?Nada ha cambiado desde que lo cre¨¦?: historia del vestido ONU de Miguel Adrover
El vestido que Miguel Adrover dise?¨® para su colecci¨®n de primavera de 2003 es ahora un s¨ªmbolo cuyo mensaje es m¨¢s pertinente que nunca.

Hizo aquel desfile sin apenas recursos. Porque, como comentaba entonces Robin Givhan? en el Washington Post: ¡°Adrover tiene cosas que decir sobre la industria de la moda americana, y no precisamente buenas¡±. El grupo Leiber, que era su apoyo financiero, le hab¨ªa dado la espalda un a?o antes, pero ¨¦l segu¨ªa teniendo mucho que decir. As¨ª que en septiembre de 2002 present¨® ¡®Citizen of the World¡¯, una colecci¨®n que parte de la experiencia de los inmigrantes en Nueva York (las invitaciones eran una especie de pasaportes envueltos en papel de peri¨®dico), aunque la perspectiva multicultural, la ruptura con los c¨¢nones hegem¨®nicos de la moda occidental, siempre ha sido una parte fundamental en su trabajo.
En esa colecci¨®n Adrover?hizo un vestido con la bandera de la ONU. Como ¨¦l comenta al tel¨¦fono esta misma semana, desde que pens¨® ese dise?o ¡°nada ha cambiado¡±. Ni sus motivaciones ni la pertinencia de aquello. En este n¨²mero de S Moda homenajeamos aquel vestido (y, sobre todo, aquel gesto). El tiempo, y la situaci¨®n actual, le han dado la raz¨®n.
?Era el mundo tras el 11-S. Est¨¢bamos en una sociedad traumatizada y ¨¦l lanz¨® un mensaje necesario, como tantas otras veces. En esa ¨¦poca, las grandes marcas estaban haciendo cosas bell¨ªsimas, pero miraban hacia otro lado. ?l habl¨® de uni¨®n y de multiculturalidad en Nueva York, la capital de la multiculturalidad?, rememora una amiga del dise?ador, la periodista y comisaria Charo Mora.
¡°Recuerdo que ese vestido estaba en su estudio. En cualquier caso, su trabajo siempre resalta la individualidad pero partiendo de la importancia de la comunidad¡±, recuerda al tel¨¦fono el dise?ador Lluis Corujo, quien fuera su asistente hace unos a?os. ¡°Me gusta la forma en la que tuvo de definirlo Suzy Menkes. Ella dec¨ªa que Miguel es un ¡®pensador profundo¡¯. Para m¨ª es un rapsoda de la realidad; el vestido es su medio, como podr¨ªan serlo otros, para contar lo que est¨¢ pasando¡±, comenta Charo.

Con los a?os, ese vestido se convirti¨® en uno de los iconos del trabajo de Adrover, y ha legado algunas fotos para el recuerdo, como la que se public¨® en la revista Metal: ¡°Fuimos a su casa de Calonge a disparar; y justo esos d¨ªas estaban de visita en su casa una amiga con sus hijas, Maude y Apollonia (la que aparece en la foto), unas ni?as muy divertidas que no paraban de enredar durante la sesi¨®n. En un momento dado a Raquel Garc¨ªa, la estilista, se le ocurri¨® ponerle a Apollonia el m¨ªtico vestido, y es cuando disparamos el retrato, todo fue muy espont¨¢neo, nada premeditado¡±, relata su autor, Poncho Paradela. ¡°Finalmente ha acabado siendo una mis fotos preferidas¡±.
Ocurre en pocas ocasiones, porque hay pocas piezas capaces de trascender las din¨¢micas de la moda. Pero, cuando ocurre, su mensaje sobrevive al tiempo. ¡°Ese vestido no es solo un signo, es un s¨ªmbolo. Va ganando significado con el tiempo¡±, apunta Charo Mora. ¡°?l puede cortar chaquetas perfectas, pero tambi¨¦n hacernos darnos cuenta de que el t¨¦rmino ¡®moda global¡¯ no significa nada si no es, efectivamente, universal¡±, escrib¨ªa Cathy Horyn sobre aquel desfile de 2003. Hoy, que esta crisis est¨¢ suponiendo una pausa para replantearnos ciertas cosas, esta met¨¢fora del poder de la uni¨®n, aunque fuera dise?ada hace casi veinte a?os, es m¨¢s necesaria que nunca.
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