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Rania de Jordania celebra aniversario de bodas: 30 a?os de intrigas, ¡®soft power¡¯ y ¡®looks¡¯ impresionantes La mujer que compiti¨® con Noor por el protagonismo dentro de la casa real hachemita redefini¨® el 'power dressing' dentro de todas las casas reales, tambi¨¦n las europeas. Cuando se cas¨® con el rey Abdal¨¢ de Jordania tal d¨ªa como hoy hace treinta a?os, ella era solo Rania Al-Yassin, una joven de 23 a?os nacida en Kuwait, aunque con ra¨ªces palestinas, licenciada en Administraci¨®n de Empresas por la Universidad Americana de El Cairo y empleada de la compa?¨ªa californiana Apple en su sede jordana. Como ella misma ha contado en varias ocasiones, se conocieron en 1993 durante una cena cuando ¨¦l todav¨ªa era solamente el heredero al trono? y la conexi¨®n fue inmediata. Un a?o despu¨¦s se casaban.
Ella fue vestida con un espectacular y voluminoso dise?o del modisto brit¨¢nico Bruce Oldfield, el mismo que ha creado el vestido de Camilla Parker Bowles para la coronaci¨®n y el de Lady Diana para su boda. Rania rompi¨® la tradici¨®n de ponerse una tiara: con ese gesto quiso honrar sus or¨ªgenes plebeyos y sus ra¨ªces palestinas, detalle que fue muy comentado en su d¨ªa y que fue el pistoletazo de salida para una forma de estar en p¨²blico en la que sin duda, los detalles de vestuario se convertir¨ªan en un mensaje m¨¢s. RABIH MOGHRABI (AFP via Getty Images) Rania no tard¨® mucho tiempo en convertirse en la representante de un nuevo aire en la casa real hachemita: a pesar de que su predecesora, la norteamericana Lisa Halaby, conocida tras su matrimonio con Hussein -padre del Abdal¨¢- como Noor , ya hab¨ªa supuesto un soplo modernizador para una corte que a lo largo del siglo XX tendi¨® puentes con el mundo y la cultura occidentales, ella signific¨® una vuelta de tuerca. Rania no era, como fue Noor, una americana convertida al islam que reivindicaba los s¨ªmbolos del mundo ¨¢rabe (Noor consigui¨® hacer del caft¨¢n su se?a de identidad inequ¨ªvoca) sino, de alguna forma, lo contrario. Rania era una mujer ¨¢rabe que aceptaba en lo formal e incluso lo diplom¨¢tico los valores de Occidente y para expresarlo adapt¨® su fondo de armario a las tendencias dictadas por el mundo occidental y lo llen¨® de las firmas de los mejores dise?adores europeos y estadounidenses. Dimitrios Kambouris (WireImage) Con la determinaci¨®n de llevar el soft power de la Casa Real hachemita a otro nivel empez¨® a hacer acto de presencia en ceremonias ben¨¦ficas y grandes galas filantr¨®picas en Estados Unidos y comenz¨® a hacer gala de un estilo propio muy definido. El rumor ya estaba ah¨ª: Rania quer¨ªa convertirse en la Jackie del siglo XXI y a la vez en la nueva gran embajadora del mundo ¨¢rabe. En esta imagen, tomada por el legendario Ron Galella, podemos verla en una gala en el neoyorquino hotel Waldorf Astoria en 2003. Ron Galella (Ron Galella Collection via Getty) El primer episodio que supuso la absoluta confirmaci¨®n de la reina Rania como icono de estilo global se produjo sobre suelo espa?ol en 2006. Fue cuando apareci¨® en la boda de Letizia Ortiz y el entonces todav¨ªa Pr¨ªncipe de Asturias con una indumentaria que desafiaba todos los c¨®digos de un enlace real y a¨²n as¨ª funcionaba. Aquella falda con encajes de Givenchy combinada con una sencilla camisa blanca de seda fascin¨® a los cr¨ªticos de moda de todo el mundo y qued¨® grabada para siempre en las retinas del gran p¨²blico. Getty Images (Getty Images) A pesar de que el mundo la ha conocido como la reina Rania casi desde el momento en el que salt¨® a la esfera p¨²blica, no fue efectivamente reina hasta que su marido subi¨® al trono en 1999, cuando el rey Hussein falleci¨®. La corte jordana se ha caracterizado siempre por la gran cantidad de facciones que existen en su interior y las intrigas que alimentan cada una de ellas. La reina Noor nunca disimul¨® su abierta competici¨®n por la atenci¨®n p¨²blica con Rania y la tensi¨®n que exist¨ªa dentro de la familia, puesto que durante a?os no se supo si el trono lo heredar¨ªa el hijo de Noor o quien finalmente ha sido rey, el esposo de Rania. Rania, sin embargo, desde muy pronto puso en marcha una fren¨¦tica agenda de actos diplom¨¢ticos y contactos internacionales que la posicionaron como la indiscutible sucesora de Noor. En la imagen, con la princesa Iman en Tokio, en 2006. STRINGER (AFP via Getty Images) Rania se convirti¨® en la primera royal del mundo ¨¢rabe en acudir al evento anual m¨¢s importante de la industria de la moda, la gala del MET, hecho que solamente afianz¨® su reputaci¨®n de fiel seguidora de las tendencias. Sobre estas l¨ªneas en la gala de 2007, en la que se rindi¨® homenaje al costurero Poiret. Ella acudi¨® con un vestido azul de corte imperio dise?ado por Valentino. Evan Agostini (Getty Images) A diferencia de la reina Noor, Rania raramente acude a un acto en Occidente vestida con ropa de inspiraci¨®n ¨¢rabe o persa: m¨¢s bien al contrario, ha hecho de su predilecci¨®n por las grandes casas de costura una de sus se?as de identidad. Tambi¨¦n lo son las siluetas que dejan ver su estilizad¨ªsima figura y su uso constante de cinturones como este gris que visti¨® en 2007 para acudir a la gala de la revista Time. Mat Szwajkos (Getty Images) Y a pesar de su flu¨ªda relaci¨®n con el mundo del lujo y las pasarelas m¨¢s sofisticadas, Rania, como mujer con formaci¨®n superior y experiencia profesional civil, nunca ha querido renunciar a mostrar momentos de normalidad, en los que ha defendido la prenda sport por excelencia, los pantalones vaqueros. En esta imagen la vemos en 2007 de compras por Par¨ªs. Marc Piasecki (Getty Images) Como le ha ocurrido a la reina Letizia, Rania ha encontrado en los grandes acontecimientos que re¨²nen a las familias reales, la ocasi¨®n perfecta para desplegar su exquisito sentido del estilo. En 2010, el vestido morado de Armani Priv¨¦ que luci¨® en la boda de Victoria de Suecia cautiv¨® a todo el mundo, inclu¨ªdo al rey Constantino de Grecia, en esta foto, con ella. Pascal Le Segretain (Getty Images) Rania siempre ha hecho un uso discret¨ªsimo de las joyas y han sido muy raras las ocasiones en las que se ha dejado ver con una tiara o cualquier adorno que la sit¨²e en el territorio semi¨®tico de las viejas coronas europeas. En este enlace luci¨® una tiara-lazo de diamantes que pr¨¢cticamente se mimetizaba con su recogido. Pascal Le Segretain (Getty Images) Rania ha adaptado para las casas reales del siglo XXI el significado del power dressing.?No solo las CEOs de las grandes compa?¨ªas hacen networking:?las reinas tambi¨¦n son representantes de los intereses de sus pa¨ªses y por eso su estilo est¨¢ a medio camino entre la pompa y los negocios. Aqu¨ª podemos verla en la cena que organiza todos los a?os?Global Leadership Dinner en el restaurante Cipriani. Esta fue la edici¨®n de 2014. Mike Pont (FilmMagic) El estilo de Rania representa a la perfecci¨®n el esp¨ªritu de las mujeres que no proceden de un ambiente aristocr¨¢tico, por lo que conocen el pulso de la calle, pero ocupan un puesto preminente dentro de la realeza, por lo que saben de los requerimientos solemnes de su posici¨®n. Quiz¨¢ por eso Letizia Ortiz sea una de sus grandes imitadoras (y viceversa). En la visita que la reina jordana realiz¨® a Espa?a en 2015 ambas generaron mucha expectaci¨®n por sus estilismos: nada pod¨ªa competir con la espectacular pero a vez discret¨ªsima falda de tablas de Proenza Schouler que la reina de Jordania se puso para visitar el Centro Molecular Severo Ochoa. Fotonoticias (WireImage) En 2016, Rania recorri¨® la misma alfombra roja en la que reinaron Nicole Kidman, Gigi Hadid, Emma Waston o Beyonc¨¦, la de la Gala MET, y en la que el tema fue?¡°Manus X Machina: Fashion in the Age of Technology¡±. Ella acudi¨® con un espectacular vestido de tul y plumas que envolv¨ªa su cuerpo de una forma elegante pero a la vez teatral dise?ado para ella por el que entonces acababa de empezar a ser director creativo de Valentino, el italiano Pier Paolo Piccioli. Dimitrios Kambouris (Getty Images) Y a pesar de que su fuerte sean las galas y los momentos de brillo y glamour, Rania ha a?adido de forma medida inteligente momentos de sobriedad para sus visitas a campos de refugiados, como esta en la que realiz¨® en 2017 a Ukhia, en Bangladesh, como una de las embajadoras globales de ACNUR, en la que recog¨ªa las ense?anzas de Diana de Gales. Handout (Getty Images) Y a pesar de su innegable inclinaci¨®n por las grandes casas de costura, Rania de Jordania ha demostrado una y otra vez que es una fiel seguidora de las tendencias escogiendo en los momentos menos esperados a dise?adores que no forman parte del mainstream. Para ejemplo este discreto pero arrebatador vestido-bat¨ªn de Brandon Maxwell que eligi¨® para su encuentro con los Macron en Par¨ªs el a?o pasado. Chesnot (Getty Images) El ¨²ltimo gran acontecimiento en el que la reina Rania ha vuelto a dar muestras de su infalible sentido de la moda fue durante la coronaci¨®n de Carlos de Inglaterra y Camilla Parker. En el c¨®ctel de bienvenida que se realiz¨® al d¨ªa anterior a la bienvenida, brill¨® con un discreto pero dif¨ªcilmente imitable vestido de Schiaparelli. Samir Hussein (Samir Hussein/WireImage) El d¨ªa de la coronaci¨®n volvi¨® a dejar boquiabierto al mundo con un vestido de silueta l¨¢piz amarillo pastel dise?ado por Tamara Ralph. Rania jam¨¢s ha renunciado a ponerse tacones a pesar de que su esposo sea notoriamente m¨¢s bajo que ella. Esto, como sabemos, no es habitual cuando hablamos de power couples, entre las que es frecuente que la mujer intente disimular su altura si es mayor que la del hombre. No es la ¨²nica anomal¨ªa en el caso de esta pareja: es la primera vez que un rey jordano tiene una ¨²nica esposa a lo largo de su vida (el padre de Abdal¨¢ tuvo cuatro). Hoy, en su 30 aniversario de casados, ella ha dedicado a su marido unas cari?osas palabras desde su cuenta de Instagram: "Cada d¨ªa que pasa nos acercamos m¨¢s y cada a?o que pasa confirma lo afortunada que soy de pasar mi vida contigo. Feliz aniversario de bodas, mi rey". Karwai Tang (WireImage)