Mark Zuckerberg se viste de Balenciaga sin quitarse la sudadera: las marcas de lujo que vestir¨¢n a los avatares de Facebook e Instagram

Mark Zuckerberg se ha quitado, por fin, el uniforme de magnate de Silicon Valley (sudadera, vaqueros y zapatillas). Durante una retransmisi¨®n en directo el pasado viernes, el due?o de Meta anunciaba junto a Eva Chen, directora de contenidos y colaboraciones de moda de la plataforma, que a partir de una semana, los avatares de los usuarios de Facebook, Instagram y Messenger podr¨¢n vestir a la moda; concretamente de Prada, Balenciaga y Thom Browne.

¡°Esto es lo m¨¢s cerca que estar¨¦ nunca de un desfile¡±, bromeaba el empresario mientras Chen mostraba a la c¨¢mara el avatar de Zuckerberg llevando algunos de los atuendos m¨¢s virales y reconocibles de los ¨²ltimos a?os: el uniforme de motero de Balenciaga, las sudaderas de nylon de Prada Linea Rossa o el traje ajustado y corto de Thom Browne. Aunque a¨²n no se ha desvelado el precio (se espera que no supere los diez d¨®lares), las prendas digitales podr¨¢n comprarse a partir de la semana que viene en el marketplace de Meta, y Chen espera que ¡°se unan m¨¢s firmas en los pr¨®ximos meses¡±.

Desde que Zuckerberg anunciara oficialmente la creaci¨®n de Meta el pasado oto?o, una web 3.0 centrada en la interacci¨®n del usuario-avatar con el entorno digital, la moda ha estado en el punto de mira comercial. De hecho, horas despu¨¦s del anuncio, la cuenta corporativa de Meta le preguntaba a Balenciaga v¨ªa Twitter c¨®mo deber¨ªan vestirse en esta nueva realidad paralela. No era una menci¨®n casual: la marca comandada por Demna Gvasalia lleva un par de a?os borrando los l¨ªmites entre el anal¨®gico y el digital con filtros, avatares y hasta videojuegos con los que mostrar en primicia y de forma interactiva sus colecciones.

La reconversi¨®n de Facebook en Meta ha hecho que durante este a?o la industria de la moda invierta cantidades ingentes en el denominado metaverso. No hay marca que no haya instalado tiendas o realizado eventos en plataformas de realidad simulada como Roblox o Decentraland. Esta ¨²ltima, por ejemplo, acogi¨® el pasado marzo una semana de la moda experimental en la que desfilaron, entre otras, Etro o Dolce & Gabbana y en la que los avatares pod¨ªan vestirse para la ocasi¨®n comprando atuendos con criptomononedas. Se estima que el negocio de la moda en el metaverso supone, seg¨²n Morgan Stanley, una oportunidad de negocio de 50.000 millones de euros.

Sin embargo, hasta ahora la moda digital ha discurrido por distintos nichos de mercado: por un lado, las firmas de lujo han creado sus propios NFT¡¯s, es decir, prendas u obras de arte exclusivas y no reproducibles a precios desorbitados y orientadas a la inversi¨®n y la revalorizaci¨®n a medio plazo (la din¨¢mica es similar a la de una obra de arte); por el otro, se ha enfocado en el negocio de los skins, prendas digitales para customizar avatares en videojuegos como Fortnite o Animal Crossing. El hecho de poder adquirir prendas digitales en las redes sociales m¨¢s populares (Facebook e Instagram suman entre s¨ª m¨¢s de 3.000 millones de usuarios) cambia completamente las reglas y acerca este mercado a un p¨²blico hasta ahora reticente al uso de criptomonedas o realidades simuladas.

La noticia de la inclusi¨®n de la moda en Meta coincide, de hecho, con la decisi¨®n del grupo Kering (due?o de Gucci, Balenciaga o Saint Laurent, entre otras) de empezar a admitir el pago con criptomonedas en algunos de sus productos (digitales o no). ¡°El lujo tiene un importante papel aqu¨ª. Tenemos una oportunidad real de crear productos que nos permitan expresarnos de formas pioneras¡±, declaraba Gr¨¦gory Boutt¨¦, director del ¨¢rea digital del grupo, durante una conferencia de prensa esta semana. Parece que, tras meses especulando con la posible integraci¨®n del armario virtual en nuestras vidas, ya se est¨¢n dando pasos para que esta idea efectivamente ocurra a medio plazo.