?Qu¨¦ pasa si te operas y luego te arrepientes?
El porcentaje de personas arrepentidas tras una intervenci¨®n pl¨¢stica es de un 5%. En algunos casos no hay marcha atr¨¢s, pero en otros s¨ª.
Presi¨®n por la aceptaci¨®n social, disfunciones psicol¨®gicas como el trastorno dism¨®rfico corporal (trastorno cl¨ªnico que conlleva una preocupaci¨®n fuera de lo normal por alg¨²n defecto, ya sea real o imaginado, percibido en las caracter¨ªsticas f¨ªsicas propias), autoimposici¨®n de c¨¢nones est¨¦ticos estrictos o procedimientos disparatados de nuevo cu?o puestos de moda por las celebrities o las redes sociales como la dimpleplastia (modificar la apariencia natural de las mejillas mediante cirug¨ªa para recrear unos hoyuelos), la diastema (crear espacio en los incisivos superiores para tener un aspecto sexy; Georgia Jagger puede ser la culpable), o Thigh Gap (generar hueco entre la cara interior del muslo y el pubis para mostrar una delgadez extrema), son algunos de los motivos que empujan al personal a claudicar ante el bistur¨ª, a veces sin meditarlo mucho. La b¨²squeda del f¨ªsico perfecto puede llevar a situaciones que, a la postre, pueden desencadenar no solo trastornos de la imagen y el esquema corporal, sino arrepentimientos, y en algunos casos, no hay marcha atr¨¢s¡
La italiana Michaela Romanini se hizo famosa por su adicci¨®n a las infiltraciones de col¨¢geno, tanto, que adem¨¢s de desfigurar su rostro acab¨® en una terapia de rehabilitaci¨®n para que ese trastorno psicol¨®gico no fuese a m¨¢s. La multimillonaria Jocelyn Wildenstein lleva m¨¢s de 30 operaciones est¨¦ticas, la Melanie Griffith del presente no es ni la sombra de aquella cordial actriz de los 80¡ Puede que todas ellas ahora se lamenten de aquellas decisiones que acabaron con sus carreras y su coherencia est¨¦tica. ¡°El porcentaje de personas arrepentidas tras una intervenci¨®n pl¨¢stica es de un 5%¡±, asegura la doctora Conchita Pinilla, experta en cirug¨ªa pl¨¢stica. Porque si nos operamos y luego no nos gusta el resultado, ?tiene soluci¨®n? ¡°La mayor¨ªa de procedimientos quir¨²rgicos por motivos est¨¦ticos tienen soluci¨®n, teniendo en cuenta que supone un coste extra y que hay que pasar de nuevo por quir¨®fano, con el riesgo a?adido (tiempo de postoperatorio, procesos inflamatorios, posibles hematomas, cicatrices m¨¢s visibles, etc.). De media, una cirug¨ªa secundaria cuesta como una primaria, ya que los profesionales solemos dejarnos menor margen de beneficio para que el paciente solucione el problema¡±, a?ade la Dra. Pinilla.
?Las cirug¨ªas que m¨¢s arrepentimientos acarrean? Rinoplastias y mamoplastias, seg¨²n Pinilla, en el primer caso se puede solucionar aunque supone buscar tejidos de otras zonas corporales para reponer lo que falta, teniendo en cuenta que nunca se recuperar¨¢ la morfolog¨ªa original; y retocar la mama puede implicar cambiar pr¨®tesis, reposicionar el pez¨®n y cicatrices extra. Algo con lo que est¨¢ de acuerdo el Dr. Ignacio Ortega, cirujano pl¨¢stico de Face Clinic. La ¡®marcha atr¨¢s¡¯ en una cirug¨ªa es m¨¢s sencilla en unos casos que en otros. Por ejemplo, en el caso de la mama, dejando a un lado los costes econ¨®micos y el tener que volver a quir¨®fano, es posible devolverla a su estado original o al volumen deseado sin muchas complicaciones. Eso s¨ª, a veces la paciente tendr¨¢ que asumir nuevas cicatrices si hay que incluir una elevaci¨®n de la mama o mastopexia. En cirug¨ªa facial, sobre todo en rinoplastia, las soluciones son m¨¢s complejas y es dif¨ªcil devolver una nariz a su estado original. Por eso las rinoplastias deben ir encaminadas a refinar su aspecto m¨¢s que a un cambio radical en el que sea imposible la marcha atr¨¢s. Es mejor abogar por cambios sutiles y arm¨®nicos y, si fuera necesario, retocar¡±.
Tras una operaci¨®n est¨¦tica siempre debe haber un periodo l¨®gico de adaptaci¨®n a la nueva imagen corporal, si esa nueva imagen no es aceptada por el paciente, se puede solucionar o compensar con nuevas cirug¨ªas pudiendo llegar a un gran n¨²mero de intervenciones est¨¦ticas que nunca llegan a lograr que el paciente se sienta plenamente satisfecho con su aspecto, comenta el psic¨®logo Alberto Soler, y estos casos no los soluciona el bistur¨ª, sino el div¨¢n del psicoterapeuta.
No llegar a lamentarse pasa por unos pre¨¢mbulos ineludibles: ¡°Para minimizar el arrepentimiento, el paciente debe transmitir previamente a la intervenci¨®n muy bien sus expectativas, debe escuchar al profesional, a veces se va con ideas fijas (parecerse a las famosas) que no son las m¨¢s convenientes seg¨²n su morfolog¨ªa; tambi¨¦n hay que huir de las franquicias, porque orientan los procedimientos en funci¨®n de fines comerciales, incluso pueden llegar a regalar una liposucci¨®n por haberse realizado una rinoplastia, por ejemplo, o sugerir una intervenci¨®n que no es necesaria; y, por supuesto, valorar el momento psicol¨®gico por el que se est¨¢ pasando, no plante¨¢rselo cuando se est¨¢ deprimido, por ejemplo¡±, advierte Pinilla. Porque aunque la cirug¨ªa est¨¦tica se considera voluntaria, no necesaria, y electiva, el criterio m¨¦dico debe imperar sobre la autonom¨ªa del paciente, aclara el Dr. Ramiro G¨®mez, Cirujano Pl¨¢stico y M¨¦dico Psicoterapeuta, pues se ha banalizado esta especialidad quir¨²rgica no exenta de riesgos. La valoraci¨®n previa de las motivaciones y los peligros de cada intervenci¨®n, as¨ª como el resultado previsible deben ser analizados por el especialista y su criterio debe primar sobre el motivo que haya animado al paciente a solicitar un cambio en su anatom¨ªa.
Menci¨®n aparte merece el cuadro psicol¨®gico que con m¨¢s frecuencia desata estos problemas: la Dismorfofobia, un trastorno que lleva a la aversi¨®n o fobia a cualquier imperfecci¨®n f¨ªsica real o imaginaria, caracteriz¨¢ndose adem¨¢s por la insatisfacci¨®n constante ante cualquier resultado m¨¦dico o quir¨²rgico, magnificando cualquier peque?a imperfecci¨®n de la que culpan siempre al cirujano aunque le siguen requiriendo para nuevos e interminables retoques. ¡°De triste memoria es el asesinato del Dr. V¨¢zquez A?¨®n y su enfermera por un paciente dismorfof¨®bico operado de nariz¡±, recuerda el Dr. G¨®mez. El correcto tratamiento psicol¨®gico de estos pacientes comienza por su diagn¨®stico y la negativa a operarles, hay que explorar en profundidad las causas ps¨ªquicas que inducen ese rechazo a su imagen, en ello se debe centrar el tratamiento, siempre complicado pues abandonan la terapia y recorren m¨²ltiples consultas hasta que encuentran alguien que les opere, cronificando y haciendo todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil su curaci¨®n.
Bien distinto es el caso de la medicina est¨¦tica reversiblessi el resultado no es el esperado. ¡°La diferencia fundamental, para bien y para mal, entre medicina est¨¦tica y cirug¨ªa pl¨¢stica es el car¨¢cter de temporalidad de la primera y la capacidad de reversibilidad. Todo, o la mayor¨ªa de lo que hacemos en medicina est¨¦tica es temporal, es decir desaparece a los 4, 6 u 8 meses. Y todo, o casi todo, es totalmente reversible, es decir, existen ¡®ant¨ªdotos¡¯ para resolver o eliminar el efecto no deseado, excesivo o poco satisfactorio¡±, explica el Dr. Leo Cerrud, experto en Medicina Est¨¦tica. Si no te gusta, se deshace. Eso hizo Kylie Jenner con lo que precisamente la llev¨® a formar parte de la lista Forbes de los m¨¢s ricos: su boca. La integrante del clan Kardashian ha hecho una fortuna con su l¨ªnea de cosm¨¦ticos centrados en esta parte de la anatom¨ªa facial, la que le llev¨® a la fama, hasta que un buen d¨ªa decidi¨® revolucionar de nuevo las redes sociales confesando que, a pesar de llevar inyect¨¢ndose ¨¢cido hialur¨®nico desde los 16 a?os, hab¨ªa decidido tener una imagen m¨¢s natural, ¡°la vieja Kylie ha vuelto¡±, asegur¨® en su perfil de Instagram, algo que se puede solucionar de manera sencilla con su antag¨®nico, la hialuronidasa, la enzima que destruye el ¨¢cido hialur¨®nico.
Aunque hay una ¨²nica excepci¨®n: el botox, a?ade Cerrud, no es reversible a corto plazo, no se puede hacer m¨¢s que esperar a que transcurra el tiempo necesario para que desaparezca el efecto (unos 4 meses). Aunque s¨ª se puede contrarrestar el efecto no deseado infiltrando el m¨²sculo antagonista. ¡°Por ello suelo elegir el ¡®softox¡¯, t¨¦rmino y t¨¦cnica inventados por mi, mediante la cual se aplican dosis subcl¨ªnicas en dos sesiones separadas por 15 d¨ªas para asegurarnos de que el efecto es el deseado por el m¨¦dico y el paciente¡±. Leo Cerrud concluye afirmando que la medicina est¨¦tica hoy por hoy es la elecci¨®n m¨¢s segura y reversible posible.
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