Marquesa Luisa Casati, la musa misteriosa y t¨¦trica que inspira a la moda
La excentricidad de esta arist¨®crata de la Belle ?poque sigue sirviendo de inspiraci¨®n al mundo de la moda m¨¢s de 50 a?os despu¨¦s de su muerte.
Hay mujeres capaces de inspirar las manos de un artista. Simonetta Vespucci influy¨® en varios cuadros de Sandro Boticelli, Elisabeth Siddal hizo lo propio con la pintura prerrafaelita, y la marquesa Luisa Casati se convirti¨® en musa de pintores vanguardistas como Boccioni o Depero.
Pero la ambici¨®n de Casati la llev¨® m¨¢s all¨¢ de la pintura. Cumpliendo con su m¨¢xima de querer convertirse ?en ¡°una obra de arte viviente¡±, inspir¨® a toda una legi¨®n de poetas, fot¨®grafos y dise?adores. Paul Poiret y Mariano Fortuny crearon dise?os especialmente para ella (fue de las primeras en lucir el famoso vestido Delphos de Fortuny). Grandes fot¨®grafos de moda de la ¨¦poca como el bar¨®n Adolph de Meyer o Cecil Beaton inmortalizaron su inconfundible look, que convirti¨® en distintivo de su personalidad. Un sello del que se ha servido ahora el palacio Fortuny de Venecia para acoger hasta el 8 de marzo una muestra sobre esta exc¨¦ntrica arist¨®crata del s. XX.
Jean Cocteau explicaba que la marquesa no coincid¨ªa precisamente con el ideal de belleza italiana del momento: su gran altura, facciones huesudas y ojos saltones m¨¢s que gustar, asustaban. Pero ella un d¨ªa decidi¨® extremar sus rasgos. Se ti?¨® el pelo de un inconfundible rojo que ser¨ªa inmortalizado en las pinturas, blanque¨® su piel con polvos y marc¨® sus ojos con kohl negro, al que a?ad¨ªa pesta?as postizas e incluso terciopelo negro. Adem¨¢s, acostumbraba a utilizar belladona para mantener sus pupilas oscuras. ?El objetivo? Dejar a la gente estupefacta.
Y lo consigui¨®. Con su atuendo lleg¨® a sorprender hasta al mism¨ªsimo Pablo Picasso, que conoci¨® a trav¨¦s del empresario ruso Sergi Diaghilev en una fiesta que dio en su palacio, hoy convertido en el museo Guggenheim de Venecia. En una biograf¨ªa que escribi¨® John Richardson sobre el pintor, recog¨ªa que cuarenta a?os despu¨¦s Picasso era capaz de recordar detalles de la fiesta de la marquesa, desde los galgos de la Casati con correas enjoyadas, a su vestido bordado con perlas o criados lanzando limaduras de cobre a las chimeneas del sal¨®n para mantener las llamas verdes o azules.
Retratos de la marquesa Luisa Casati
Getty/Cordon Press
Luisa Casati viv¨ªa rodeada de un aura de excentricidad. En 2011 Vogue Italia se hac¨ªa eco de su esp¨ªritu ostentoso y lo relacionaba con cierto encanto bizantino. As¨ª, era muy com¨²n verla con turbantes, plumas, serpientes vivas alrededor del cuello o con joyas de inspiraci¨®n fara¨®nica. Otros atuendos memorables fueron un traje con cientos de flechas el¨¦ctricas o un tocado de plumas de pavo real adornado con sangre de pollo, seg¨²n recoge New Yorker. Pero si los venecianos ten¨ªan una imagen de ella grabada eran sus paseos por la Piazza San Marco, en los que iba completamente desnuda, solamente cubierta por un abrigo de piel y acompa?ada por dos guepardos. Una costumbre que acorde con la versi¨®n italiana de Vogue inspirar¨ªa a la firma de joyas Cartier en su famoso s¨ªmbolo felino.
Su vida transcurri¨® acorde a la imagen que daba de s¨ª misma. Hija de unos marqueses que murieron cuando ella era muy joven, hered¨® una vasta fortuna. En 1900, con 19 a?os, se cas¨® con el conde Camillo Casati Stampa de Soncino, un matrimonio que tras el nacimiento de su hija Cristina no durar¨ªa mucho. Luisa Casati pronto sustituir¨¢ a su esposo por el poeta italiano Gabriele D¡¯Annunzio, un amante que le cambiar¨¢ la vida. A partir de ese momento, la marquesa entrar¨¢ en contacto con la florinata de los movimientos vanguardistas, que la convertir¨¢n en su musa. Esta vida a contracorriente de todo le valdr¨ªa la descripci¨®n de ¡°la mayor futurista del mundo¡± por parte de Filippo Tommaso Marinetti, fundador del movimiento futurista.
Casati dilapidar¨ªa su fortuna en palacios, fiestas, coches, obras de arte¡ dejando antes de su muerte una deuda que ascend¨ªa a los 25 millones de d¨®lares. Muri¨® arruinada, pero llevar¨ªa la ostentaci¨®n hasta la tumba: bajo petici¨®n suya, fue enterrada con pesta?as postizas en compa?¨ªa de su perro pekin¨¦s disecado.
De izq. a dcha: inspiraciones de Luisa Casati en Alexander McQueen s/s 2007, Chanel crucero 2010 y Dior alta costura s/s 1998.
Corbis/Cordon Press/ Tumblr Idreamofaworldcouture
Luisa Casati fue el reflejo de una ¨¦poca de ostentaci¨®n que ha marcado varias de las propuestas que se han subido a la pasarela. Uno de los primeros en evocarla fue el dise?ador Norman Norell, que apareci¨® en 1960 en la revista Life posando con sus musas vestidas con una colecci¨®n inspirada en Casati y de fondo, un retrato de la marquesa pintado por Kees van Dongen. En consonancia con el exceso que le caracterizaba, no es de extra?ar que Luisa Casati fuera uno de los personajes recurrentes en los que inspir¨® John Galliano para sus colecciones de Dior, como la primavera-verano 1998. El frasco del primer perfume que lanzar¨ªa el dise?ador gibraltare?o evocar¨ªa en cierta manera a Casati, concretamente en un retrato pintado por Giovanni Boldini (el cuadro favorito de Galliano seg¨²n las declaraciones recogidas en una entrevista que le hizo Le Vif Weekend)
Galliano no es el ¨²nico, Tom Ford tambi¨¦n sucumbi¨® a su encanto en la colecci¨®n primavera verano 2004 que hizo para Yves Saint Laurent. ?Lo mismo sucedi¨® con las propuestas de Giorgio Armani, Alexander McQueen o Chanel varias temporadas despu¨¦s. El propio nombre de Luisa Casati es pura inspiraci¨®n: por ella se llama as¨ª la firma Marchesa, dirigida por Georgina Chapman, y los bolsos de esta temporada de una de las l¨ªneas de Carolina Herrera.
En fotograf¨ªa, las referencias a su persona son de lo m¨¢s variadas: Carine Roitfield fue inmortalizada por Karl Lagerfeld vestida como ella, al igual que har¨ªa la propia Giorgina Chapman para el n¨²mero de marzo 2009 de Harper¡¯s Bazaar . Fotografiada por Peter Lindbergh, una de las fotos de la sesi¨®n es un homenaje a una instant¨¢nea tomada por Man Ray en 1935 de la marquesa. La actriz Tilda Swinton tambi¨¦n se meti¨® hace unos a?os en la piel de Luisa Casati para la revista Acne Paper Sweden, fotografiada por Paolo Roversi.
Medio siglo despu¨¦s, el objetivo de la marquesa sigue cumpliendo con sus expectativas de seguir siendo una manifestaci¨®n del arte. Otra cosa es que la moda pueda ser considerada como tal, pero eso es ya otro debate. En cualquier caso, Luisa Casati es una leyenda que sigue viva y que como ella deseaba, sigue inspirando generaciones que ahondan en su pasado para poder mirar hacia el futuro.
El perfume de John Galliano, inspirado en un cuadro de la marquesa firmado por Boldini
Tumblr MyChestPainWantsacigarette
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