Archangela y Rassa Botanicals: el ¨¦xito de las firmas de autora que conf¨ªan en el ¡®poder emocional¡¯ de la cosm¨¦tica
Sandra Dualde y la doctora Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez Caballero pertenecen a ese grupo de mujeres cuya fe en los secretos y la alquimia de flores, frutos y plantas les ha llevado a convertir la pasi¨®n de toda una vida en negocio.
En contadas ocasiones detr¨¢s de una crema, un aceite o un ung¨¹ento se esconde una sabidur¨ªa capaz de reconectar el cuerpo con lo esencial y aut¨¦ntico. P¨®cimas que hechizan por una idea diferente y poderosa de la belleza, la armon¨ªa y el paso del tiempo. Sandra Dualde y la doctora Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez Caballero pertenecen a ese grupo de mujeres cuya fe en los secretos y la alquimia de flores, frutos y plantas les ha llevado a convertir la pasi¨®n de toda una vida en negocio. Detr¨¢s de ellas est¨¢n, respectivamente, Rassa Botanicals y Archangela, dos proyectos de cosm¨¦tica de calidad al margen de las grandes marcas y con etiqueta ?de autora?, como define Mart¨ªnez. Ambas est¨¢n alineadas en un consumo ecorresponsable, de producci¨®n limitada y cercana, pero que no renuncia a la m¨¢xima exigencia a trav¨¦s de productos naturales y a la vez sofisticados. Hablar de una f¨®rmula con ellas es viajar a Namibia o Egipto, de horas de estudio e investigaci¨®n, de lecturas y sue?os.
Antes de dar el paso para crear su propia marca, ambas llevaban ya a?os cuidando a familiares y amigos con sus tratamientos y manos. En el caso de Dualde, tambi¨¦n desde su centro en Barcelona de terapias relacionadas con el bienestar y la belleza natural y, en el de Mart¨ªnez, desde su consulta madrile?a de medicina integral. Si leer el prospecto de un producto de Archangela es toda una fantas¨ªa vegetal (aceites de nigella, higo de chumbera, nuez de Brasil, laurel, br¨®coli, c¨¢rtamo, kukui), conocer la historia detr¨¢s de un producto de Rassa parece un viaje al templo de una sacerdotisa. ?Todo empez¨® con un libro de Pr¨¢tima Raichur sobre la belleza verdadera basado en la ciencia del ayurveda?, explica Dualde. ?Empec¨¦ a meditar, a comer muy sano, a viajar a India. Conoc¨ª una doctora ayurv¨¦dica en Barcelona de la que aprend¨ª mucho?.
Como le suele ocurrir a tantas mujeres, la historia no continua en su habitaci¨®n, sino en su ba?o: ?All¨ª me recuperaba de mi cansancio f¨ªsico, mental y emocional poniendo unas gotas de diferentes aceites esenciales en la ba?era. Descubr¨ª que mezclando aceite con hidrolato en la limpieza diaria mi piel no solo se higienizaba profundamente, sino que se equilibraba dejando una textura suave. Mi ba?o ol¨ªa tan bien que se convirti¨® en el lugar de encuentro de mis amigas y empec¨¦ a experimentar con ellas. Me interesaba en recetas antiguas, asist¨ªa a cursos ayurv¨¦dicos, estaba en formaci¨®n constante. Todav¨ªa me acuerdo de mi primera p¨®cima nocturna y la belleza que provoc¨® en mi piel. Ten¨ªa unos 36 a?os?.
Los relatos se mueven casi en paralelo. La doctora Mart¨ªnez Caballero usaba una crema que le tra¨ªan de Francia, cuya corta vida ¨²til acab¨® siendo un problema a la hora del transporte. ?Era simple, pero con muy buenos ingredientes. Yo por entonces hac¨ªa jabones para m¨ª y eso me llev¨® a estudiar sus activos, que eran b¨¢sicamente hidrolatos y aceites de muy buena calidad que consegu¨ªa principalmente en Alemania y Francia. Me entusiasm¨¦ con los activos que se pod¨ªan conseguir de origen natural: algunos aceites bastante desconocidos hasta entonces y tambi¨¦n extractos y sustancias ya m¨¢s sofisticadas de algas y semillas. Durante unos siete a?os las compart¨ª con amigos y familia e incluso para ellos mi capacidad de producci¨®n se quedaba corta. Fue entonces cuando decid¨ª dar el salto a crear una marca comercial. Luego hice un m¨¢ster de dermocosm¨¦tica por la Universidad de Barcelona y fui a por ello?. Para la doctora, una mujer de 58 a?os de car¨¢cter siempre risue?o, la belleza es cosa de la piel y la mirada. ?Tambi¨¦n es importante el disfrute sensorial. Me da energ¨ªa y me pone de buen humor cuando me estoy lavando la cara y me pongo el aceite o la crema¡ No es tanto un tema de antienvejecimiento, sino de estar con ese aspecto de que el tiempo te trata bien, que tu piel y tu gesto son vitales y frescos y tu rostro lo refleja?.
A los 60 a?os, Dualde tambi¨¦n defiende el car¨¢cter terap¨¦utico de lo que llama una cosm¨¦tica emocional. ?Me gusta mi piel, sentirla y darle lo que necesita. Convivo bien con mis arrugas, forman parte de mi vida. Me importa mucho percibir que mi piel est¨¢ hidratada, nutrida, regenerada y luminosa. Necesito una sensaci¨®n constante de ligereza. Esa sensaci¨®n de poder salir a la calle con la cara lavada. ?Si decido maquillarme, que no sea para esconderme. En definitiva, sentirte bien con tu piel, con lo que irradias?.
Para que todo esto cobre sentido integral, dice Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez, la vuelta a los or¨ªgenes en las formulaciones es indispensable: ?Queremos recuperar las maravillas que nos da la tierra, sabores, texturas, materias que con la manipulaci¨®n industrial casi se han olvidado? .
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.