El ¡®milagro¡¯ que salv¨® a Steve McQueen de morir en la masacre de Charles Manson
O c¨®mo el actor sorte¨® los cr¨ªmenes de Cielo Drive donde se produjo la matanza donde muri¨® asesinada Sharon Tate.
El 9 de agosto de 1969, como despu¨¦s resumir¨ªa el historiador Peter Biskind, ?una omnipresente sensaci¨®n de terror y paranoia se instal¨® sobre Los ?ngeles?. La ciudad se despert¨® con la noticia de que la actriz Sharon Tate, a dos semanas de parir, hab¨ªa sido cruelmente acuchillada en su mansi¨®n junto al peluquero Jay Sebring, un aspirante guionista amigo de Polanski,?Wojciech Frykowski, y su ¨²ltimo ligue, la millonaria heredera de la industria del caf¨¦, Abigail Folger. Sexy Sadie (Susan Atkins), hasta arriba de LSD, apu?al¨® 16 veces a la actriz y a su beb¨¦ nonato en la casa de la int¨¦rprete en Cielo Drive. Acompa?ada por otros seguidores fan¨¢ticos de Charles Manson, el grupo asesin¨® a Tate, a sus tres acompa?antes y por el camino tambi¨¦n se cargaron Steven Parent, un chaval de 18 a?os que visitaba a la familia que se hac¨ªa cargo del mantenimiento de la propiedad alquilada por el director Roman Polanski y su mujer. Un golpe de suerte quiso que Steve McQueen no fuese la sexta v¨ªctima de ¡®la Familia¡¯ aquella noche.
Sharon Tate almorz¨® la ma?ana anterior con dos actrices amigas con un cabreo considerable. Daba a luz en dos semanas y Polanski segu¨ªa en?Londres con Warren Beaty y Richard Sylbert buscando localizaciones para una pel¨ªcula que la tragedia quiso que nunca llegase a rodarse ¨Cen realidad, seg¨²n indicar¨ªa Biskind en Moteros tranquilos, toros salvajes (Anagrama, 1998), el director no volv¨ªa porque le estaba siendo infiel con la cantante de The Mamas & The Papas¨C. Tate rechaz¨® ir a cenar con su hermana y se apunt¨® al de plan de su ex y buen amigo, el peluquero Jay Sebring, para encontrarse primero en un mexicano y despu¨¦s volver a su casa en grupo.
A la cena se sum¨® Frykowski y Abigail Folger. En un principio, Steve McQueen dijo que ir¨ªa junto a Quincy Jones. Los dos hab¨ªan estado viendo durante el d¨ªa una versi¨®n de Bullitt?acompa?ados de Sebring, que le recomend¨® al productor musical soluciones para su incipiente calvicie si se un¨ªa a ellos en la cena. Jones dice que se ?olvid¨®? del plan ¨Cfue Bill Cosby qui¨¦n le avisar¨ªa de las muertes al d¨ªa siguiente por tel¨¦fono¨C, pero McQueen s¨ª que se encamin¨® a su encuentro. Al menos, esa es la historia que cont¨® a su primera mujer, Neile Adams. ?Steve en realidad decidi¨® irse con un ligue?, aclarar¨ªa la propia Adams hace unos a?os. Un l¨ªo de faldas ¨Cse desconoce con qui¨¦n se acost¨® McQueen esa noche¨C le libr¨® de morir acuchillado en la mansi¨®n de Cielo Drive. ?Irse con aquella mujer le salv¨® la vida. Despu¨¦s de aquello, se volvi¨® tan paranoico que no me dejaba ir a ninguna parte sin una pistola?,?contar¨ªa la primera esposa del m¨ªtico int¨¦rprete.
Que Quincy Jones se olvidara de ir a la cena es una an¨¦cdota m¨¢s en su asombroso curr¨ªculo. Pero lo de McQueen s¨ª que fue pr¨¢cticamente un milagro. El actor ten¨ªa un v¨ªnculo m¨¢s que especial con dos de los fallecidos. A?Jay Sebring lo conoci¨® en el m¨ªtico Whisky a Go Go de Sunset Strip y conectaron al instante.?Compart¨ªan debilidades (mujeres, alcohol y coca¨ªna) y un ansia voraz por quemar las noches de Hollywood. McQueen era el macho alfa de Hollywood, con epopeyas de excesos a sus espaldas, como la de las siete mujeres que ¨¦l y Robert Vaughn se turnaron hasta arriba de margaritas y mar¨ªa en un puticlub mexicano mientras rodaban Los Siete Magn¨ªficos.?Sebring era un playboy de la industria y el peluquero oficial de las estrellas. Adem¨¢s de?inventarse el peinado de Jim Morrison, volar cada tres semanas a Las Vegas para cortar el pelo a Sinatra o Sammy Davis Jr. o pelar a Paul Newman o a Warren Beaty habitualmente ¨C¨¦ste ¨²ltimo se inspirar¨ªa en ¨¦l para el protagonista de?Shampoo¨C,?todos sab¨ªan que el estilista del cine siempre iba cargado de buena farlopa all¨¢ donde su Mustang Cobra le llevase.
Sebring se convirti¨® en confidente y peluquero de McQueen y ambos iniciaron una amistad?tan ¨ªntima como poliamorosa. Especialmente con Sharon Tate, la actriz que so?aba con ser la ?Catherine Deneuve de Hollywood? y cuya belleza la hab¨ªa hecho despuntar en?Valle de Mu?ecas. La devoci¨®n de McQueen y Sebring por Tate, seg¨²n cuenta Marc Eliot en la biograf¨ªa del actor, se materializ¨® entre las s¨¢banas en tr¨ªos que hasta el propio Polanski animaba a llevar a cabo a¨²n despu¨¦s de estar casados. McQueen llevaba a?os casado con Neile Adams cuando intent¨® colocarla en el reparto de?El Rey del Juego y dijo aquello de que Tate ?es la mujer m¨¢s bella que hab¨ªan visto mis ojos?. Sebring se encaprich¨® de la rubia en 1964, cuando les present¨® el columnista Joe Hyams e iniciaron un romance que dur¨® hasta que la actriz se enamor¨® de Polanski puesta de ¨¢cido y aceptase rodar en el 66 con ¨¦l?El baile de los Vampiros. La amistad con el peluquero perdurar¨ªa hasta la muerte de ambos, asesinados a manos de la familia Manson.
La histeria de McQueen tras la masacre le llev¨® a acudir al funeral del peluquero con una Magnum en su pantal¨®n. La pistola se convirti¨® en su nueva aliada y no se separar¨ªa de ella durante un tiempo. La investigaci¨®n de los cr¨ªmenes de La Familia desvelar¨ªa que su nombre ya estaba en la lista negra de Charles Manson. Al parecer, alguien de su productora rechaz¨® una vez un gui¨®n escrito por el supuesto ide¨®logo de los cr¨ªmenes de Cielo Drive y La Bianca. Su matrimonio hac¨ªa aguas mientras su carrera no dejaba de avanzar gracias a Bullit y Le Mans.
Tras dar palizas durante semanas a su primera mujer por su infidelidad con el actor Maximilian Schell y obligarla a abortar por creer que le hijo no iba a ser suyo, McQueen se divorci¨® en 1971 para volver a casarse dos a?os despu¨¦s con la estrella de Love Story e it girl del momento, Ali MacGraw. A ella le prohibi¨® trabajar ¨Clleg¨® a ofrecer pagarle de su bolsillo lo mismo que la oferta que le hicieron por Convoy, pel¨ªcula que MacGraw acabar¨ªa rodando poco antes de pedir el divorcio¨C y ¨¦l opt¨® por desparecer con su moto los fines de semana y unirse a los Hell Angels para seguir poni¨¦ndose ciego de alcohol y coca¨ªna. Ella decidi¨® huir despu¨¦s de otro de sus ataques de celos machistas. McQueen se cas¨® por tercera e invit¨® a MacGraw a su mansi¨®n para conocer a su nueva esposa. Por el camino par¨® su coche en el arc¨¦n e intent¨® que se acostaran. Lo rechaz¨® y decidi¨® no volver a verlo nunca m¨¢s. El actor morir¨ªa tres a?os despu¨¦s de su divorcio, v¨ªctima del c¨¢ncer. La agente de MacGraw, la m¨ªtica Sue Mengers, resumir¨ªa en Vanity Fair la relaci¨®n de los 70 que todo el mundo envidi¨®: ?Ali era una santa, Steve era un gilipollas?.
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