrutar toda la noche. Lo curioso es que estos productos no nacieron para apurar la diversi¨®n. El primero, que se cre¨® en Jap¨®n en 1960, se llamaba Lipovitan D y jug¨® un importante papel en el boom de la econom¨ªa nipona, ya que era el preferido de los ejecutivos con largas jornadas laborales.
David Alfonso, director de la agencia de publicidad Komunika2, en Madrid, apunta un cambio de rumbo respecto a la estrategia publicitaria de estos milagrosos elixires: ?La mayor¨ªa de las marcas prefiere ahora la discreci¨®n y dirigirse a un p¨²blico m¨¢s amplio: empresarios, deportistas¡ A cualquiera que necesite un aporte extra de energ¨ªa?.?El doctor Pedro Manonelles, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Medicina del Deporte (Femede), apunta: ?Muchos atletas toman este tipo de productos. La cafe¨ªna no est¨¢ prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje, pero est¨¢ en un programa de seguimiento. Todav¨ªa muchos atletas la ingieren antes de la competici¨®n para mejorar su rendimiento?. En definitiva, y como se?ala la doctora V¨¢zquez, ?ocasionalmente estos productos no son da?inos, salvo en anomal¨ªas previas del ritmo card¨ªaco, hipertensi¨®n severa o cardiopat¨ªas. Lo que a la larga puede perjudicar es el consumo habitual, sobre todo si se mezcla con alcohol o drogas. La ingesta continua esconde la fatiga, crea dependencia y favorece el envejecimiento?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.