Nicola Brognano: el desconocido art¨ªfice del milagro Blumarine

El de Nicola Brognano fue un nombramiento silencioso. No solo porque el joven dise?ador era un desconocido para el gran p¨²blico (ven¨ªa de trabajar a las ¨®rdenes de Giambattista Valli y de ganar el premio Who¡¯s On Next con su marca hom¨®nima) ni porque la marca de la que se iba a hacer cargo, Blumarine, llevaba una d¨¦cada casi en el olvido, enterrada por la est¨¦tica minimalista y discreta de los ¨²ltimos a?os; tambi¨¦n, y sobre todo, porque dicho nombramiento se produjo d¨ªas antes de que se decretara el confinamiento, y el dise?ador tuvo que esperar hasta el a?o siguiente para estrenarse sobre una pasarela. Pero le bastaron un par de colecciones para estar en boca de todo el mundo. La clave habr¨ªa que buscarla en una est¨¦tica y unas referencias que llegaron en el momento oportuno.

Su primera colecci¨®n sobre una pasarela se la dedicaba a Britney Spears. Como buen hijo de los primeros a?os de los noventa, Brognano fue uno de esos adolescentes que idolatr¨® a las celebridades del cambio de siglo: Paris Hilton, Lindsay Lohan o la propia Spears con aquellos brillantes y ajustad¨ªsimos vestidos, muchos de ellos firmados precisamente por Blumarine. ¡°Adem¨¢s soy de Calabria, y en el sur esa est¨¦tica sexy y rom¨¢ntica a¨²n hoy sigue funcionando. Crec¨ª viendo revistas en el taller de confecci¨®n de mi madre, y en esos a?os la marca era famosa por las campa?as de Carla Bruni o Eva Herzigova con aquellas piezas atrevidas y poderosas¡±, comenta v¨ªa Zoom refiri¨¦ndose a las ic¨®nicas fotograf¨ªas que la firma le encargaba a Helmut Newton o Ellen von Unwerth.

Herzigova, de hecho, cerr¨® su ¨²ltimo desfile, como si literalmente no hubiera pasado el tiempo. Porque si hay algo que define su trabajo (y su ¨¦xito) al frente de la casa italiana es, precisamente, su buen uso de la nostalgia. ¡°Puede ser una herramienta innovadora y, al mismo tiempo, lograr que la gente se sienta identificada con lo que ve¡±, afirma. Incluso para aquellos que no la vivieron; a la generaci¨®n Z no le hace falta haber presenciado de primera mano los tiempos en que Mariah Carey se pon¨ªa un microtop en forma de mariposa para sentirse identificado con la est¨¦tica Y2K de los primeros a?os dos mil. ¡°Ellos no vivieron la ¨¦poca en la que la moda era algo sexy y divertida, para ellos es algo nuevo. Adem¨¢s, creo que es el momento adecuado. Ahora muchas mujeres, de cualquier edad, quieren usar la moda como algo poderoso¡±, comenta. Cuando a¨²n el mundo hablaba de vestir igual en casa que en la calle y antes de que las tiendas se inundaran con pantalones cargo, tiros bajos, microtops, cinturones dorados y abrigos rosas, Brognano ya se hab¨ªa atrevido a debutar con la propuesta. ¡°Muchos elementos, la rosa, la mariposa (ambos emblemas de la firma), los abrigos con cuellos de pelo¡­ estaban en el archivo, pero no quer¨ªa hacer algo vintage, quer¨ªa una nueva aproximaci¨®n, porque los conceptos de poder o de sensualidad han cambiado¡±, explica. Para lograrlo, llam¨® a Lotta Volkova, la estilista que orquest¨® parte del ¨¦xito de Demna Gvasalia y que mejor sabe capitalizar la irreverencia que demandan las nuevas generaciones (basta con ver su trabajo en Miu Miu) y decidi¨® rodearse de una nueva generaci¨®n de mujeres fot¨®grafas, como Harley Weir o Petra Collins, que apartaran esta moda sexy de la hist¨®rica mirada masculina.

Lo dem¨¢s lleg¨® de forma org¨¢nica en tiempo r¨¦cord. ¡°Los looks de Euphoria pertenecen al archivo y tienen m¨¢s o menos 20 a?os; yo me encargu¨¦ de seleccionarlos¡±, explica. ¡°Esa es la prueba de que la nostalgia funciona entre los j¨®venes. Porque salir en la serie nos hizo ganar una visibilidad incre¨ªble¡±. Que supieron rentabilizar: los jers¨¦is cortos que luce el personaje de Maddie han vuelto a ser reeditados y Chloe Cherry, la actriz que interpreta a Faye, particip¨® en su ¨²ltimo desfile. Despu¨¦s llegaron las nuevas musas del Y2K.

Donde hace 20 a?os estuvieron Spears, Carey, Aguilera o Lohan, ahora est¨¢n Dua Lipa, Bad Gyal, las Jenner o las Hadid, copando titulares con estilo nost¨¢lgico, proporcionado en buena medida por Blumarine. ¡°Lo visten de forma desinteresada, y son ellas las que hace que la marca llegue a la gente; al final esta es una firma hist¨®ricamente ligada a lo pop, pero luego hay que vender¡±, dice Brognano. Y ese es, quiz¨¢, el quid de la cuesti¨®n.

En el ¨²ltimo a?o, Vinted o Depop, las dos plataformas predilectas para la moda de segunda mano, se han llenado de prendas de la marca. En TikTok se multiplican los v¨ªdeos-tutoriales inspirados en sus colecciones, ¡°pero somos una marca mediana en crecimiento, no podemos llegar a todas partes¡±, comenta Brognano. Las tiendas de fast fashion replican su est¨¦tica y la convierten en viral y Blumarine se queda a medio camino. De ah¨ª que en su ¨²ltima colecci¨®n el dise?ador haya decidido darle prioridad al logo, ¡°y tratar de evolucionar a otros estilos sin perder la esencia. Lo bueno de este momento es que las clientas, especialmente las interesadas de forma genuina por la moda y por las posibilidades que ofrece, quieren representar distintos roles con la ropa. No hay un uniforme ¨²nico y eso hay que aprovecharlo al m¨¢ximo¡±.

Estilismo: Paula Delgado