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Bilbao: qu¨¦ ver, d¨®nde comprar, referentes ¡®gastro¡¯ y direcciones ocultas de una ciudad en constante renovaci¨®n Ave F¨¦nix abrazada por dos montes, visitar e ir de compras por Bilbao es un viaje cultural, arquitect¨®nico, gastron¨®mico... Hasta en sus d¨ªas grises es siempre din¨¢mica, no cede nunca a la melancol¨ªa. Eguillor 'forever'. Un mural obra de Jos¨¦ Ibarrola homenaje al artista Juan Carlos Eguillor, un bilba¨ªno nacido en San Sebasti¨¢n (seg¨²n su propia definici¨®n), preside la entrada de la calle Correo a la plaza Nueva. Este espacio casi cuadrado es el centro del Casco Viejo para una ruta de pinchos. Y si llueve, los arcos protegen. Junto al mural est¨¢ V¨ªctor, un restaurante para comer seriamente. Moderna 'txapela'. Los personajes de Eguillor llevan en la cabeza chimeneas (el pasado industrial de esta villa) y boinas. Elosegui las fabrica en Tolosa, Gipuzkoa, desde 1858, de todos los colores y tama?os, hasta la txapeldun para cabezones. Gorostiaga (V¨ªctor, 9) vende las suyas desde 1857 y otros tocados que no logran jubilarla. Ver las estrellas. El multiestrellado Mart¨ªn Berasategui ha desembarcado en Bilbao con dos restaurantes: Ola (Ribera, 13), de altos vuelos, y el asequible Patri, ubicado en el mismo edificio, junto al mercado de la Ribera. Comer bien por aqu¨ª es una obviedad, pero son muy recomendables Mina (Martzana, s/n), con estrella, o Los Fueros, premio Bib Gourmand (Foru, 6). ?Busca una osad¨ªa? Pruebe Oh! Taku (Heros, 14), ramen aut¨¦ntico en Abando (en la imagen). Telas y lujo. La lista del barrio de Indautxu es interminable: Esquibel (Rodr¨ªguez Arias, 20), un museo de telas de Valentino, Cloche (Garc¨ªa Rivero, 6), con ropa de Les Coyotes o Filippa K. En Edonora (Estrauntza, s/n), deportivas de edici¨®n limitad¨ªsima y dos multimarcas del lujo, Idrisi y Choses de Femme. Para muebles, Mosel (Diego L¨®pez, 53). ?Un verm¨²? Estoril (Campuzano, 3); picoteo en La taberna de Z¨¢rate frente al Azkuna Zentroa, rehabilitado por Philippe Starck. De aqu¨ª a la Galer¨ªa 8360 (Fern¨¢ndez del Campo, 23, en la imagen), de moda y arte, y a la librer¨ªa C¨¢mara (Euskalduna, 6). Abando brilla. En el entorno del museo Guggenheim destacan galer¨ªas como Carreras M¨²gica (Heros, 2) o la sala Rekalde (Recalde, 30); ultramarinos como L¨®pez Oleaga (Astarloa, 3) y El Arratiano (Col¨®n de Larre¨¢tegui, 17); pasteler¨ªas con sus especialidades, como La Suiza (Portuko Markesaren, 3) con su brioche, Martina de Zuricalday (Ercilla, 43) con su bollo de mantequilla, y Arrese (Diego L¨®pez Haroko, 24) con sus trufas, (arriba). ?Una curiosidad? A la papeler¨ªa Goya (Col¨®n de Larre¨¢tegui, 36) acud¨ªa Frank Gehry. ?Necesita flores? En Ruiz de Ocenda (Heros, 18). Arr¨®pame y... En Arr¨®pame (Villar¨ªas, 5) las clientas nunca llegan a aburrirse de las prendas. Elena Mendiola cambia cada poco la selecci¨®n de firmas nicho como 6397, Hope, Irie Wash o Lebor Gabala, a las que se unen una peque?a selecci¨®n de vestidos vintage (sin usar). Entre los perfumes que se pueden adquirir, los de Byredo y la gama completa de Diptyque que llena las paredes. Y el punto artesano, las sandalias de yute (en la imagen) de Irene Peukes hechas en Banglad¨¦s. Traje a medida. Miriam Ocariz tiene su taller (en la imagen) en Bilbao La Vieja (Arechaga, 9), al lado de la r¨ªa. Canalla y portuaria anta?o, ahora ocurre all¨ª "lo m¨¢s nuevo y aut¨¦ntico", dice esta dise?adora que tiene la costumbre de coser a medida. En esa onda artesanal est¨¢n la joyer¨ªa-taller Ganboa (Arechaga, 5), FJZ (Martzana, 5 y 7), un para¨ªso de especias y una librer¨ªa at¨ªpica, Anti Liburudenda (Maitzaren Biko, 2). En la zona de Abando, Market (Col¨®n de Larre¨¢tegui, 38) mezcla quimonos con viejos manteles de lino. Poder de persuasi¨®n. Empez¨® llam¨¢ndose Tarte y era un local de 40 metros cuadrados en el Casco Viejo. A Rosa Orrantia siempre le hab¨ªa interesado la moda "como lenguaje". Con 18 a?os se fue a Par¨ªs y a Londres, en plena efervescencia setentera. Cuando volvi¨® a Espa?a y tuvo a su hija Andrea, decidi¨® poner una tienda. "Entonces todo era mucho m¨¢s f¨¢cil si te interesaba de verdad y ten¨ªas una idea, y yo me hab¨ªa tra¨ªdo buena informaci¨®n", cuenta Rosa a S Moda. Era 1985 y sus primeras firmas fueron dise?adores espa?oles: los mejores, los que hicieron que esa d¨¦cada fuera prodigiosa para la moda espa?ola. Montesinos, Manuel Pi?a, Antonio Mir¨®... y Sybilla, que fue la que cambi¨® el destino de Tarte. Los grandes dise?adores japoneses, que estaban en la c¨²spide, no se consolidaron ni en Barcelona ni en Madrid. No ayudaba que Espa?a atravesara un mal momento econ¨®mico. Pero cuando vieron que Sybilla, que ya para entonces triunfaba internacionalmente, vend¨ªa su ropa en Tarte, desembarcaron all¨ª Yohji Yamamoto, Miyake y Comme des Gar?ons. Luego comenz¨® una reacci¨®n en cadena: en 1992 entraron los belgas, Martin Margiela, Dries Van Noten... La apuesta estaba ya consolidada. "Las premisas eran y son calidad, creatividad, exclusividad y que nos guste", prosigue Rosa. La inauguraci¨®n del Guggenheim, en 1997, marc¨® otro momento. "Ese d¨ªa fui vestida de Miyake. Varias clientas tambi¨¦n, otras iban de Yamamoto". Fue como un escaparate que dio a conocer la tienda entre los invitados, locales, nacionales e internacionales. En 2004, Rosa encontr¨® un almac¨¦n de loza abandonado, con techos altos y dos plantas, en una calle hasta entonces escondida por las v¨ªas del tren. Y ah¨ª naci¨® Persuade (Villar¨ªas, 8), la tienda en la que ahora regenta su hija, Andrea Mendieta (en la imagen). "Cuando vi el local supe que era el momento para depositar todo lo que sab¨ªa". Este reto le ha permitido crecer y "tener un mensaje claro". En este soberbio espacio que une antig¨¹edades chinas, muebles de Christian Astuguevieille (nariz de Comme des Gar?ons) o joyas de la libanesa Rosa Mar¨ªa Abourous se nota el amor por lo ¨²nico. Lo que nunca entrar¨¢ en Persuade es Internet. La exclusividad la llevan a rajatabla. Por eso representa a Paul Harnden, que trabaja con un taller ingl¨¦s que produce igual desde principios del XIX y no tiene presencia digital, como ellas. A¨²n as¨ª, sus clientes son de todo el mundo y por supuesto, tambi¨¦n de Bilbao, donde tienen una camarilla se seguidoras incorruptibles. "Nos ense?an mucho", agradece Andrea, "gracias a ellas hemos llegado aqu¨ª".