19 mujeres dispuestas a cambiar el mundo
Las ideas femeninas, con una identidad que impone creatividad y audacia, construyen una sociedad m¨¢s justa e igualitaria. He aqu¨ª 19 ejemplos.
BENEDETTA TAGLIABUE
Su estudio de arquitectura, Miralles Tagliabue EMBT (que cre¨® con su esposo Enric Miralles, fallecido en 2000), tiene proyectos en marcha en pa¨ªses como Italia, Francia, Alemania o China. Solo uno de sus trabajos, cuya inauguraci¨®n se prev¨¦ para 2019, se est¨¢ realizando en Espa?a, concretamente en Barcelona: el Centro K¨¡lida Sant Pau: ?Trabajo demasiado fuera ¨Creconoce¨C, pero este es un proyecto maravilloso?. Necesario.
Situado junto al Servicio de Oncolog¨ªa del Hospital de Sant Pau y dise?ado seg¨²n el principio de arquitectura ?para cuidar?, dar¨¢ soporte pr¨¢ctico, emocional y social, de manera gratuita y abierta, a personas con c¨¢ncer y sus familiares. Su puesta en marcha confirma la incre¨ªble capacidad de la arquitectura para mejorar la sociedad: ?Ratan N. Tata, con quien he compartido el jurado de los premios Pritzker, me ha transmitido esa fe en nuestra profesi¨®n?, comenta Tagliabue.
Su v¨ªnculo desinteresado por este proyecto ¨²nico en nuestro pa¨ªs y perteneciente a la red internacional de centros Maggie¡¯s, con la que han colaborado reputados arquitectos como Zaha Hadid, Norman Foster o Frank Gehry, naci¨® tras la experiencia de vivir el c¨¢ncer de su marido: ?La idea de Maggie¡¯s proviene de una mujer, Maggie Keswick Jencks, y es tan de sentido com¨²n que quiz¨¢ un hombre no hubiera tenido la valent¨ªa de proponerla. Es genial, potente, importante. El centro K¨¡lida tendr¨¢ una arquitectura con un punto de vista femenino e intentar¨¢ hacer felices a los dem¨¢s. La mujer tiene un papel especial en la sociedad porque se mueve con una capacidad de ayudar incre¨ªble y constante?.
MYRTHA CASANOVA
Su vida da para una serie de alto presupuesto, con escenarios en Cuba, Estados Unidos, M¨¦xico, Venezuela y Espa?a, y en la que Kennedy y Castro tendr¨ªan papeles secundarios, ambos como villanos. Nacida en Cuba en 1936, estudi¨® Filolog¨ªa y sali¨® del pa¨ªs antes de la Revoluci¨®n. Trabaj¨® en publicidad en Estados Unidos, en una agencia no muy distinta a la de Mad Men, y fue reclutada por el FBI para hacer propaganda anticomunista. Tras el fracaso de la invasi¨®n de bah¨ªa de Cochinos, que consider¨® una traici¨®n a los cubanos de fuera de la isla, dej¨® el pa¨ªs desenga?ada y recal¨® en la Espa?a tenebrosa de 1962. Fund¨® la primera empresa de marketing moderno del pa¨ªs, CYGLA, y antes de llegar a los 30, ya dirig¨ªa la filial de Stanhome, la multinacional de productos de limpieza.
Est¨¢ orgullosa de haber empoderado a m¨¢s de 80.000 mujeres, que se convert¨ªan en microempresarias de venta directa, las famosas reuniones caseras tipo Tupperware. ?A las primeras entrevistas, las candidatas ven¨ªan con sus maridos. Hab¨ªa que vend¨¦rselo a ellos?, rememora. No es ninguna broma. Algunas, sin ninguna formaci¨®n universitaria, estaban ganando en poco tiempo 100.000 pesetas al mes, una cantidad nada desde?able en 1968. M¨¢s tarde, inspirada en parte por el ejemplo de su hijo Mario, nacido con par¨¢lisis cerebral, fund¨® el Instituto Europeo para la Gesti¨®n de la Diversidad, que promueve la integraci¨®n de distintas capacidades en las plantillas, y la asociaci¨®n Artistas Diversos, para promover la inclusi¨®n social y profesional de personas con discapacidad a trav¨¦s del arte.
CARLOTA PI
Es ingeniera y fundadora de HolaLuz, la primera el¨¦ctrica europea en conseguir la certificaci¨®n B Corp, que engloba a m¨¢s de 2.400 empresas de 50 pa¨ªses, cuyo objetivo es, m¨¢s all¨¢ de generar ganancias, innovar para maximizar un impacto positivo en los empleados, en las comunidades donde sirven y en el medio ambiente. ?Mi objetivo y el de mis dos socios es conseguir que el mundo se mueva cien por cien por energ¨ªas renovables y construir un modelo de compa?¨ªa donde nos podamos desarrollar como seres humanos?.
Su empresa tiene m¨¢s de 156.000 clientes y crece a un ritmo de 500 nuevos por d¨ªa. ?La clave es generar confianza, ofrecer una tarifa justa y plana. Siempre con total transparencia?. Pi, que considera que los tres pilares que van a permitirnos cambiar el mundo son la sanidad, la educaci¨®n y la revoluci¨®n energ¨¦tica, confiesa que su mayor fuente de energ¨ªa son sus tres hijos, ?mi inspiraci¨®n?. La mueven a luchar por un futuro mejor. ?El d¨ªa que derogaron el fat¨ªdico impuesto al sol, en HolaLuz nos abrazamos. Al fin nos va a permitir transitar de un modelo energ¨¦tico contaminante a uno ecol¨®gico, que nos dar¨¢ un aire limpio y evitar¨¢ enfermedades?, afirma. ?Las renovables no son caras, son la soluci¨®n. Hemos perdido de 10 a 15 a?os con politiqueos, cuando son el futuro. Ha sido falta de visi¨®n y de generosidad. Otros pa¨ªses sin tensiones pol¨ªticas en un tema tan importante nos han tomado la delantera. Espa?a debe liderar las energ¨ªas sostenibles. Nos toca ponernos las pilas?.
CONCHA MONJE
Mejor Cient¨ªfica Contempor¨¢nea 2017 y Premio Mujer y Tecnolog¨ªa, Concha Monje es ingeniera rob¨®tica y trabaja en el desarrollo del robot con base b¨ªpeda TEO: ?Pretendemos que sea un robot asistencial del futuro, que realice labores de colaboraci¨®n con el humano como ayudar a trasladar un mueble, planchar o hacer de camarero. Hemos conseguido que tenga capacidades tan sofisticadas como mantener el equilibrio con una bandeja o detectar las arrugas en una prenda?, explica Monje, para quien la rob¨®tica tiene la gran ventaja de que, bien empleada, mejora la calidad de vida a las personas. ?TEO nos puede aliviar de muchas tareas en casa, las m¨¢s rutinarias, las menos creativas. Apretar una tuerca no da valor al producto, pero pensar c¨®mo ser¨¢ esa tuerca, s¨ª?, apunta y a?ade que no hay que tener miedo a los avances, ya que ?sin la tecnolog¨ªa no tendr¨ªamos el mundo que tenemos hoy?.
Adem¨¢s, rompe una lanza a favor de una educaci¨®n diferente, que potencie las habilidades y, en lugar de formar en conceptos repetitivos, ense?e a ser cr¨ªticos, a analizar y, por supuesto, rob¨®tica y programaci¨®n. ?Nos menospreciamos pensando que no somos capaces de desarrollar tareas creativas. La sociedad tiende a hacernos creer eso porque es m¨¢s f¨¢cil criar borregos f¨¢ciles de dominar. Hay que apostar por las nuevas generaciones para que desarrollen estas habilidades y est¨¦n preparadas?. Pide una sola cosa, visibilizar a la mujer: ?Ver a una ingeniera que hace robots ayuda a que las ni?as lo perciben como algo natural. La igualdad puede cambiar el mundo de verdad?.
M?NICA GUTI?RREZ
?A qu¨¦ llamamos basura? Contestar a esta pregunta es una de las reflexiones planteadas por Basurama, un colectivo de arte y arquitectura que surgi¨® de la Escuela de Arquitectura de Madrid en 2001 y, desde entonces, trabaja con elementos ?que suelen denominarse as¨ª solo porque el propietario ha decidido no utilizarlos? y, de alg¨²n modo, ¨¦l mismo ha convertido en desperdicio. ?Ning¨²n material es basura en s¨ª ¨Capunta M¨®nica, cofundadora del proyecto¨C. Por eso, lo que nosotros planteamos y hacemos es aplicar otro modo de relacionarnos con estos materiales y as¨ª reconsideramos el modelo de consumo?.
Ambient¨®loga y gestora cultural, M¨®nica lleva ocho a?os trabajando en la plataforma. Actualmente coordina ReLabs_Laboratorio de residuos vivos, proyecto desde el que se fomenta la cultura de reutilizaci¨®n en las instituciones p¨²blicas y en la sociedad en general. Para ello, realizan el diagn¨®stico y mapeo del actual sistema de gesti¨®n de materiales dentro de las diferentes ¨¢reas. Proponen reflexionar sobre nuevos modelos de gesti¨®n de lo p¨²blico: ?Trabajamos en entornos degradados donde construimos otras posibilidades. Lo hacemos con vocaci¨®n de transformaci¨®n social, para generar espacios que unan comunidades. Localizamos un problema y lo abordamos con proyectos ef¨ªmeros, permanentes, art¨ªsticos, educativos¡?, explica. Entre sus logros, est¨¢n la recuperaci¨®n de lugares en desuso como espacios p¨²blicos o comunitarios.
SHARON N??EZ
Cuando estudiaba Sociolog¨ªa en la Universidad Complutense, Sharon N¨²?ez ya defend¨ªa como voluntaria los derechos de los animales ?porque me parecen los seres vivos m¨¢s vulnerables. No pueden protestar, pero son capaces de sentir. Cuando a una vaca la separas de su cr¨ªa llora y muge durante d¨ªas, como cualquier hembra. La crueldad hac¨ªa ellos nos hace peores como personas y como sociedad?. En 2001 se hizo vegana y en 2006, junto a Javier Moreno, cre¨® Igualdad Animal. ??ramos un grupo de activistas que, con pasi¨®n, quer¨ªamos cambiar la realidad. Nos encaden¨¢bamos a mataderos, salt¨¢bamos al ruedo con carteles de abolici¨®n y fuimos ganando atenci¨®n de los medios, espa?oles e internacionales?, recuerda.
Hoy, Igualdad Animal es una organizaci¨®n referente. Sus reportajes de investigaci¨®n en las industrias de explotaci¨®n animal han llegado a millones de personas, est¨¢n en ocho pa¨ªses y cuentan con 85 empleados. Esas investigaciones los llevan a vivir situaciones arriesgadas. ?La que m¨¢s me marc¨® fue una en una granja que suministraba carne de cerdo a una empresa c¨¢rnica. Cuando entr¨¦ en la zona de maternidad, las cerdas estaban en jaulas y no pod¨ªan ni darse la vuelta. Hab¨ªa una madre dando a luz y las cr¨ªas ca¨ªan en las heces. Pens¨¦ ¡®qu¨¦ forma de llegar al mundo¡¯. Seguimos trabajando para que compa?¨ªas como esas sean conscientes del da?o que hacen. Sus productos no son ¨¦ticos ni est¨¢n libres de crueldad?. Por ello, y aunque se muestra esperanzada con los cambios y anima a bajar el consumo de carne, N¨²?ez tiene claro su objetivo: ?Quiero ver un mundo en el que los animales sean respetados y est¨¦n protegidos?.
JOHANNA TH?RNBLAD
?Las mujeres sabemos escuchar y las personas que trabajan en Teixidors merecen ser escuchadas?, nos dice Johanna Th?rnblad, actual directora de la firma de artesan¨ªa textil que, desde 1983, basa sus principios de fabricaci¨®n en la inclusi¨®n social y las oportunidades laborales para personas con discapacidad intelectual. Sueca afincada en Barcelona, adonde lleg¨® en 2002 para estudiar un MBA de la Universidad de Chicago, Johanna descubri¨® Teixidors en Maison Objet: ?Entonces ten¨ªa mi propia distribuidora, Nordiska Design. Cuando m¨¢s tarde me propusieron dirigirla, no lo dud¨¦ un momento. Es una manera de decirle a la sociedad que queremos cambiar las cosas?.
El concepto ?hecho a mano? tiene en Teixidors valor a?adido. En su veintena de telares manuales se tejen fibras con trazabilidad y garant¨ªas: cachemir de una cooperativa de Mongolia, lana merina ecol¨®gica de La Provenza, pero sobre todo, se consigue un producto final de dise?o excepcional que se comercializa actualmente en m¨¢s de 30 pa¨ªses y que ha seducido a dise?adores como Faye Toogood, con la que han hecho una colecci¨®n que incorporar¨¢n a su cat¨¢logo esta temporada. ?Todos somos diferentes y es la suma de estas diferencias lo que hace posible que podamos conseguir algo mejor?, concluye.
ROSA ESCANDELL
Con 23 a?os, se convirti¨® en una de las directoras de banco m¨¢s j¨®venes de Espa?a. All¨ª desarroll¨® su car¨¢cter emprendedor y descubri¨® que se le daba bien ser gestora, pero que prefer¨ªa serlo para quienes no tuvieran recursos. Por eso, dej¨® su trabajo para seguir a su conciencia social. ?Me march¨¦ a Bangladesh a trabajar en los microcr¨¦ditos, estuve por Am¨¦rica Latina, pero al final volv¨ª a Espa?a para poner en valor lo que hab¨ªa aprendido?, cuenta. De este modo, ha creado varias empresas sociales destinadas a dar trabajo a los colectivos m¨¢s desfavorecidos, empresas cuyo objetivo es generar recursos econ¨®micos propios que les permita funcionar por s¨ª mismas. ?Si quieres ayudar, lo m¨¢s importante es generar empleo?. En Espa?a mont¨® PRM, un programa de reinserci¨®n de mujeres que les da una formaci¨®n textil de tres o cuatro a?os, m¨¢s larga de lo habitual, para garantizar que ser¨¢n profesionales muy cualificadas. ?Nuestra experiencia nos dice que as¨ª salen de verdad de su situaci¨®n de exclusi¨®n para siempre. Tambi¨¦n tenemos un piso de acogida para v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero?, explica.
M¨¢s tarde naci¨® A Puntadas, que realiza productos textiles de manufactura por pedido y la marca Malas Meninas. Adem¨¢s, Escandell fund¨® ADCAM, un proyecto de cooperaci¨®n con la comunidad masai en Kenia. ?Tenemos una escuela primaria y tres parvularios, m¨¢s de 1.400 mujeres masai de Tanzania y Kenia crean dise?os para la empresa de calzado espa?ola Pikolinos y hemos montado un campamento tur¨ªstico, gestionado por los guerreros masai, que permite a los viajeros conocer nuestros proyectos y descubrir el Masai Mara de la mano de sus guardianes. Y no, a mis 52 a?os, nunca me he arrepentido de haber dejado el trabajo en el banco?.
ANG?LICA DASS
En una charla TED, la fot¨®grafa brasile?a afincada en Espa?a explica que aunque hace 128 a?os que el ¨²ltimo pa¨ªs americano, Brasil, aboli¨® la esclavitud, el color de la piel no solo causa una primera impresi¨®n, sino que marca la definitiva. Cuando Dass busc¨® sus or¨ªgenes descubri¨® una herencia europea, ind¨ªgena y africana. ?Y supe que, de todas, la que menos valor me daba como ser humano era la africana. Es duro, pero as¨ª es. Quiero que me miren como a un ser humano, no como a ese concepto anacr¨®nico de la raza?, explica. Lograrlo es el germen de su proyecto Humanae, que mezcla el collage de sus fotograf¨ªas con talleres educativos para ni?os y ni?as, donde a trav¨¦s de los autorretratos que realizan descubren la belleza de los colores de la piel humana. Lo captan muy deprisa y juegan a encontrar el suyo. ?Luego corrigen a sus padres si dicen que el l¨¢piz rosa o beis es el color carne. ¡®Hay de muchos colores¡¯, les argumentan?, dice.
Dass, que pasa la mitad del a?o en nuestro pa¨ªs y el resto en EE UU, donde est¨¢ recibiendo mucho apoyo, hace una defensa encendida del profesorado espa?ol. ?Son el motor del cambio. Desean educar a los ni?os no solo en lo acad¨¦mico, sino como seres humanos?, asegura. Humanae ya se utiliza en 37 pa¨ªses y Dass ha dado conferencias y talleres en los cinco continentes. Solo en Chile, participaron 75.000 ni?os y ni?as. Ella acude como voluntaria siempre que puede a formar a maestros. ?S¨¦ que despu¨¦s tendr¨¢n el potencial para impactar en sus alumnos durante toda su carrera?, afirma. Su charla en Internet ya lleva m¨¢s de dos millones de visualizaciones. ?Est¨¢ bien, pero quiero ser viral tambi¨¦n en el mundo real?.
CAMINO ALONSO
Arquitecta especializada en sostenibilidad, es una de directoras creativas del estudio ?baton, donde tratan de impulsar el uso de la madera como un sumidero de carbono que ayude a la protecci¨®n medioambiental. El sector de la edificaci¨®n es el responsable del 40% de las emisiones de CO2 y, desde su estudio, Alonso quiere ofrecer alternativas al respecto. ?Nuestro objetivo es crear viviendas que no solo sean sostenibles y con consumo cero, sino que adem¨¢s sean sumideros de CO2?, aunque reconoce que en Espa?a cuesta que se apueste por este elemento estructural. ?Nosotros trabajamos con la madera que mejor responde ante terremotos y que, adem¨¢s, se autoprotege en los incendios?, aclara. Se?ala que la arquitectura sostenible es una tendencia mundial: ?En Espa?a estamos m¨¢s que preparados para liderar esa tendencia?.
Alonso apunta que la arquitectura puede ser un motor de cambio para estructurar las ciudades de modo que no haya zonas privilegiadas y otras que no lo sean. Ha creado la casa m¨®vil ?PH80, un espacio habitable de 27 metros cuadrados que se puede transportar en un cami¨®n y que consume poca energ¨ªa y cuesta a partir de 25.000 euros. ?Demuestra que la vivienda puede ser accesible y que podemos cuidar el planeta con ella?. Por este dise?o ha recibido varios premios internacionales como el Architizer A+. L.
LAURA MART?NEZ
Las mujeres rurales representan m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n y el 43% de la mano de obra en la agricultura y la ganader¨ªa. Sin embargo, ellas ocupan las posiciones inferiores en la jerarqu¨ªa laboral. El rango salarial femenino oscila entre los 400 y los 1.000 €, mientras que el masculino lo hace entre los 1.001 y los 1.400 €. Solo el 20% de los titulares de ganader¨ªas en Espa?a son mujeres. ?Por eso creamos Ganaderas en Red (GeR), un colectivo de mujeres de toda Espa?a que luchamos por la igualdad?, explica Laura Mart¨ªnez N¨²?ez, veterinaria y ganadera de cabras en la sierra de Madrid. GeR naci¨® en 2015 y han recibido el Premio a la Excelencia del Ministerio de Agricultura. Adem¨¢s, se hicieron virales gracias a una versi¨®n agro de la canci¨®n Despacito, con la que reclamaban igualdad en el campo y apuestan por la ganader¨ªa extensiva sostenible.
Con un ¨¢nimo profundamente colectivo, adem¨¢s de fomentar el empoderamiento de la mujer rural y asistir a eventos, denuncian situaciones como las minas de uranio que afectan a los pastos de compa?eras en la sierra de Gata (C¨¢ceres) o en Retortillo (Salamanca). ?Conlleva el destrozo de muchas hect¨¢reas de monte y de vida?, se?ala. Para comunicarse con fluidez, usan el tel¨¦fono m¨®vil a trav¨¦s de Slack, una aplicaci¨®n parecida a WhatsApp, que les permite tener canales de diversas tem¨¢ticas. ??Hay mujeres que sin haber estudiado saben m¨¢s de veterinaria que yo!?, explica. ?Estar de pastoreo ah¨ª arriba es duro. Antes nos sent¨ªamos solas, ahora no?.
SIMONA LEVI
Preguntarse el porqu¨¦ es el detonante de su activismo forjado en una familia turinesa de librepensadores que se remonta a Claudio Treves, hermano de su bisabuela y promotor en 1892 del Partito dei Lavoratori Italiani, germen del Partito Socialista: ?Cuando el socialismo era otra cosa?, puntualiza Simona. Con una idea muy activista y pragm¨¢tica de las cosas y formaci¨®n en artes esc¨¦nicas ¨Cestudi¨® en la Escuela de Jacques Lecoq en Par¨ªs¨C Simona valora la narraci¨®n porque ?la acci¨®n merece contarse, para que se conozca y se pueda replicar?, nos dice.
Ella dirige la plataforma Xnet-x.net para la renovaci¨®n de la democracia, ?un grupo de guerrilla de comunicaci¨®n? desde la que se impulsan dispositivos o demandas de transformaci¨®n reales; una especie de buzones contra la corruptela: ?Hay que desmantelar la corrupci¨®n que impide que las cosas cambien?, afirma. Desde Xnet abrieron el caso Bankia y sacaron a la luz las pruebas de las tarjetas black, lo que ha permitido llevar a Rodrigo Rato a la c¨¢rcel. El pr¨®ximo proyecto: una querella contra Florentino P¨¦rez y cinco ministros por el caso Castor. ?Creo que las mujeres somos muy buenas l¨ªderes, pero nos educan a no fiarnos de nuestras capacidades. Es m¨¢s f¨¢cil encontrar un hombre incapaz que se cree supercapaz que una mujer muy capaz que se d¨¦ cuenta de lo muy capaz que es?.
MAR C. LLOP
Muchas veces se dice que el trabajo de alguien es transformativo, pero pocas veces adquiere un sentido tan literal como en el caso de la fot¨®grafa Mar C. Llop. Cuando ella empez¨® a documentar experiencias de transici¨®n de g¨¦nero para su proyecto Construcciones identitarias, que despu¨¦s se convirti¨® en un libro y en una exposici¨®n, aun no hab¨ªa arrancado con su propio tr¨¢nsito. Se dio cuenta de que en ese momento le hubiera hecho falta alguien como ella. Por eso ahora, que vive felizmente fuera del armario como mujer trans, se dedica a hacer activismo en micro y en macro, a trav¨¦s de la asociaci¨®n Generem. All¨ª realiza cosas tan sencillas como organizar fiestas para que se acerquen a hacer preguntas aquellos que tienen dudas y tan complicadas como ayudar a modificar todo el protocolo m¨¦dico en torno a las personas transg¨¦nero.
?Antes, ibas a las Unidades de Trastorno de la Identidad de G¨¦nero y te preguntaban si de peque?o jugabas con espadas o con mu?ecas. Seg¨²n lo que dijeses, sal¨ªas ya con tus hormonas?. Ahora, por lo menos en Barcelona, existe Tr¨¤nsit, un sistema que Llop considera ?mod¨¦lico? y que sustituye el ?juzgado de g¨¦nero? por un acompa?amiento. Como fot¨®grafa, Llop acaba de estrenar un proyecto en Noruega junto al bailar¨ªn Daniel Garc¨ªa Mariblanca, que integra v¨ªdeo, foto y danza, y prepara uno nuevo retratando a familias de ni?os trans, ?gente que en su vida se ha planteado el g¨¦nero y de repente se encuentra dej¨¢ndose la vida por sus hijos?.
ESTHER BORAO
Cuando acab¨® la carrera de Ingenier¨ªa Industrial, pens¨® que necesitaba algo que de verdad llenara su parte creativa y social. Descubri¨® en su ciudad natal, Zaragoza, a Makeroni Labs, un colectivo que hac¨ªa proyectos sociales y tecnol¨®gicos art¨ªsticos y supo que hab¨ªa encontrado su sitio. Con ellos gan¨® un premio de la NASA y adem¨¢s la fich¨® el equipo de ciencia del programa El hormiguero. Hace un a?o, con 29, mont¨® junto a sus compa?eros Innovart, un estudio creativo que desarrolla proyectos a medida para empresas, juegos para Room Scape y temas de educaci¨®n. ?Mi ¨²ltimo proyecto es Academia de inventores, un nuevo espacio en Zaragoza, donde los ni?os pueden crear. Ser¨ªa el equivalente al conservatorio, solo que aqu¨ª aprenden distintas ramas tecnol¨®gicas y a inventar con nosotros como mentores?, explica.
La editorial Edelvives est¨¢ detr¨¢s de este nuevo proyecto que ha iniciado su andadura en noviembre. Borao ha creado junto a su equipo The Ifs, ?una familia de cuatro robots dise?ados para revolucionar la educaci¨®n infantil y ense?ar a programar a los m¨¢s peque?os? (a partir de tres a?os) con el que ha ganado, entre otros, el primer premio del programa de aceleraci¨®n de proyectos Ideas Camp, que concede la Fundaci¨®n Rafael Pino y Vodafone. ?Son robots llenos de sensores con los que pueden programar para que enciendan una luz si hay oscuridad o les avisen si alguien entra en su cuarto. En el futuro todo el mundo va a saber programar y eso es algo que te ayuda a estructurar la cabeza, es otra forma de pensar?. Destaca Borao que los han hecho con un dise?o atractivo tambi¨¦n para las ni?as, ya que ella est¨¢ comprometida con romper la brecha de g¨¦nero en la tecnolog¨ªa. Para poderlos producir, en unos meses pondr¨¢n en marcha una campa?a de crowdfunding en la plataforma Kickstarter. ?El mayor ¨¦xito de mis proyectos es que sean ¨²tiles para las personas. La educaci¨®n tiene que vivir una revoluci¨®n y nosotros queremos contribuir a ella?.
LUZ RELLO
De ni?a lo pas¨® muy mal porque ten¨ªa dislexia. Durante mucho tiempo fue ajena a ello. Simplemente pensaba que era ?la tonta de la clase?. Por eso cuando creci¨® y fue consciente de su problema supo que quer¨ªa contribuir a normalizar esta dificultad del aprendizaje que afecta a un 40% de la poblaci¨®n. Ling¨¹ista, investigadora y doctora en Ciencias de la Computaci¨®n por la Universidad Pompeu Fabra, Rello cre¨® en 2015, junto a su equipo, la aplicaci¨®n Change Dyslexia, en la que ofrecen de forma gratuita el Dytective Test, un juego inform¨¢tico con el que se puede detectar ¨Ccon un 90% de efectividad y en solo 15 minutos¨C si se tiene dislexia y, en caso afirmativo, ofrecen la posibilidad de tratamiento. ?Antes, la forma de detectar la dislexia era cuando el ni?o o la ni?a empezaba a ir mal en el colegio, cuando ya se hab¨ªa convertido en un problema. Con nuestro proyecto lo atajamos antes, de manera preventiva, lo que adem¨¢s abarata costes?, explica Rello.
Para ella es fundamental luchar contra los mitos alrededor de esta alteraci¨®n de la lectura: ?Los ni?os afectados ni son vagos, ni menos inteligentes?. M¨¢s de 150.000 personas de 50 pa¨ªses han usado ya su test y la propia Rello ha sido destacada por la publicaci¨®n MIT Technology Review como una de las cient¨ªficas espa?olas menor de 35 a?os m¨¢s innovadoras. Tras evaluar la mejora de 112 ni?os en cuatro colegios, m¨¢s de 100 centros madrile?os comenzar¨¢n a usar su programa en Primaria. Adem¨¢s de donar el dinero que gana en premios al proyecto para garantizar su viabilidad y poder becar a los peque?os que lo necesiten, Rello ¨Cquien acaba de ganar el premio MAS (Mujeres a seguir) al talento femenino¨C ha publicado Superar la dislexia (Planeta), donde entrevista a personas c¨¦lebres que la sufren como la escritora Dolores Redondo, la artista Lita Cabellut o el youtuber matem¨¢tico David Calle. ?Para m¨ª es una apuesta personal ¨Cse?ala¨C. Hay un movimiento global que acabar¨¢ por normalizar la dislexia y yo formo parte de ¨¦l?.
LUC?A RODR?GUEZ
En su perfil de Twitter, Lucila Rodr¨ªguez deja claras sus intenciones: ?Creo que hay que cambiar el mundo del todo cuanto antes y uso la comunicaci¨®n para hacerlo?. Esa idea la llev¨® a crear la Fundaci¨®n PorCausa junto a Gonzalo Fanjul, Gumersindo Lafuente y Carlos de la Serna. PorCausa es una estructura innovadora dif¨ªcil de clasificar. No es una ONG, ni un think tank, ni un medio de comunicaci¨®n, aunque tiene un poco de todo ello. ?Hacemos investigaci¨®n social y period¨ªstica sobre temas migratorios con el fin de difundir informaci¨®n veraz e inteligible dirigida a grandes audiencia?, explica Lucila Rodr¨ªguez. Ella aporta las nuevas narrativas a un proyecto que podr¨ªa suponer el futuro de la comunicaci¨®n social en la lucha contra la desinformaci¨®n y las fake news.
?El objetivo es que la opini¨®n p¨²blica est¨¦ informada y saque sus propias conclusiones, siempre con datos rigurosos?, resume. Entre sus mayores ¨¦xitos est¨¢ el cierre del Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Fuerteventura, que llevaba cinco a?os recibiendo un mill¨®n de euros anuales pese a estar cerrado. ?Pusimos esa informaci¨®n en conocimiento de la opini¨®n p¨²blica y los ciudadanos han exigido el cierre. Ese es el poder del periodismo y de las personas. Unidos podemos generar cambios?, apunta. En PorCausa proporcionan datos a los medios para que creen contenidos, desde informes a c¨®mics, siempre destinados a la defensa de los Derechos Humanos colectivos. ?Ahora mismo hay una peligrosa tendencia a cerrarse y defender solo los derechos de unos pocos, esos a los que crees que perteneces. Pero si haces eso, aceptas que quiz¨¢ ma?ana seas t¨² quien se quede fuera?, advierte.
SARA COBOS
?Me cri¨¦ en el campo con padres y t¨ªos enamorados de la naturaleza, as¨ª que no pod¨ªa hacer otra cosa que convertirme en una activista ecologista?, reconoce entre risas. Su fuerte conciencia le hizo crear en 2016 una ONG dedicada a la reforestaci¨®n, Trees4Humanity. Pero durante un viaje a Borneo, donde trabaj¨® como voluntaria para preservar los bosques en los que viven los orangutanes, descubri¨® el gran da?o que est¨¢ haciendo el pl¨¢stico al planeta y decidi¨® que hab¨ªa que hacer algo m¨¢s. ?Montamos una empresa social que atacase la ra¨ªz del problema, el pl¨¢stico ya creado, recicl¨¢ndolo?, explica. As¨ª naci¨® Todarus, una startup espa?ola que pretende ?dar una soluci¨®n a las toneladas de pl¨¢sticos que se acumulan en los oc¨¦anos?, y que sustituye objetos de uso cotidiano habituales por otros fabricados con materiales sostenibles.
Adem¨¢s, a la hora de pagar, el cliente puede elegir entre plantar un ¨¢rbol o reciclar un kilo de pl¨¢stico del mar, proyectos que llevan a cabo desde Trees4Humanity, organizaci¨®n a la que destinan el 100% de los beneficios. Sus productos estrella son la Eco-bottle, botella de uso ilimitado que pretende acabar con el gasto indiscriminado de botellas de pl¨¢stico, y los cepillos de dientes de biopl¨¢sticos (tal ha sido su ¨¦xito que estos est¨¢n agotados). Todo su negocio es online. Su lema es ?consume local, piensa global?. ?Internet te da la posibilidad de ser muy libre y hacer las cosas de otra manera. Eso ayuda a que sea m¨¢s f¨¢cil crear iniciativas para cambiar el mundo?.
GLORIA GUBIANAS
En los foros del sector a Gloria Gubianas se la considera un referente de la moda sostenible en Espa?a. La semilla naci¨® en una viaje a Nepal, durante el cual supo que quer¨ªa hacer algo para contribuir al desarrollo social de ese pa¨ªs. ?Podr¨ªa haber donado dinero a una ONG, o ayudar a recaudarlo. Pero vi que lo que de verdad les iba a servir era crear un proyecto sostenible que permitiera el desarrollo a largo plazo?, explica Gubianas. As¨ª naci¨® hace un par de a?os Hemper (Gloria ten¨ªa 21 a?os), una startup que apuesta por el movimiento slow fashion adaptado a los complementos de moda. ?Apoyamos a la gente en Nepal, generando un impacto positivo, y concienciamos a la sociedad de aqu¨ª para apostar por otro tipo de consumo, menos masivo y que busque un producto de calidad y respetuoso con las personas y con el medio ambiente. Como consumidores podemos cambiar el mundo?.
Dise?an mochilas hechas con c¨¢?amo, producto tradicional de Nepal. Doce mujeres se dedican a tejer las telas de este material y hay 15 matrimonios de sastres que confeccionan las mochilas. Venden en 13 pa¨ªses europeos con una facturaci¨®n de 55.000 euros. ?Hemos apostado por el comercio electr¨®nico, queremos ser una marca que cuide lo que hace y aporte valor social m¨¢s all¨¢ del meramente econ¨®mico?, explica Gubianas, que considera que ?ya que poseemos las herramientas para modificar lo que nos rodea y tenemos otra visi¨®n de c¨®mo podr¨ªan ser las cosas, hag¨¢moslo realidad?.
MONTSE ROURA
Ella y el abanico es una comunidad 2.0 dirigida a mujeres de 40 a 60 a?os sobre la menopausia, una etapa a¨²n llena de tab¨²es y dudas. Este portal es l¨ªder en los pa¨ªses de habla hispana con 1.870.225 visitas, y ya son m¨¢s de 5.000 las mujeres que han asistido a sus f¨®rums anuales que van por la XII edici¨®n. Detr¨¢s de este proyecto est¨¢ Roura, due?a de una productora de fotograf¨ªa publicitaria a la que la coincidencia de la llegada de la crisis con su propia menopausia a los 52 a?os le dio la oportunidad de reinventarse. ?Como me qued¨¦ sin trabajo y ten¨ªa tiempo, busqu¨¦ informaci¨®n por Internet. Mis amigas estaban igual, as¨ª que cre¨¦ el primer Sal¨®n de la Menopausia en 2010. A partir de ah¨ª fue un crecimiento imparable?, explica. ?Mi objetivo era que las mujeres tuvi¨¦ramos toda la informaci¨®n y un espacio donde, adem¨¢s de conocer de la mano de profesionales las soluciones a los posibles s¨ªntomas, sintieran que no est¨¢n solas?.
Roura considera que hace falta mayor implicaci¨®n de las instituciones porque, pese a no ser una enfermedad, s¨ª que puede trastocar la vida si viene acompa?ada de sus muchos efectos secundarios. ?El sistema sanitario p¨²blico deber¨ªa tener unidades para tratarla. Hay mujeres que ni se enteran, pero otras lo pasan muy mal?, afirma y recuerda que ?con la esperanza de vida en 86,9 a?os, ya es la etapa m¨¢s larga en la vida de una mujer en el siglo XXI?. Respecto al sexo, aconseja tom¨¢rselo como una ¨¦poca de transici¨®n. ?Nosotras tenemos sequedad vaginal y perdemos deseo. Ellos, con la andropausia, pierden potencia. ?Y¡? Esta sociedad basa la sexualidad en la penetraci¨®n. Dej¨¦monos de l¨ªmites y aprovechemos para disfrutar sin la presi¨®n de las hormonas disparadas?.
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