?Qui¨¦n quieres ser?
Contaba Alexandra Shulman, la directora de Vogue UK desde 1992 hasta 2017, que una vez, al presentarse, su interlocutor le dijo: ¡°Qu¨¦ curioso, no pareces una directora de Vogue¡±. En el imaginario de la moda y las revistas una directora lleva gafas de sol en interiores, collares de piedras preciosas de 20.000 libras, y melena bob siempre igual peinada, como Anna Wintour. O la mata de pelo desbocada y el total look negro de Carla Sozzani. El chic franc¨¦s rock and roll de Carine Roitfeld, con tacones fin¨ªsimos y faldas tubo, y esa melena perfectamente despeinada que despu¨¦s tambi¨¦n ser¨ªa se?a de Emmanuelle Alt. Lo que en estas revistas se conoce como el signature look, es decir, el atuendo firma, no correspond¨ªa quiz¨¢ con la apariencia com¨²n de Alexandra Shulman. Lo que s¨ª encajaba con su papel, sin embargo, era la altivez de la que a menudo se ha acusado a estas mogules. De hecho, a la interpelaci¨®n de que no parec¨ªa una directora de Vogue, respondi¨®: ¡°Es extra?o porque eso es justo lo que soy, as¨ª que esto es a lo que se parece exactamente una directora de Vogue¡±.
Que el atuendo sirve para construir nuestra personalidad es indiscutible. La elecci¨®n que cada ma?ana componemos, aunque sea la inacci¨®n, manda un mensaje al mundo y ayuda tambi¨¦n a que podamos controlar lo que proyectamos. Pero m¨¢s all¨¢ de esta parte funcional, la moda es una puesta en escena que permite jugar y divertirse, crear distintas personalidades, escondernos o mostrarnos, pasar desapercibidas o llamar la atenci¨®n. Por eso es una parte fundamental de la construcci¨®n de personajes. En una era en la que la ficci¨®n y el entretenimiento empapan cada mil¨ªmetro del suelo que pisamos y del imaginario que manejamos, hemos dedicado este n¨²mero a investigar sobre la relaci¨®n del espect¨¢culo y la moda.
Con una misteriosa portada protagonizada por la m¨¢s misteriosa de las modelos, Edita Vilkeviciute, descubrimos que ser an¨®nima y camale¨®nica es el contrapunto a ser una it-model, y todo un valor en la industria. No estar significada con nada equivale a ser perfecta para todo. Hablamos sobre las series y pel¨ªculas donde las marcas de moda tienen un papel protagonista, en ocasiones hasta en el t¨ªtulo. Visitamos la empresa de Algete, con m¨¢s de 250 trabajadores, donde confeccionan, compran y restauran vestuario para transformar en lo que se desee a actores de series y pel¨ªculas, desde los Bridgerton hasta Troya, de la que guardan las armaduras (excepto las de Brad Pitt y Orlando Bloom, pues se las quedaron ellos). La entrevista al dise?ador Olivier Rousteing, que explica el homenaje que brind¨® a Jean-Paul Gaultier en su colaboraci¨®n para la colecci¨®n de alta costura del maestro, es reveladora: ?c¨®mo se captura el esp¨ªritu irreverente pero comercial; pop pero intelectual; mainstream pero activista? Pues agitado, no mezclado. Proponiendo un desfile espect¨¢culo en el que los aplausos, las ovaciones y las sorpresas acompa?aban a una colecci¨®n festiva y literal.
Contamos con otras expertas en el disfraz: la cantante Sharleen Spiteri, que no ha cambiado su apariencia nunca construyendo una armadura inconfundible que provoca tararear I Don¡¯t Want a Lover seg¨²n ves su foto. Tambi¨¦n entrevistamos a Aura Garrido, experta en mimetizarse con papeles que exigen de ella ser una dama medieval o una mujer contempor¨¢nea.
En un momento en que hablamos constantemente sobre la identidad, el poder de la moda para transformarnos en lo que queremos ser, para divertir, entretener y disfrutar es un peque?o oasis al que quer¨ªamos invitaros.
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