9 fotosJoan Didion: ¨¢lbum de la cronista de las neurosis de nuestro tiempoFallece a los 87 a?os la gran cronista y escritora californiana en su casa de Manhattan.Noelia Ram¨ªrez23 dic 2021 - 21:49CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlace"Joan Didion pod¨ªa hacer que hasta las migra?as fueran algo aspiracional", ha escrito Parul Sehgal en su obituario en The New York Times?sobre el legado de estilo de la escritura de Joan Didion. La escritora, ensayista y ?una de las cronistas definitivas del ¨²ltimo siglo?ha fallecido a los 87 a?os.?Didion, que naci¨® en Sacramento el 5 de diciembre de 1934, sufr¨ªa desde hace varios a?os Parkinson y esta ha sido la causa de la muerte, ha se?alado su editor. "Nadie escrib¨ªa mejor la prosa inglesa que ella", dijo el cr¨ªtico John Leonard. "Trate de reorganizar una de sus oraciones, y se habr¨¢ dado cuenta de que la oraci¨®n era inevitable, un holograma". En la imagen, Didion en el Golden Gate Park con un grupo de hippies durante la redacci¨®n de?Arrastrarse hacia Bel¨¦n, uno de sus ensayos m¨¢s emblem¨¢ticos, sobre la di¨¢spora de j¨®venes hacia San Francisco, en abril de 1967.Getty (Corbis via Getty Images)Como Dorothy Parker y Fran?oise Sagan, Didion empez¨® su carrera escribiendo en revistas femeninas. Empez¨® en Vogue.?Lleg¨® all¨ª en 1955, con 21 a?os y tambi¨¦n como ganadora de un concurso, el Prix de Paris, que pocos a?os antes se llev¨® Jacqueline Bouvier (despu¨¦s Kennedy, despu¨¦s Onassis). All¨ª se forj¨® su leyenda. "Le hac¨ªa entregar 300 o 400 palabras y despu¨¦s se lo dejaba solo en 50. Redact¨¢bamos largo y public¨¢bamos corto. De esta manera, Joan aprendi¨® a escribir", cont¨® Allene Talmey, editora de?Vogue?en los 50 y 60, famosa por su perfeccionismo.??En su ensayo Contar historias, de 1978, habl¨® sobre esa experiencia: "Fue en?Vogue donde aprend¨ª a, en cierto modo, sentirme c¨®moda con las palabras ya no como espejos de mi propia incapacidad, sino como herramientas, juguetes, armas que utilizar de forma estrat¨¦gica en la p¨¢gina. En un destacado, digamos, de ocho l¨ªneas, donde las l¨ªneas no pueden superar los veintisiete caracteres, no es solo que cada palabra cuente, sino tambi¨¦n cada letra". La cr¨ªtica hoy se rinde ante escritos como?Sobre el amor propio, el ensayo que Joan Didion public¨® en?Vogue?en 1961 y que se recoge en?Los que sue?an el sue?o dorado?(Literatura Random House, 2012). Pero la mayor parte de los textos en primera persona que escribi¨® para la publicaci¨®n mientras vivi¨® en Nueva York? ¨Cbasados en sus propias frustraciones, como los celos¨C no han sido recogida en otras antolog¨ªas. ?Es importante recordar que en aquella ¨¦poca Didion escrib¨ªa para una revista que no ten¨ªa ni el respeto intelectual y literario", cuenta Michelle Dean sobre la escritora en?Agudas. Su rese?a de?Sonrisas y L¨¢grimas?en?Vogue?fue tan c¨¢ustica que provoc¨® su despido. "Lo m¨¢s embarazoso es que da la impresi¨®n de que la historia no afecta a gente como Julie Andrews y Christopher Plummer. Solo silba una canci¨®n feliz y olv¨ªdate de la anexi¨®n nazi de Austria", escribi¨® en su cr¨ªtica.Ted Streshinsky Photographic Arc (Corbis via Getty Images)"Escribir es el acto de decir yo, de imponerse a otra gente, de decir 'Esc¨²chame, ve las cosas como yo, cambia de opini¨®n", dej¨® anotado en Por qu¨¦ escribo en 1976. Su familia marcar¨ªa su propia prosa. Vio morir a su marido, el tambi¨¦n escritor John G. Dunne, y a su hija Quintana Roo.??Te sientas a cenar y la vida que conoc¨ªas se acaba?, escribi¨®. El duelo por ambos quedar¨ªa retratado en dos libros?El a?o del pensamiento m¨¢gico, que empez¨® el 4 de octubre de 2004 y es uno de los textos seminales?sobre el duelo de la literatura contempor¨¢nea y el que m¨¢s acerc¨® a la autora a los lectores espa?oles. A este le seguir¨ªa?Noches azules, publicado en 2011.??Me negaba a tirar sus zapatos porque estaba convencida de que, si los conservaba, John volver¨ªa a por ellos?, escribi¨® en?El a?o del pensamiento m¨¢gico?tras la muerte repentina de su marido. Fue una de las escritoras que mejor entendi¨® el simbolismo de nuestras prendas. Tambi¨¦n lo har¨ªa en?Noches Azules, tras el fallecimiento de su hija Quintana Roo, cuando recordar¨ªa con nostalgia los "zapatos de sat¨¦n claro y las suelas de color rojo intenso" de Louboutin que llevaba su ¨²nica hija el d¨ªa de su boda.John Bryson (Getty Images)"Durante medio siglo, Didion fue la gran diagnosticadora del desorden estadounidense en ensayos de una cadencia fuerte e inconfundible, agitada por las inundaciones y el fuego", escriben sobre ella en el obituario de The New York Times. M¨¢s all¨¢ de su relato sobre el duelo, fue una cronista excepcional. "Si los medios digitales est¨¢n hoy llenos de art¨ªculos ensay¨ªsticos que entran y salen sin mucho protocolo de la primera persona es porque sus autores se han dado un hart¨®n de leer el??lbum blanco?y?Arrastrarse hacia Bel¨¦n?en sus a?os formativos ¨Cesos libros siempre son m¨¢s citados y referenciados que otros igualmente rupturistas de Joan Didion como?Salvador?¨C",?escribi¨® Bego?a G¨®mez Urzaiz sobre la autora.?Joan Didion tambi¨¦n sabe lo cotizadas que est¨¢n este tipo de historias. Sobre ese Nuevo Periodismo del que form¨® parte, una an¨¦cdota lo resume todo. Como cuando en Arrastrarse hacia Bel¨¦n escribi¨® sobre una ni?a de cinco a?os puesta hasta arriba de ¨¢cido. "?C¨®mo te sentiste cuando viste algo as¨ª?", le pregunt¨® hace unos a?os su sobrino, el actor Griffin Dunne, en el documental?El centro ceder¨¢, disponible en Netflix, esperando posiblemente una respuesta conmocionada y compungida frente al estupor de esa estampa. "No lo negar¨¦, era oro. Cuando est¨¢s escribiendo un art¨ªculo, das tu vida por un momento as¨ª".Janet Fries (Getty Images)Referente e icono de moda por lo que representaba: una mujer WASP venida de California y en la aristocracia del periodismo, la literatura y hasta del mundo hollywoodense (escribi¨® a cuatro manos con su marido guiones de todo tipo, desde Ha nacido una estrella a ?ntimo y personal), Didion nunca tuvo miedo a posar. Protagoniz¨® con su hija Quintana una campa?a de Gap y sus?normas de equipaje?que describi¨® en su colecci¨®n de ensayos de?El ¨¢lbum blanco?(aqu¨ª traducidas y agrupadas en?Los que sue?an el sue?o Dorado?en Random House) se han convertido, adem¨¢s, en un cl¨¢sico del que se declar¨® seguidora la sacrosanta dise?adora Phoebe Philo: ?2 jerseys, 2 faldas, un sujetador, un jersey de cuello redondo, 2 pares de zapatos, calcetines, ropa interior, cigarrillos y?bourbon?.Cuando la periodista Alyssa Vinegan?anunci¨®?que??Mary Kate y Ashley han dise?ado para The Row un jersey de cashmere que se llama ¡®The Didion¡¯ y cuesta 2.700 d¨®lares?, hace un par de a?os sobre una prenda que llevaba el nombre de la autora, una de las respuestas m¨¢s elocuentes fue la que apuntaba que la prenda "parece fabulosa para?arrastrarse hacia Bel¨¦n?pero cuesta?un a?o de pensamiento m¨¢gico?pagarla". El debate sobre la fetichizaci¨®n de Didion y la moda lleva ocupando titulares casi una d¨¦cada. Lleg¨® cuando Phoebe Philo la coloc¨® como imagen de una campa?a de C¨¦line fotografiada por Juergen Teller en 2015. La dise?adora que destron¨® al tac¨®n del uniforme femenino para hacernos la vida m¨¢s f¨¢cil con zapatillas blancas y jers¨¦is XXL hizo una jugada maestra que, aunque ahora parezca inocua por la normalizaci¨®n del?body positive, fue precursora en la rebeli¨®n de los c¨¢nones femeninos desde las bases del propio sistema. En una cultura del lujo dominada por el cuerpo de Gisele Bundchen en marquesinas y revistas (la brasile?a fue la mejor pagada ese a?o gracias a sus campa?as de?Chanel, Carolina Herrera, Emilio Pucci o Balenciaga), Philo, al¨¦rgica a la cultura de Instagram y la autoexposici¨®n (?el verdadero chic es no aparecer en Google?), eligi¨® a una escritora de 81 a?os de melena plateada para simbolizar qui¨¦n deb¨ªa ser el icono entre sus ac¨®litas. El c¨ªrculo de cultura y moda se cerr¨® de forma perfecta, pero con profec¨ªas apocal¨ªpticas: el ej¨¦rcito de?Philophiles, que asumen e interiorizan cada decisi¨®n de la brit¨¢nica como si de las sagradas escrituras se tratara, s¨ª que recurri¨® a Didion para glamurizarse, pero parte de las?groupies?literarias lamentaron la inminente invasi¨®n de ediciones retro de?El ¨¢lbum blanco?en est¨¦ticos bodegones de Instagram. No se equivocaban.Las fotos de Didion en un Corvette blanco, tomadas por Julian Wasser para Time en 1968 inspiraron tambi¨¦n la campa?a de C¨¦line de ese a?o. ?Amar a Joan Didion es un trampa?, escribi¨® Molly Fischer sobre este nuevo paradigma en el que la moda parec¨ªa fagocitar para cierto tipo de clienta, poco asentada en los m¨¢rgenes sociales y m¨¢s pendiente del lujo. ?Ella es la respuesta para cierto tipo de persona, y por supuesto, apela a cierto tipo de mujeres que escriben ensayos de camino a los treinta. No es un secreto que ese cierto tipo soy yo?, replicar¨ªa Haley Mlotek en un precioso ensayo en la a?orada The Awl sobre la enorme influencia de la escritora en un segmento espec¨ªfico de mujeres. ?Didion requiere pocas explicaciones a grandes grupos de gente, representa a una clase de consumidoras que tienden a ser j¨®venes, de clase media alta y algo torturadas interiormente?. Un nicho poblacional llamado a fusionarse con la m¨ªstica del jersey negro de cuello de alto de las seguidoras de Phoebe Philo, que por entonces lideraba C¨¦line (con acento).La parodia de todo ese ensimismamiento que cierto tipo de mujeres blancas han tenido con Didion quedar¨ªa reflejado en Ingrid Goes West, una pel¨ªcula que se erigi¨® como s¨¢tira contra la cultura de Instagram. "H¨¢blale de ropa, de comida o de Joan Didion", dice Ingrid (Aubrey Plaza) en un momento de la cinta sobre los temas a tratar con gente aparentemente?cool?en Los ?ngeles, en una cr¨ªtica que buscaba retratar a una?generaci¨®n de millennials blancas adineradas que se mueven en entornos creativos, que recurren a la escritora para construir su propia imagen de marca. Didion, por cierto, es la autora favorita del director de la cinta, Matt Spicer.Reivindicando su faceta como escritora de novelas, Hilton Als, ganador del Pulitzer escribi¨® un precioso ensayo hace unos a?os en The New Yorker en el que destacaba el poder de las mujeres?protagonistas de sus textos de ficci¨®n tempranos como Seg¨²n venga el juego o R¨ªo revuelto:?"Con lo que ninguna hero¨ªna de Didion puede reconciliarse por completo es con la divisi¨®n entre lo que quiere y lo que se supone que debe hacer una mujer: casarse, tener hijos y mantener su matrimonio unido, a pesar de la inevitable infidelidad, a pesar de sus otras esperanzas y sue?os. Las mujeres de Didion tienen una imagen en mente de c¨®mo deber¨ªa ser la vida (lo han visto en las revistas de moda) y esperan que la realidad siga su ejemplo. Pero casi nunca lo hace. En la ficci¨®n de Didion, las narrativas est¨¢ndar de la vida de las mujeres son destrozadas, alteradas y reescritas todo el tiempo". ?Neville Elder (Corbis via Getty Images)