La nueva edad de oro: c¨®mo los consumidores volvieron a su inversi¨®n segura
El actual clima de incertidumbre econ¨®mica es otra excusa que da alas a una tendencia que viene pegando muy fuerte. Valor refugio donde los haya, el oro est¨¢ de nuevo en el punto de mira de los compradores.
Oro parece y, en efecto, lo es a pesar del aspecto extravagante, chill¨®n y hasta vulgar de las piezas joyeras que hacen alarde de ¨¦l esta temporada. La joyer¨ªa brutal es la nueva bisuter¨ªa fina, podr¨ªa aventurarse a la vista de tanta cadena tosca amarilla, tanto brazalete de dorada pesadez, tanto anillo descomunal con el brillo de 100 soles que, sobre todo, hace las delicias de quienes se acercan a la creaci¨®n orfebre por primera vez y que, de alguna manera, han contagiado a sus usuarios m¨¢s habituales. Tras varias temporadas relegado al ostracismo de la discreci¨®n en favor de las piedras preciosas, el metal noble por excelencia vuelve puesto al d¨ªa en olor de multitudes centenial y esa inevitable nostalgia Y2K, que tambi¨¦n vive de los collares de eslabones kilom¨¦tricos enrollados a la cintura de Christina Aguilera, las pulseras en formaci¨®n mu?eca adelante de Paris Hilton, las ristras de colgantes de Lindsay Lohan o los aros en escala a la oreja de Beyonc¨¦ cuando comandaba Destiny¡¯s Child (todo de supuesto alcance mucho m¨¢s sostenible que las fantas¨ªas de pl¨¢stico, resina y esmalte de la ¨¦poca, adem¨¢s). Un repaso r¨¢pido a los accesorios que acompa?an las colecciones del actual oto?o-invierno dar¨¢ fe de semejante oleada de 24 quilates: los pulserones y brazaletes XXL de Balmain, Loewe, Halpern, Herm¨¨s y Louis Vuitton; las gargantillas de Versace, Patou y Stella McCartney; los pendientes sobresalientes de Proenza Schouler, Vivienne Westwood y Schiaparelli; los candados colgantes de Fendi y Chlo¨¦; la mara?a de cadenas de Chanel y Marine Serre; cualquiera de los artefactos surrealistas imaginados por Jeremy Scott en Moschino. Todos como locos a por el oro.
¡°Se trata de dise?os muy llamativos, particularmente ¨²nicos y capaces de transformar por completo un look¡±, confirma Tanika Wisdom, encargada de joyer¨ªa para la tienda de moda online Matchesfachion.com, que data el comienzo de esta nueva fiebre del oro el pasado verano. ¡°La gente se siente cada vez m¨¢s c¨®moda adquiriendo joyas por internet, en especial anillos de c¨®ctel y cadenas de estilo maximalista que evidencian las ganas de expresarse sin complejos¡±, contin¨²a la compradora. La imagen viral de Rihanna exhibiendo un enorme crucifijo dorado vintage de Christian Lacroix y un surtido de cadenas Chanel sobre su embarazad¨ªsimo vientre desnudo, durante la Semana de la Moda parisina de febrero, tendr¨ªa bastante que ver con el regreso del descaro bling. ¡°Despu¨¦s de este par de a?os, este renovado gusto por lo ostentoso significa la voluntad de destacar entre la multitud, con piezas que expresan tu identidad¡±, concede Marisa Horden, directora creativa y ejecutiva de Missoma, la popular firma joyera brit¨¢nica de gama media que este verano lanzaba una dorada c¨¢psula de g¨¦nero fluido en colaboraci¨®n con el joven dise?ador Harris Reed (nueva propiedad caliente del negocio con su reciente fichaje por Nina Ricci), inspirada en el estilo flapper de los a?os veinte, y acaba de renovar compromiso con otra colecci¨®n junto a la influencer Lucy Williams a mayor gloria de los colgantes de monedas de oro romanas y los pendientes de aro retro.
Aunque quiz¨¢ la mejor prueba de esta nueva gilded age sea la l¨ªnea con la que Prada acaba de estrenarse en las lides de la alta joyer¨ªa. Eternal Gold se titula el debut de la firma italiana, y su nombre no es en vano: se trata de un elogio a la larga historia del oro como metal proverbialmente reciclable. Del deslumbrante hype tambi¨¦n participa el bolso-joya presentado por Coperni esta ¨²ltima semana del pr¨ºt¨¤-porter parisi¨¦n consagrada a la primavera-verano que viene: una versi¨®n en oro de 18 quilates del escultural modelo Swipe que la marca francesa lanz¨® en 2019 y que se ha convertido en su santo y se?a (tanto que representa el 40% de las ventas). Concebido de forma ef¨ªmera para la pasarela, su destino es volver al crisol para su fundici¨®n y posterior reventa al proveedor italiano del metal. Solo resurgir¨¢ por petici¨®n expresa (alguna celebridad caer¨¢, esperan sus creadores), al m¨®dico precio de 10.000 euros. Qui¨¦n dijo superinflaci¨®n.
El actual clima de incertidumbre econ¨®mica, claro, es otra excusa que da alas a la tendencia. Valor refugio donde los haya, el oro est¨¢ de nuevo en el punto de mira de los consumidores como inversi¨®n segura. Diana Widmaier Picasso, hija de Maya Ruiz Picasso y nieta de Pablo Picasso, lanz¨® su firma orfebre, Men¨¥, con tal premisa en 2017. ¡°Siempre me ha atra¨ªdo la joyer¨ªa, igual que a mi abuelo, en parte por mi formaci¨®n como historiadora del arte. Por eso cuando conoc¨ª a Roy Sebag, fundador del Gold Money Bank (entidad para activos en oro), se me ocurri¨® crear una colecci¨®n realizada en la forma m¨¢s pura del metal, de 24 quilates, que respondiera a la demanda con transparencia, tambi¨¦n en su precio¡±, cuenta a S Moda. Con Sunjoo Moon en calidad de directora creativa, las piezas de cada colecci¨®n, estudios del movimiento y el volumen de modernas l¨ªneas funcionales, se tasan de acuerdo al valor del metal establecido diariamente. ¡°La intenci¨®n es que las piezas puedan pasar de generaci¨®n en generaci¨®n por su atemporalidad¡±, explica la historiadora. ¡°Pero si alguien se cansa, puede devolvernos las suyas para ser transformadas en unas nuevas¡±
De momento, la fiebre del oro joyera tiene garantizado el subid¨®n hasta la temporada que viene, prolongada por el despliegue quincallero de Marine Serre, en otra de sus vueltas de tuerca al objet trouv¨¦ orfebre que definiera en la d¨¦cada de los ochenta Judy Blame, o las extravagancias de Alexis Bittar. Aunque, en honor a los tiempos extra?os que corren, hay que prepararse para una inyecci¨®n extra de surrealismo, aplicada en materiales tan poco ortodoxos para el sector como las lentejuelas (esos descomunales aros de estilo disco de Tom Ford) o los pol¨ªmeros de la impresi¨®n 3D (v¨¦anse los maxibrazaletes trasl¨²cidos de LaQuan Smith). Cuando falta el material noble es el poder de la marca y el dise?o la veta que se explota.
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