Sienna Miller en ¡®Alfie¡¯ o c¨®mo una camisa rosa de hombre se convirti¨® en la prenda m¨¢s sexy del mundo

13 minutos. Ese es el total de tiempo en pantalla que suman las apariciones de Sienna Miller en Alfie, ese remake del cl¨¢sico de 1966 protagonizado por Jude Law que se estren¨® hace quince a?os. Pero, aunque el metraje pueda parecer escaso, fue suficiente.?No solo para convertir a la actriz en una de las promesas de la gran pantalla ¨Caunque despu¨¦s el tiempo contradijera aquella predicci¨®n¨C, sino por hacer de su personaje, Nikki, un icono de estilo que a¨²n permanece hoy como referente incomparable del boho-chic (con permiso de Kate Moss). Tambi¨¦n, quiz¨¢, porque la qu¨ªmica entre ella y Law traspas¨® la pantalla y pronto se convirtieron en una de las parejas m¨¢s seguidas y pol¨¦micas del star system. Acabaron su relaci¨®n tras tres a?os por culpa de la infidelidad de ¨¦l, que fue pillado con la ni?era de sus hijos, y, tras reencontrarse tiempo despu¨¦s, volvieron a separar sus caminos cuando se filtraron unos cari?osos mensajes de ella hacia otro hombre. Pero esa es otra historia.

Aunque Miller, que por aquel entonces ten¨ªa 23 a?os y era una reci¨¦n llegada a la industria, comparte reparto en Alfie con actrices de la talla de Susan Sarandon, Marisa Tomei o Jane Krakowski ¨Ctodas ellas conquistas del casanova encarnado por Jaw¨C consigue brillar por encima del resto. Y gran parte de la culpa la tiene el vestuario de la cinta, a cargo de la figurinista h¨²ngara Beatrix Aruna Pasztor. ?Para crear el armario de Nikki me inspir¨¦ en iconos como Brigitte Bardot o en las mujeres prerrafaelitas del siglo XIX?, rememora la dise?adora a S Moda. ?La propia Sienna se sinti¨® muy c¨®moda y atra¨ªda por ese estilo boho, as¨ª que supimos desde el principio hacia donde tirar.?Para una dise?adora de vestuario este tipo de look es muy atractivo porque da mucha libertad en cuanto a patrones y texturas y es muy vers¨¢til: informal, poco convencional y dram¨¢tico?, cuenta.

De entre todos los estilismos que luce Miller en sus contados minutos de gloria, la camisa rosa masculina es una de las piezas clave. Todo en esa escena ¨Cexcepto la indiferencia de Law¨C provoca que cualquier mujer quiera parecerse un poco a esa Nikki que anda pintando la pared descuidada, sin importarle mancharse las manos o cargarse la decoraci¨®n, mientras apura un pitillo y se pasea por la casa con una camisa de hombre a modo de vestido. M¨¢s a¨²n cuando se la quita segura de s¨ª misma y dispuesta a dejar sin respiraci¨®n a Alfie. Resulta dif¨ªcil digerir que este decida marcharse del apartamento dejando all¨ª a esa mujer de coleta despeinada y mirada ahumada que corta un calabac¨ªn ¨Cla met¨¢fora muy sutil no es¨C ataviada entonces, solo, con un min¨²sculo tanga.

Pero volvamos a los escasos segundos en los que, antes de quit¨¢rsela, Sienna Miller hace de la camisa rosa oversize un b¨¢sico de armario. ?Para dar con aquella camisa concreta hice, literamente, una colecci¨®n de todas las camisas rosas que encontr¨¦ en Londres y a partir de ah¨ª decidimos cu¨¢l ser¨ªa la mejor. Ha pasado mucho tiempo desde que rodamos la pel¨ªcula y la verdad es que no puedo recordar exactamente d¨®nde la encontr¨¦. S¨¦ que gran parte del vestuario de Alfie era de Yves Saint Laurent y Zegna, as¨ª que probablemente fuera de una de esas dos marcas o incluso vintage?, apunta la dise?adora de vestuario. Lo cierto es que no es dif¨ªcil encontrar a d¨ªa de hoy modelos similares. No solo rebuscando en los armarios de novios, padres y amigos, tambi¨¦n en las propuestas de numerosas firmas como Balenciaga, Emma Willis, Faithfull The Brand, o incluso Zara, que incluyen en sus colecciones varias camisas rosas de grandes proporciones. ?Los motivos? Una buena camisa nunca pasa de moda y menos a¨²n en plena desescalada, momento en el que aporta cierta elegancia sin renunciar a la reclamada comodidad. ?Por qu¨¦ no usarla para ir a la playa o salir de fiesta a modo de vestido como la propia Sienna?

Probablemente, eso s¨ª, al com¨²n de los mortales no les siente tan bien como a ella ni resulte tan sensual. ?A pesar de ser una camisa de hombre es sexy debido a la tela y la talla, que da libertad de movimientos y hace que Sienna se pueda sentir relajada y c¨®moda llev¨¢ndola, es como su segunda piel?, apunta Aruna. ?Un verdadero bohemio no tiene l¨ªmites acerca de su romanticismo e individualidad. Creo que as¨ª era precisamente el personaje de Nikki?.

Durante el resto del filme, Nikki sigue haciendo gala de un estilo igual de deseable. Escotados vestidos negros, grandes abrigos de pelo, vestidos despreocupados y un buen surtido de lencer¨ªa. Todo aderezado, claro, por el inseparable tup¨¦ con flequillo que populariz¨® Brigitte Bardot y una mirada siempre manchada de negro. ?Sienna incluso utiliz¨® su propia ropa en algunas escenas y Jude tambi¨¦n se involucr¨® mucho en el vestuario. Sin duda ayud¨® que ambos son muy elegantes y estilosos. Fue muy divertido trabajar con ellos creando estos personajes ic¨®nicos y atemporales?, considera Aruna.

El resto de las piezas, originales de los a?os 60 y 70, las encontr¨® en tiendas de Londres emplazadas, sobre todo, en Portobello Road en el barrio de Notting Hill. ?Esa mezcla de lo vintage, que viene ya con su desgaste y su historia, con otras prendas nuevas de grandes firmas, es lo que da esa apariencia tan aut¨¦ntica al vestuario?, confiesa la figurinista. Una apariencia boho-chic, shabby-chic o folkie, como la quieran llamar, cuyo ¨¦xito hace unos a?os fue achacado por varias publicaciones y hasta por el Urban Dictionary al personaje de Nikki.