Leandro Cano, alta moda de pueblo
El dise?ador emplea a mujeres jienenses en su proyecto de sostenibilidad social.
Esta historia empieza en Ventas del Carrizal, un peque?o pueblo de la sierra de Ja¨¦n. Desde all¨ª, en 2012, Leandro Cano Luque decide crear su marca, una ense?a que ha llegado hasta Nueva York, Berl¨ªn o Mosc¨² y cuyos dise?os han comprado divas de la talla de Katy Perry o Lady Gaga. Pero Leandro no est¨¢ solo. Su mundo y su universo est¨¢ pensado por y para las mujeres, y ¨¦l les reconoce a ellas una deuda impagable.
Los cuatro pilares de su vida son femeninos: su abuela Carmen (fallecida en 2014), su hermana Priscila, su madre Mar¨ªa Victoria y su sobrina. El dise?ador no entender¨ªa su trayectoria personal y profesional sin la influencia ejercida por este matriarcado: ?Las mujeres son las que me han dado y me han salvado la vida?, afirma. Leandro creci¨® en un pueblo peque?o de costumbres tradicionales siendo ?el ni?o gordo y marica?, comenta. Y a?ade: ?Yo he sufrido, como muchos otros, bullying en el colegio: me rodaban por las escaleras, me pegaban en el recreo¡ Y era mi hermana la que se peleaba por m¨ª como ser poderoso que es. Mi abuela y mi madre igual¡ siempre ellas?. Pero lejos de adoptar un discurso victimista, Cano acepta su destino: ?Yo soy quien soy gracias a todo eso?.
De peque?o, el creador, que se define como un mal estudiante, jugaba a construir castillos de papel y caba?as en los olivos. Tambi¨¦n le encantaba estar en casa de su abuela, jugando con las mu?equitas recortables que su madre le regalaba a escondidas. Leandro se form¨® en dise?o gr¨¢fico, fotograf¨ªa y, m¨¢s tarde, en moda. Mont¨® su marca directamente, algo que ahora no volver¨ªa a hacer: ?Ahora, con lo que s¨¦, har¨ªa las cosas de otra forma: coger¨ªa primero experiencia en otra firma. He perdido mucho tiempo, mucho dinero e ilusi¨®n por este camino?, cuenta.
Apuesta por la sostenibilidad en sus materiales, en los tejidos, en el reciclaje de prenda a prenda¡ pero, sobre todo, invierte en lo que ¨¦l llama ?sostenibilidad social?. Para ello ha creado una asociaci¨®n en su pueblo natal formada ¨ªntegramente por mujeres, todas ellas entre los 60 y los 90 a?os. Ellas son las manos de Cano en sus vestidos. Son sus artesanas de la moda: tejen, bordan, cosen, sugieren cambios en el patr¨®n, ayudan a mejorar la pieza¡ y quieren seguir trabajando, traspasando su conocimiento y sinti¨¦ndose valoradas. Se r¨ªen, charlan y se divierten mientras elaboran las piezas todas juntas alrededor de una mesa camilla. Son las mismas que le vieron nacer, crecer y que le criaron junto a su familia. ?Nuestro Leandrillo no ha cambiado nada, afortunadamente?, se?ala una de ellas. Y recuerdan, entre punto y punto, a su abuela Carmen: ??C¨®mo hubiera disfrutado si hubiera visto esto, Leandro!?, se?ala otra. Y ¨¦l sabe por qu¨¦ lo hace: ?A mi manera, les estoy tratando de devolver lo que ellas me han dado, que ha sido mucho?.
El jienense tiene un sistema de funcionamiento particular a la hora de crear: ?Nosotros dise?amos una colecci¨®n art¨ªstica al a?o, de la que declinamos varias l¨ªneas comerciales. Nuestro tama?o nos permite poder hacer esto?, apunta Cano. Esta fue una decisi¨®n meditada, profunda. ?Pensar en una colecci¨®n cada seis meses con inspiraciones diferentes era muy estresante. Para m¨ª, que cada cosa que hago sale muy de dentro¡ Nunca terminaba de disfrutarlas. Estirar a tope lo que hago me hace descubrir finalmente que puedo seguir avanzando. Lo veo todo con m¨¢s claridad. Ya no es esa amalgama del principio, sino que le ves todo el cuerpo, todos los tent¨¢culos?, comenta. Esa colecci¨®n matriz da igual cuando se presente, no sigue el calendario convencional. ?Nosotros no somos una marca al uso. Respetamos las citas comerciales del a?o, de septiembre y de marzo, para ventas y ferias, pero el resto lo planteamos desde el dise?o y tambi¨¦n desde nuestra capacidad de producci¨®n con la asociaci¨®n?. Leandro se considera claramente fuera de la tendencia: ?Como creador, me siento en la necesidad y en la obligaci¨®n de hacerla; no de sumarme a ella. No me parece ¨¦tico. Cuando una clienta viene a Leandro Cano, debo mostrarle ideas, patrones, propuestas nuevas. Investigar, pensar¡ Si quiere seguir una corriente que ya ha visto, ya tiene la fast fashion. La moda de autor debe ser otra cosa muy distinta. Es para sentirse especial, para sorprender por su calidad¡ Incluso en algunas ocasiones he tenido clientas que me han pedido piezas de otras temporadas porque son propuestas ajenas a ¡®lo que se lleva¡¯ y simplemente les gustan. Yo guardo todos los prototipos por lo que puedo reproducir cualquiera de mis piezas. Si tengo a¨²n el tejido con el que se hicieron, hasta puedo confeccionarlas de forma exacta y, si no, se ofrecen alternativas que encajen con la marca y con el patr¨®n, porque el trabajo intelectual sigue funcionando a?os despu¨¦s precisamente por eso, porque no somos flor de un d¨ªa?.
La marca cuenta con tres pilares: Leandro, que se encarga de la parte creativa, de la imagen y las relaciones p¨²blicas; Ana Maga?a, responsable del ¨¢rea internacional y de editar las colecciones y Rafael Bonilla, encargado de los n¨²meros. Su principal cliente, admiten, no es el espa?ol: ?Nuestro trabajo y calidad se aprecian mucho m¨¢s en el extranjero. El precio de nuestras prendas es una barrera muchas veces en nuestro pa¨ªs, pero internacionalmente nos han llegado incluso a decir que les parece barato porque casi todo est¨¢ hecho a mano?.
El jienense realiza tambi¨¦n colaboraciones para otras marcas y proyectos ¨Cahora acaba de dise?ar el vestuario de la obra teatral Los cuerpos perdidos¨C y trajes de novia y eventos especiales. 2019 se presenta lleno de retos: por un lado, seguir afianzando la marca fuera de nuestras fronteras. Por otro, proyectar nuevos ejes de negocio a trav¨¦s de productos m¨¢s asequibles para la compradora fiel. Y por pedir, un sue?o personal por cumplir: vestir a la reina de Inglaterra.
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