La distop¨ªa del fin del mundo busca su refugio en la moda

La minifalda, los primeros a?os de los dos miles, los colores optimistas¡­ Si antes de la pandemia detectar tendencias reales era complicado, despu¨¦s de demasiados meses de ch¨¢ndal, sudadera y zapatillas se ha convertido una tarea casi imposible. En las colecciones del pasado a?o, las ganas de querer volver a arreglarse se tradujeron en un buen pu?ado de propuestas que priorizaba los vol¨²menes, los brillos e incluso los zapatos de tac¨®n. Ahora, sin embargo, el hast¨ªo y el desconcierto marcan la pauta, haciendo que las ideas est¨¦ticas oscilen entre el optimismo, la iron¨ªa y las prendas festivas y el uniforme para un hipot¨¦tico fin del mundo o un universo dist¨®pico repleto de amenazas latentes. S¨ª, ese uniforme, el que habita en el imaginario colectivo cuando hablamos de mundos arrasados y que se condensa en dos sagas que acaban de estrenarse recientemente, Matrix y Dune.

¡°Eran los 90, todo era monocrom¨¢tico y el mundo era desapacible. Supongo que sin tener en mente crear moda, conect¨¦ de alg¨²n modo inconsciente con aquella ¨¦poca¡±, contaba hace un par de a?os la estilista de Matrix, Kym Barret, a Vulture. En lo albores del siglo XXI, los abrigos largos de cuero, los pantalones multibolsillos y los jerseys de corte minimalista gestaron una peque?a revoluci¨®n est¨¦tica que cal¨® mucho m¨¢s all¨¢ de los fans de la saga. Hoy, que el mundo vuelve a ser desapacible, se percibe el mismo estilo en creadores y firmas tan dispares entre s¨ª como Khait¨¦, Courr¨¨ges, Ottolinger, A Cold Wall y Richard Quinn, que proponen largos abrigos de cuero, looks completamente negros, botas militares, gafas peque?as o prendas oscuras de charol. ¡°Los nuevos estilos surgen a veces de la idea de desaf¨ªo al entorno, y ahora el optimismo no refleja la actualidad. Es algo similar a lo que ocurri¨® cuando naci¨® el punk en los 70¡±, contaba la consultora de tendencias Geraldine Wharry al diario The Guardian.

Hay dos firmas cuya identidad se basa en el uniforme pospocal¨ªptico. La primera, Balenciaga (y su hom¨®logo, Vetements) dejaron hace un par de a?os la iron¨ªa y el colorismo para imbuirse en una est¨¦tica plagada de cuero negro, gafas de tama?o mini, pantalones multibolsillos y una especie de minimalismo oscuro entre lo deportivo y lo futurista. El desfile de Balenciaga para el oto?o de 2020, d¨ªas antes de que se decretara en confinamiento mundial, hablaba expl¨ªcitamente del apocalipsis, con un cielo en llamas y modelos de riguroso luto y tejidos t¨¦cnicos. Un a?o m¨¢s tarde presentaban su colecci¨®n a trav¨¦s de un videojuego con el elocuente t¨ªtulo de ¡®Afterworld: the age of tomorrow¡¯.? Vetements hac¨ªa lo propio en su colecci¨®n de este invierno, presentada en formato lookbook con una especie de incendio como escenario y en la que la ropa protectora (chalecos acolchados, pasamonta?as, cinturones con bolsillos, etc) marcaba la pauta de la propuesta.

La segunda firma, mucho m¨¢s can¨®nica en este aspecto, es por supuesto Rick Owens, que lleva varias d¨¦cadas fiel a un estilo entre lo cyber, lo religioso y lo dist¨®pico, una suerte de Mad Max redefinido en cada colecci¨®n con los patrones deformados y las superposiciones como estandarte, entre muchos otros elementos. Owens es de los pocos dise?adores que siempre ha tenido una fiel legi¨®n de seguidores, m¨¢s que clientes, uniformados de los pies a la cabeza con sus propuestas; una de esas marcas que siempre ha estado ah¨ª, sin grandes titulares efectistas, pero que posee la clientela m¨¢s fiel del panorama. Pero a Owens le ha nacido, desde hace unos meses, un duro competidor, Tik Tok.

En la red social ha empezado a triunfar el hashtag #avantApocalypse, que en poco mas de mes y medio acumula medio mill¨®n de menciones. Bajo este nombre, los tikttokers exhiben v¨ªdeos en los que, como Owens pero en versi¨®n casera, superponen capas de prendas negras para dejar el descubierto zonas poco comunes, como los codos o las caderas, y conseguir un aspecto futurista y desarrapado. La idea vino de una de las influencers de la red, Mandy Lee, que lo define en sus v¨ªdeos como ¡°llevar prendas de la manera equivocada¡± dejando ver zonas deconstru¨ªdas o rotas o incluso utilizando partes de arriba como partes de abajo y viceversa. Como explican en la web Refinery 29, se trata de una est¨¦tica ¡°completamente sostenible, porque los usuarios deconstruyen o actualizan prendas usadas que de otro modo terminar¨ªan tirando¡±. Por lo pronto, y seg¨²n apunta la web de b¨²squedas de moda Lyst, las menciones a abrigos largos de cuero, al estilo Trinity, en buscadores, han subido un 32% en el ¨²ltimo mes y las de pantalones cargo un 25%. El estampado de camuflaje, presente en las colecciones de primavera de Boss, Michael Kors o Dolce & Gabbana, entre otros, ha crecido en b¨²squedas un 50%.

La gran macrotendencia de la temporada, es decir, la nostalgia por los primeros a?os del siglo, momento en el que rein¨® brevemente el estilo cyberpunk, el furor juvenil por las prendas de archivo y, por supuesto, la respuesta est¨¦tica del momento actual han terminado por dar forma a una temporada en la que la vuelta a la rutina de arreglarse tiene m¨¢s de actitud g¨®tica que de expl¨ªcitamente festiva, m¨¢s de retrofuturista que de optimista.