?Sus camisetas se han revalorizado?: por qu¨¦ Abra decidi¨® recuperar los estampados ¡®dosmileros¡¯ de Custo en su nueva colecci¨®n

Abraham Ortu?o (Elche, 1987) est¨¢ m¨¢s que acostumbrado a trabajar con terceros. De hecho, ¨¦l es el dise?ador tras los zapatos con tacones en forma de globo o de pintalabios de Loewe, las sandalias virales de Jacquemus o los bolsos ovalados de Coperni. Pero esta vez la colaboraci¨®n es especial: ¡°Cuando era adolescente empec¨¦ a llevar camisetas de Custo, se las ped¨ªa a mis padres aunque fueran caras, y ahora he vuelto a hacerlo: compro algunas de archivo en tiendas de segunda mano, mis amigas me han dado las suyas¡­ soy un poco coleccionista, la verdad¡±, comenta v¨ªa Zoom. ¡°Cuando volv¨ª a casa por Navidad, me puse a rebuscar en el trastero de mis padres y recuper¨¦ las que m¨¢s me pon¨ªa¡±.

Custodio Dalmau, alma mater de Custo Barcelona, no ten¨ªa ni idea de la renovada fascinaci¨®n que provoca en la generaci¨®n milenial, ¡°pero, ?c¨®mo iba a decir que no! Me sorprendi¨® que un joven tan creativo llegara con esta propuesta¡±, responde. Ni siquiera era consciente del furor actual de la est¨¦tica de los primeros a?os del 2000, es decir, de que ha vuelto la ¨¦poca en la que ¨¦l era el absoluto rey, cuando abri¨® tienda en el Soho neoyorquino o vest¨ªa a los personajes de Friends, Sexo en Nueva York o a la mism¨ªsima Julia Roberts. ¡°Para nada. Yo la verdad es que voy muy a lo m¨ªo¡±, confiesa el catal¨¢n, que lleva m¨¢s de 20 a?os desfilando en la Gran Manzana, ¡°pero s¨ª que es cierto que este ¨²ltimo a?o he visto m¨¢s atenci¨®n hacia la marca. De repente un estilista de Los ?ngeles nos hizo un pedido, y me estuvo contando que nuestras camisetas de esa ¨¦poca se hab¨ªan revalorizado¡­ pero la verdad es que yo nunca estoy al tanto de estas cosas, hacemos lo que nos gusta desde siempre y vamos a lo nuestro¡±.

Un vistazo por Depop, la aplicaci¨®n de prendas de archivo favorita de la generaci¨®n Z, arroja decenas de resultados de Custo, con precios que van de los 80 a los 200 d¨®lares, es decir, algo m¨¢s de lo que costaban en su momento. ¡°Yo las he llegado a ver hasta por 300¡±, dice Abra, quien, despu¨¦s de que el dise?ador barcelon¨¦s aceptara colaborar con ¨¦l (la c¨¢psula se present¨® el pasado marzo durante la Semana de la Moda de Par¨ªs, dentro de la nueva colecci¨®n del alicantino), solo puso una condici¨®n: ¡°?l me puso a disposici¨®n su archivo de estampados, infinito, y yo busqu¨¦ en la medida de lo posible aquellos que han significado algo para m¨ª. Te podr¨ªa decir d¨®nde estuve y qu¨¦ me pas¨® la noche que llevaba una camiseta u otra¡±, explica.

Desde que Abra lanzara su marca hom¨®nima, primero de accesorios y, desde hace dos a?os, tambi¨¦n de prendas, todas sus colecciones han partido de su propia infancia y adolescencia: de la ropa desgastada por los lavados que llevaban su hermano y ¨¦l a las pel¨ªculas de animaci¨®n que ve¨ªa durante horas cuando era peque?o. Si buena parte de las firmas de moda independientes intentan acercarse a los j¨®venes capitalizando la nostalgia (incluso de aquello que no vivieron), Ortu?o entiende su trabajo creativo ¡°desde lo emocional. Me interesa lo que me interesaba hace a?os, lo que hizo que acabara siendo tal y como soy¡±, dice. ¡°Creo que esos v¨ªnculos son los que hacen que algo parezca aut¨¦ntico¡±. Tambi¨¦n ayuda, por supuesto, el vestir a Bad Gyal o a Rosal¨ªa, y el haberse trasladado a Par¨ªs, ¡°donde ahora se concentra lo nuevo¡±, opina. Ortu?o pertenece a esa generaci¨®n de creativos que trabaja con su educaci¨®n sentimental casi como ¨²nica referencia y que alimenta su imaginario colaborando con otros. Custodio, que nunca hab¨ªa trabajado con nadie m¨¢s que su equipo, confiesa que ¡°no ha hecho nada¡±, salvo dejar que Abraham bucee en sus archivos, ¡°pero ahora, qui¨¦n sabe, estoy abierto a probar¡±