Las PANKS (t¨ªas solteras con pasta) son la nueva esperanza del consumismo
Las firmas de moda y los analistas en consumo dan la bienvenida a un nuevo grupo social libre de ataduras y con muchas ganas de gastar.
"Me gusta elegir, pero no ser elegida", dec¨ªa el personaje de la t¨ªa Tula en la novela hom¨®nima de Unamuno. Resulta que un siglo m¨¢s tarde la t¨ªa que se qued¨® soltera para cuidar a los sobrinos ha sido elegida para engrosar las listas m¨¢s exclusivas del capitalismo rampante. Los ¨²ltimos estudios de mercado han encontrado en el indulgente estereotipo de la mujer sin ataduras un nuevo atractivo. Y no por lo que es, sino por lo que tiene. El nivel adquisitivo de las PANKS (Professional Aunts with No Kids), mujeres con sobrinos y muchas ganas de gastar, ha conseguido que quienes las ignoraron durante a?os se desvivan ahora en atenciones. El morro fino, una vida social activa y el deseo de vindicar la memoria de las antecesoras que fueron relegadas al cuarto de las ratas han convertido a la t¨ªa Tula en la nueva princesa de los escaparates.
La agencia estadounidense de relaciones p¨²blicas Weber Shandwick es la responsable de visibilizar esta rebeli¨®n silente. Hace un a?o, en asociaci¨®n con la consultora KRC Research y la comunidad virtual Savvy Aunties, perge?aron el documento que se ha convertido en la piedra filosofal de las firmas de moda y sus analistas. El informe Digital Women Influencers Study and the Power of the PANK daba en el blanco de una realidad inexorable: las t¨ªas modernas hacen muchos regalos, miman a sus sobrinos y viajan en su compa?¨ªa. Seg¨²n sus responsables, hablamos de mujeres en la treintena, solteras y sin hijos, y cuyos ingresos superan los 35.000 euros anuales. Lo que las diferencia de cualquier otro segmento social es su realidad familiar, dominada por la presencia de ni?os y adolescentes, y el papel infatigable que desempe?an en internet.
Las PANKS son grandes influencers, un anglicismo que emplean los expertos en marketing para referirse a personas cuyo criterio se tiene muy en cuenta en los c¨ªrculos en que se mueven. Lo que ellas aman, quienes las siguen y respetan tambi¨¦n lo amar¨¢n, algo que constituye la cuadratura del c¨ªrculo de una nueva forma de endosar productos de consumo. Seg¨²n el New York Magazine, la revoluci¨®n de las t¨ªas molonas y generosas es ya objeto de estudio de multinacionales como Toys 'R' Us, Fisher-Price o Mattel. Y el International Business Times ya vaticina que ellas ser¨¢s las protagonistas de una de las tendencias de viajes a valorar en 2014. Imag¨ªnense lo contentos que deben estar en Eurodisney.
Eleanor Abernathy, la loca de los gatos de Los Simpson, nunca ser¨ªa una PANK.
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Las firmas de lujo son viejas conocidas de las PANKS. La mayor¨ªa de las marcas de alta gama cuentan con l¨ªneas dedicadas a los m¨¢s peque?os. Lanvin, Baby Dior, Burberry y un sinf¨ªn de c¨¦lebres casas de moda ofrecen la adaptaci¨®n en peque?a escala de lo que presentan en pasarela. Hay quienes incluso como Fendi, tienen tiendas especializadas? ropa para ni?o. La web MiniHipster y el caso de Alonso Mateo, el rey baijito de Instagram, son claros ejemplos de la oportunidad de rentabilizar esta tendencia. Y adivinen qui¨¦nes son las primeras que la jalean.
La comunidad virtual Savvy Aunties, corresponsable del informe que explica el fen¨®meno de las PANKS, lleva a?os definiendo la identidad de este grupo social que tantas alegr¨ªas dan a las cuentas de resultados. Se definen como "la primera agrupaci¨®n de t¨ªas cool, t¨ªas fabulosas, madrinas y mujeres que aman a los ni?os". Dinero mediante, naturalmente. Estas personas tan espl¨¦ndidas ofrecen ideas, consejos y directrices para ganarse el cari?o de sus sobrinos con listas como "Los juguetes m¨¢s geniales de 2013", "C¨®mo convertirse en un modelo de resiliencia y optimismo" o "Gu¨ªa para conocer los gustos del fandom". Melanie Notkin, su fundadora, tambi¨¦n ha publicado un manual para las aspirantes a entrar en su club.
Bajo la aparente frivolidad, cabe mencionar que seg¨²n el informe las PANKS tambi¨¦n invierten en educaci¨®n. De esta manera, su compromiso con los ni?os consigue trascender el mero intercambio material. Parece que est¨¢ claro que el estereotipo que describ¨ªa Unamuno en la obra antes mencionada, o Garc¨ªa Lorca en Do?a Rosita la soltera, ya no pertenece a nuestros d¨ªas. Seguro que las PANKS tendr¨ªan mucho que rebatirle al granadino cuando se refiri¨® a la solterona "como esa cosa grotesca y conmovedora", seg¨²n cita Pedro Provencio en su edici¨®n de esta obra de teatro. Hoy son ellas las que se conmueven cuando sacan la Visa de paseo y los sobrinos lloran de felicidad.
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